Durante el aislamiento preventivo social y obligatorio-que aún rige en varias ciudades del país- son muchas las personas que recurren a las redes sociales para expresarse, recrear alguna situación cómica o simplemente compartir una canción, un video o un meme. Entre tantos contenidos, no faltan las bromas y chistes sobre el aumento de peso por estar todo el día en casa, sin la posibilidad de salir.* 

“En el análisis que hacemos de las redes, vemos que hay situaciones recurrentes como los memes con ‘el antes y el después de la pandemia’. El interrogante es porqué un cuerpo gordo está asociado a algo indeseable. Eso está relacionado con el estereotipo hegemónico de belleza, que tiene una matriz discriminatoria de por sí porque impone un eje, un estereotipo que es normalizador al cual vos tenés que llegar como un mandato y si no estás de acuerdo te convertís en un cuerpo no deseado”, explica Karina Iummato, coordinadora de Investigaciones y Observatorios contra la Discriminación de la Dirección de Políticas y Prácticas contra la Discriminación del INADI.

“Gordofobia» es el concepto que se utiliza para definir a la discriminación que sufren las personas portadoras de un cuerpo no hegemónico. Los discursos gordofóbicos están “muy internalizados y por eso no se ve como algo inofensivo el chiste a la persona gorda”.

“El chiste involucra prejuicios, estereotipos y operaciones que responden a eso. Aun está muy naturalizado y por eso circulan tanto esos memes y chistes, y si decís algo te dicen que sos una exagerada. Lo mismo se decía en el feminismo sobre diversos chistes misóginos y machistas, que hoy por suerte empezaron a cuestionarse. Esas cosas construyen simbólicamente y reflejan un montón de otras desigualdades, es una estructura que después hace que esa persona gorda no acceda a determinados derechos, no es algo que se queda solo en el discurso, sino que estructuran y sostienen desigualdades”, dice Iummato.

Mujeres bajo presión

Si bien la discriminación por obesidad o exceso de peso se visualiza tanto en hombres como en mujeres, es en este último grupo donde se hace especial hincapié.  

“Detrás del estereotipo de la mujer bella existe una gran exigencia corporal, que está presente en nuestra cultura, en nuestro sentido común y en un juicio de valor que se aplica de manera excesiva a las mujeres y que ellas mismas reproducen, juzgándose y exigiéndose un determinado cuerpo. Esa es la parte más fuerte de la opresión. Siempre existió un juicio desde la mirada masculina con exigencias y parámetros muy grandes, injustos y violentos” indica Victoria Freire, docente del curso “Género y Diversidad” de nuestra universidad.

En esa línea, Iummato asegura que “un cuerpo no hegemónico en un varón no está tan mal visto socialmente como en la mujer, porque el mandato es mucho más fuerte en ese sentido”.

“Tiene también que ver con una cuestión cultural de cosificación y objetualización del cuerpo femenino para el consumo que no está marcado en los varones -continúa la referente del INADI- Tiene una raíz patriarcal, clasista y racista. El modelo hegemónico de belleza es el de un varón flaco, blanco, de clase media, con determinados accesos y consumos, y con todo lo que implica llegar a ese cuerpo. Entonces en la matriz de discriminación intervienen la clase, el patriarcado y el racismo”.

Para Marina Wallinger, docente e investigadora de la UNLa, “la discriminación y estigmatización en niños y adolescentes se ve más presente en las niñas”, lo que puede derivar en trastornos de la conducta alimentaria.“A veces, la excesiva preocupación o la presión social por un determinado cuerpo también termina desencadenando en trastornos como la bulimia o la anorexia, que ponen en riesgo muy seriamente la salud física y psíquica”.

Sobrepeso y exclusión

La obesidad o sobrepeso no es solo una cuestión de salud personal, sino que está atravesada por diversos factores.  

“Este problema no se basa en una decisión individual de una persona sino que está atravesado por múltiples dimensiones, desde decisiones políticas, formas en la producción de alimentos, recursos económicos, situaciones de vulneraciones de los derechos vinculados a la alimentación, la salud, el acceso al agua, etc. Todo eso hace que esta patología que generalmente se observaba en clases medias o altas, hoy en día afecte principalmente a las poblaciones con menos recursos económicos. Esto quiere decir que una de las preocupaciones que tiene la obesidad es que se observa a nivel mundial en familias con menores recursos. Las frutas y verduras, las carnes magras, los productos frescos son los más costosos. Entonces las familias eligen-a veces sin opción- productos más económicos y concentrados en calorías, sodio y azúcares, como las gaseosas o los alimentos ultraprocesados”, asegura Wallinger.

La docente e investigadora de la UNLa subraya que las personas con sobrepeso, además, sufren discriminaciones que pueden afectar no solo su salud psíquica, sino también su economía y desarrollo dentro de la sociedad.“El exceso de peso trae complicaciones orgánicas, pero también otras psicológicas, como la baja autoestima, la imagen negativa de sí mismos, el alto nivel de frustración; y complicaciones sociales. También, hay menores ingresos en los hogares de personas con sobrepeso y obesidad. Es un problema de salud pública porque afecta la calidad de vida de las personas y los costos de la salud”.

En relación a lo antedicho, Iummato añade: “Todo está pensado para cuerpos que ni siquiera son los reales, y si te salís un metro de lo normalizado no podés acceder a cosas como el asiento en un avión o tal vez ser segregada en algún trabajo porque no cumplís con lo que se estila con el aspecto físico. La foto en el currículum no tiene nada que ver con el requerimiento laboral, y es discriminatoria porque quiere decir que tu aspecto físico va unido a tu formación o capacidad en el puesto. Es igual que cuando te piden buena presencia, o sea que debe coincidir con el pensamiento de los que dirigen la empresa que pertenecen seguramente a una determinada clase social, con determinados rasgos. Si esa persona tiene sobrepeso, es morocha y su dirección dice ‘Manzana 1’ seguramente no la tomen porque está asociada a un montón de prejuicios”.

Por su parte, Freire manifiesta que la pandemia y el aislamiento sirvieron para que “estas cuestiones de salud y de calidad de vida comiencen a verse desde un prisma político, público, colectivo, que está vinculado al acceso a derechos y a los distintos sectores socioeconómicos en los que vivimos, en los que la salud no es algo exclusivamente propio”. 

El peso en las redes
La cuarentena trajo también un boom de publicaciones de distintos influencers o instagramers que dan consejos sobre nutrición, hábitos saludables o ejercicios físicos. Sin embargo, muchos de ellos no son profesionales de la salud y pueden emitir mensajes erróneos o peligrosos.

Sobre este tema, Marina Wallinger apunta: “Abordar a las personas que tienen obesidad implica muchas más dimensiones que el simple indicador de masa corporal. No es solo cuántas calorías ingiere y gasta, sino qué tipo de alimentos come, cuáles son las condiciones en las que lo hace, aspecto psicosociales. El abordaje debe ser responsable y hacerse con profesionales. Se recomienda hacerlo de manera interdisciplinaria, por ejemplo, con los niños, niñas y adolescentes se recomienda que trabajen el pediatra, el nutricionista, un psicólogo o un profesional de la salud mental. Muchas veces circula información para el control de peso o tratamiento para el exceso en diversas redes y medios de difusión que muy irresponsablemente ofrecen alternativas facilistas, simples, pero que no están dentro de lo que las organizaciones científicas recomiendan como el abordaje integral”. Freire, por su parte, señala que “bajo la exigencia corporal, todes somos gordes, porque nadie puede cumplir con patrones que son totalmente irreales. Hay que verqué muestran la industria de la indumentaria, de la moda, los medios y ver con qué imágenes siempre nos vamos a sentir por fuera de esa norma, que no aplica en la realidad”.

Finalmente, Iummato opina: “Los medios emiten mensajes y forman opinión. Y son un factor clave donde discutir, debatir y acercar recomendaciones a la hora de reproducir un mensaje, cómo abordar la temática, y qué no hacer para evitar reproducir estigmatizaciones”.

Pautas y recomendaciones para evitar la discriminación en tiempos de Covid-19: https://www.argentina.gob.ar/noticias/pautas-y-recomendaciones-para-evitar-la-discriminacion-en-tiempos-de-covid-19

*El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires permitió las salidas de esparcimiento deportivo de 20 a 8 horas.

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