El ingreso a Megafón, la radio de la Universidad Nacional de Lanús, no es fácil. Todos lo reconocen, lo saludan, le cuentan historias y anécdotas que lo tienen como protagonista. Él los escucha y les sonríe, mientras camina con Clarita en brazos, su guitarra fiel. Se sienta en el estudio y espera a que se encienda el cartel de “Aire” para comenzar la entrevista en el magazine diario “Escalando la Tarde”. Mientras tanto en el control, los productores y técnicos comentan la extensa trayectoria de este personaje a quien todos apodan el “Negro”.

La charla comienza con un recuerdo: la primera vez que Horacio Fontova visitó la Universidad. Fue en 2012 cuando se lanzó el “Cancionero Malvinas”, una producción musical impulsada por el Observatorio Malvinas y la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur al cumplirse 30 años del conflicto armado. Junto con Emilio Del Guercio, Fontova interpretó para ese registro una original versión de la “Marcha de Malvinas”. “Es una canción lindísima, una especie de balada. Nada de marchas”, dijo.

Dueño de un talento indiscutido, “El Negro” integró a lo largo de su carrera varias bandas con las que ha incursionado en distintos géneros tales como el blues, el rock and roll y el folklore. Así, en su extensa trayectoria se destacan formaciones como “Fontova Trío”, “Fontova y sus Sobrinos” y “Fontovarios”, entre otras. “Siempre laburé en grupos. ‘Patada de Mosca’ fue el primero donde fui guitarrista y desde hace unos años me atreví a ser solista. Tocar en grupo es hermoso, pero al estar solo se te ocurre algo, y sale”.

En la actualidad, Fontova presenta dos espectáculos llamados «El Affaire Luciana» y “El color de mi tierra”. “El primero incluye relatos musicales de mis amoríos durante el exilio en París, que tenían lugar en un hotel donde trabajaban muchas mucamas de diversas nacionalidades. Luciana fue una peruana que nunca me dio bola. Me da la posibilidad de recorrer el mundo y tocar la música que me gusta, como bossa, jazz, junto con las historias correspondientes. Y ‘El color de mi tierra’ es netamente folklore”.

Además de su vínculo con el arte, “El Negro” posee un fuerte compromiso político- social con una mirada muy crítica sobre la actualidad del país, especialmente en el ámbito cultural.

“La cultura no forma parte de la política de esta dirigencia y por eso la resistencia es siempre cultural. Son tiempos muy complicados los que nos toca vivir. Están pintando fanatismos de un lado y del otro. Vienen lavándole la cabeza a la gente desde hace mucho tiempo, desde que nosotros estábamos en el gobierno, así que fuimos oficialismo y resistencia a la vez. No es simplemente que llegaron los gorilas y ya. Hay que rearmar las cosas tranquilamente y estar juntos sin que eso te cueste la salud. Cristina (Fernández) no deja de ser la jefa, pero tenemos que aflojar un poquitito, porque hay algunos compañeros que son muy drásticos y descalifican sin saber bien cómo viene la mano”.

 

El padrino

Entre sus actividades están también las de ser padrino de la comuna 15 de La Cámpora de Villa Crespo y escritor en el blog “Comando Amelia”.

“Vos hablás de La Cámpora y muchos creen que es la juventud hitleriana. Hay que sacarle el estigma a la organización, porque en realidad son todos jóvenes que se dedican al bienestar de la comunidad, con amor y ad honorem. Y ‘Comando Amelia’ es muy triste porque todos los comentarios son un imán para los trolls, todos son malos deseos y eso a veces me cansa. Así que lo tengo ahí porque solo sirve para que me puteen”.

Artista multifacético, Fontova está vinculado al mundo de la televisión, donde se destaca su participación en el ciclo de humor “Peor es Nada” junto al inolvidable Jorge Guinzburg. Gracias a su labor, obtuvo dos premios Martín Fierro. La tercera distinción es por la radio, donde deja marcada su huella humorística con el programa “Código de barras” con Pedro Saborido y Coco Sily.

Asimismo, se desempeña como diseñador gráfico e ilustrador de la revista «Expreso Imaginario» y forma parte de los elencos de las películas “El regreso de Peter Cascada”, “La Peste”, “Adiós querida luna” y “Metegol”. Las tablas son otro de los ámbitos donde despliega su genialidad: “Hair”, “Jesucristo Superstar”, “Porteños”, “Orquesta de Señoritas” y “La Corte del Faraón”.

Su primer amor, la música, le permite compartir escenario con grandes figuras de la canción tales como Leo Maslíah, Lito Vitale, León Gieco, Peteco Carabajal, Rubén Rada, Skay Beilinson y Richard Nant, entre tantos otros.

Toda esta trayectoria fue reconocida por la Legislatura porteña, que lo declaró “Personalidad Destacada de la Cultura en el Ámbito de la Ciudad de Buenos Aires” en 2014.

 

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