Para promover el desarrollo infantil y enriquecer el mundo de los chicos y las chicas

El 1º de noviembre la Universidad lanzó la primera campaña pública del país que alerta sobre una problemática que afecta a niños y niñas menores de dos años: el uso indiscriminado de pantallas digitales pone en jaque el desarrollo infantil ligado con la manifestación de habilidades emocionales, neurológicas, psicológicas y sociales.
Como señala su texto promotor en la web, el impacto de las tecnologías en la vida cotidiana se renueva desde la invención de la rueda, pero su desarrollo es más vertiginoso en tiempos en los que el mundo se globaliza con un click. Así, la crianza y el juego infantil no escapan a esta realidad y el uso de pantallas digitales (smartphones, tablets, TV´s) se ha tornado corriente e indiscriminado en todas las edades.
Frente a este diagnóstico, la UNLa se propuso revisar las creencias para que los adultos responsables del cuidado de los niños evalúen “sus beneficios” a la hora de decidir qué hacer, y luego invitar a los cuidadores a conocer sus perjuicios a la hora de promover el desarrollo saludable. Por ello, con propuestas concretas, respaldo científico y sin miradas normatizadoras el departamento de Salud Comunitaria, la secretaría de Bienestar Universitario, el Instituto de Justicia y Derechos Humanos y el jardín matenal “Azucena Villaflor” lanzaron esta campaña de concientización que lleva el nombre de “Juguemos sin pantallas”.
Viento Sur conversó con Alejandra Litvachky, médica pediatra del jardín maternal de la UNLa y promotora de esta iniciativa. Según Alejandra, “el empuje, el compromiso profesional y la creación de propuestas potentes con las herramientas disponibles” lo aprendió en el Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez, donde hizo su residencia. “Y esta iniciativa promovida por la UNLa tiene mucho que ver con eso”, concluyó.

-¿Cuál es el objetivo de la campaña?
-Concientizar a padres, madres o cuidadores sobre el perjuicio del uso de tecnología durante la crianza. Lo que se propone es retomar actividades milenarias tales como contar un cuento, pasear y compartir el mundo, hablar, jugar, y no pensar que la pantalla, por su modernidad, es mucho mejor.

-¿Podrías precisar algunos perjuicios del uso de pantallas digitales en menores de dos años?
-El trastorno en el desarrollo es el más complejo, aunque no el más frecuente. Se vincula con aquellos nenes que tienen dificultades de comunicación, con objetivos e intereses muy acotados. Implica en el futuro problemas de socialización. Son nenes que en general tienen pobre conexión visual con los demás y dificultades en el lenguaje. Dentro del núcleo familiar también presentan dificultades, porque a veces son difíciles de abordar. Otros casos son los niños que tienen dificultades con el lenguaje, ya sea porque este es pobre o adquirido tardíamente. Allí, en el lenguaje, encontramos indicios de lo que sucede con la subjetividad de ese niño. Estas son patas de la misma mesa y es muy difícil observar estos indicadores de manera aislada. Por otra parte, cuando los niños tienen algún berrinche o dificultad para calmarse, si solo acudimos a una pantalla eso produce un círculo vicioso entre el niño y su cuidador. Es necesario buscar otras estrategias para resolver estos temas de conducta. Y luego hay otros aspectos como la dificultad en la motricidad fina, porque lo único que saben hacer es pasar la pantalla; el sedentarismo; la no promoción de actividades al aire libre y también el peligro de las publicidades en los videos. Es decir que esta problemática es multifactorial.

-¿Y del lado de los padres?
-Estar todo el tiempo atentos al celular, desatendiendo o no mirando a nuestros hijos menores es un problema. Esto no solo tiene que ver con el cuidado, sino con la importancia que tiene para ellos que sus padres o madres los miren con amor. Aunque estas tecnologías nos resuelven muchas cuestiones cotidianas y llegaron para quedarse, es necesario que se enciendan alarmas para promover un uso cuidadoso.

-¿Qué “sentidos comunes” sostienen y habilitan este uso masivo de pantallas en menores?
-Creo que son varios y equivocados. Uno, que no hacen daño. Otro, que cuando los menores manejan bien las pantallas demuestran inteligencia, cuando en realidad esta es una habilidad práctica y no vinculada a la inteligencia. Creo también que es una dificultad de la sociedad actual donde los adultos, abocados a un ritmo vertiginoso, no encuentran cortes entre una actividad y otra. Esto hace que los chicos también queden un poco relegados de la dinámica familiar. Y como los dispositivos móviles están a mano, es a lo que se recurre para que los menores puedan jugar. Entonces como adultos tenemos que pensar nuestro rol y prácticas como cuidadores.

-¿Que piezas conforman esta campaña?
-Hicimos señaladores y calcomanías con frases que proponen actividades lúdicas para reemplazar el uso de pantallas digitales. Las calco son de dos tipos, para auto y para termos, colectivos, paradas de colectivos y espacios que indique nuestra imaginación. También se hicieron flyers que se colgaron por varias áreas de la UNLa; volantes que se repartieron el día del lanzamiento de la campaña y se dejaron en las fotocopiadoras para que los agreguen a los apuntes de los estudiantes. Y se hicieron cinco spots radiales que se difunden por Megafón Radio como separadores. También hay una página web con las piezas para su uso libre y un documento que fundamenta la campaña en términos médicos, pero también divulgativos. Todo este material circuló a su vez por las redes sociales con un alto impacto.

-¿Y termina acá?
-No lo creo. Nos están solicitando más actividades como charlas y deseamos incorporar nuevos contenidos y materiales informativos a la página web. También estamos profundizando vínculos con la Sociedad Argentina de Pediatría para que acepte difundir este material entre la comunidad médica y la comunidad ciudadana a su alcance.

Retomando una “tradición”
“Las campañas de bien público han tenido en el campo de la salud, sobre todo de la atención primaria, un lugar privilegiado. Esto tuvo que ver con que se evidenció muy tempranamente su grado de eficacia. Después de la revolución de la propaganda, muy poquito después de la Primera Guerra, en el mundo anglosajón hubo un gran avance en la producción de materiales educativos para la promoción de la salud. Esto floreció sobre todo durante la década del 30”, señaló Julio Moyano, especialista en Historia de los Medios, Doctor en Comunicación por la Universidad Nacional de La Plata y docente investigador de nuestra Universidad.
En el caso de la Argentina, el especialista destacó una doble experiencia pionera en esta materia. “Primero, hay que recordar que Argentina tiene la primera radio universitaria de la historia, la de la Universidad Nacional de La Plata. Esa radio rápidamente empezó a hacer uso de su carácter difusivo para promover actividades vinculada a la atención primaria. Y por otro lado, la entrada relativamente temprana en el Estado de Bienestar que permitió hacer campañas de estas características con un gran apogeo en el primer peronismo. El momento de Carrillo es el momento notorio y hay muchísimo material que fundamenta esto. Luego, a pesar de los vaivenes de la política argentina a lo largo de las décadas, esto se ha podido continuar, incluso en momentos complicados para la economía política como durante los ‘90. Hoy en día tenemos una mirada más compleja desde las ciencias sociales que nos permite pensar estrategias de comunicación, campañas para la salud, tanto a nivel macro como a nivel micro”. Para cerrar, el especialista remarcó que a nivel micro las universidades tienen un rol muy destacado para explorar en esto que señaló como “una tradición”.

Algunas de las frases positivas de la campaña: "No achiques el mundo de tus hijos a una pantalla"; "Tu bebé necesita alimento real"; "Teta sin interferencias. Apagá el celular y prendete a la mirada de tu bebé"; "¿La foto o la vivencia? No te olvides de vivir el momento por fotografiarlo"; "Cena con mis hijos sin pantallas. Ponelo en tu perfil de whatsapp".
Muchas de estas acciones recuerdan lo esencial: miradas amorosas al bebé, intercambio verbal y fluido desde el nacimiento, mimos sin intermediarios, el mundo real sin selfies. Invitamos a los adultos a tomar cartas en el asunto para realmente agrandar el mundo de nuestros niños y niñas.



Más información en la página de la campaña www.sinpantallas.unla.edu.ar

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