“Descubriría que cultura es el muñeco de barro hecho por los artistas de su pueblo, así como la obra de un gran escultor, de un gran pintor, de un gran místico, o de un pensador. Que cultura es tanto la poesía realizada por poetas letrados como la poesía contenida es un cancionero popular. Que cultura es toda creación humana.”
Paulo Freire

Los Talleres de la Dirección de Relaciones Institucionales y Culturales, a cargo de la Lic. Cristina Enghel, funcionan en la UNLa desde 1998. Han pasado por ellos muchos vecinos e integrantes de la comunidad universitaria. Comenzaron sus actividades en la sede de Habana 568, Valentín Alsina, con la implementación de los talleres de tango y folklore y una muestra de cierre a la que concurrieron más de 400 personas.
Más tarde, con la llegada al predio de Remedios de Escalada, se consolidó la propuesta con la creación de nuevos talleres de iniciación, formación y producción artística y cultural en distintas disciplinas, de los cuales siete continúan hasta la actualidad: danzas folklóricas; tango; candombe; zamba, cueca y zapateo; dibujo y pintura; fotografía y literario, con distintos niveles, de acuerdo con los conocimientos de los participantes.
Los Talleres Culturales son actividades extracurriculares con precios muy accesibles, cuya finalidad es contribuir a la formación integral desde la experiencia de conocimiento, apreciación y creación artística, con base en la búsqueda personal y comprometida de sus integrantes. Su objetivo es promover actividades para el desarrollo del pensamiento y la expresión creativa de las personas, y que este sentir puede ser compartido con y para otros.
Fueron creados para que participe toda la comunidad: estudiantes, graduados, docentes, no docentes y público externo. Se financian con la cuota que pagan los inscriptos, en el marco de las actividades de cooperación previstas en el proyecto inclusivo de nuestra universidad.
Hoy, a dieciocho años de su formación, la actividad continúa vigente y en constante crecimiento, integrando gente con ganas de reunirse, que busca otros horizontes en su vida de todos los días. Es por ello que apostamos al desarrollo cultural como otra de las tantas herramientas de inclusión social y participación comunitaria.

 

Alegría y cooperación
Al finalizar las actividades de cada año se realiza una muestra conjunta de los Talleres Culturales. La última tuvo lugar el sábado 12 de diciembre de 2015 en el Aula Magna de nuestra universidad. A pesar del calor, el entusiasmo de los participantes y el público visitante no decayó en ningún momento. El cierre, a cargo del taller de candombe (danza y toque de tambor) fue a pleno baile y contagiosa alegría, con la participación de la Comparsa Bombelé de Lanús, en una clara muestra de articulación con las manifestaciones populares de la región. Las bailarinas habían confeccionado sus trajes y trabajado bastante tiempo en su producción y en las coreografías.
El candombe rioplatense tiene esa personalidad propia en los cultores de Bombelé, a través del danzar fluido que gana las calles durante el carnaval en las llamadas de San Telmo y Lanús y siempre que el alma pugna por expresarse libremente. Actividad creativa, cooperativa, llena de color, permite lazos que van más allá del taller. Genera relaciones de amistad, interacción para cocinar las comidas típicas asociadas al candombe, diseñar y coser los trajes, poner en escena todo ese sentimiento comunitario y participativo.
Los talleres de danzas -danzas folklóricas argentinas y zamba, cueca y zapateo folklórico argentino- se completan con el de tango. Podemos decir que el tango es una danza de difícil ejecución, si bien creció en nuestros arrabales a la sombra de las buenas costumbres y los salones elegantes, como práctica entre compadritos, como baile marginal que luego fue ganando otros espacios y se popularizó en nuestras tierras y en todo el mundo. No basta solo con aprender algunos pasos y las técnicas básicas de desplazamiento en la pista. Es necesario sentir ese abrazo cadencioso en el que la mujer se despliega y el hombre la contiene, donde ambos dibujan en el piso y en sus sueños los sones de un bandoneón o el ritmo de una orquesta que se siente en el alma. Y eso se transmite en las clases. Ese amor y esa pasión por el tango impregnan nuestro taller desde el primer día hasta la despedida. Los que vienen a aprender salen sabiendo bailar, pueden ir a una pista y transitarla con conocimiento de los códigos tangueros de nuestras milongas. Para muchos, el tango es un camino de ida. Encuentran un ámbito donde hacerse de nuevos amigos, pasar un momento agradable, crear nuevas maneras de expresar este viejo sentir de nuestra cultura nacional.
Así como el tango se define como una danza de abrazo, el folklore argentino tiene una impronta de persecución y galanteo del hombre a la mujer, y de seducción de esta hacia su compañero. Nadie diría que viene a las clases solo para hacer actividad física. Sin embargo, las danzas nativas son altamente aeróbicas. Su ejecución implica poseer y adquirir el sentido del ritmo necesario para poder bailarlas, y también un cuerpo preparado para moverse con intensidad. Pero sin comunicación no hay verdadera danza. Por eso se estimula el contacto visual, conocer el sentido de estas danzas y poder jugar con los ritmos y las improvisaciones. La danza promueve el trabajo grupal, la solidaridad y la comunicación. Transmite valores que integran nuestra identidad, costumbres culturales y de nuestras raíces en un ambiente de alegría y cooperación, desarrollando el espíritu de la libre expresión. Este taller está destinado a impulsar el conocimiento e interpretación de las danzas folklóricas argentinas. Se desarrollan las capacidades expresivas y técnicas para la interpretación de pasos, posiciones, figuras y estilo de las danzas en su forma tradicional y popular.
En la muestra también se notó un despliegue de color y trabajo, que se concretó en variadas y lucidas interpretaciones y en un prolijo diseño de vestuario.
Dentro del folklore, hay dos danzas que presentan una complejidad mayor en su aprendizaje y ejecución: la zamba y la cueca con todas sus variantes. Por eso se creó hace unos años el taller de zamba, cueca y zapateo folklórico argentino, a fin de profundizar su conocimiento. La zamba es una danza de galanteo, una declaración de amor entre el hombre y la mujer, donde la seducción predomina y genera los “arrestos”, donde los bailarines juegan con sus pañuelos a esconderse y mostrarse, a desplazarse juntos para conocerse y encontrarse. Su métrica, sus pasos, el juego del pañuelo, requieren de un tiempo de maduración y práctica, de un trabajo específico y delicado que vaya puliendo los pasos básicos, hasta que estos se hagan carne y se pueda jugar con la improvisación, base de la zamba y también de la cueca.
El zapateo argentino merece un párrafo aparte. Es una danza muy bella y difícil, donde el que la realiza muestra una suma de competencias y destrezas como la coordinación, la disociación, el ritmo, la concentración, el equilibrio, la postura, la plasticidad en el conjunto, la precisión, la fuerza, la suavidad, los matices. Son tantas las habilidades que se ponen en juego que, cuando se presentan veinte personas con el mismo vestuario, coordinando una coreografía de malambo con un nivel de concentración y entrenamiento destacado y prolijo, se evidencia que lo más difícil se puede lograr con trabajo y esfuerzo.

Letras y artes
Nuestra propuesta también incluye las artes de la escritura, a través del taller literario en el que, creativamente, se enlazan los cuentos y escritos cortos. Los disparadores van cambiando, lo importante es despertar la imaginación, las historias que luego serán contadas. La práctica literaria, más allá del aprendizaje de habilidades técnicas, invita a una reflexión permanente sobre todos los aspectos de la vida. Lograr traducir en palabras la mirada sobre la realidad para convertirse en escritor. A partir de este taller se estimulan y se realizan producciones literarias de diferentes géneros: ciencia ficción, policial, fantástico, entre otros. Asimismo, este taller propone una aproximación lúdica a la literatura. De este modo, tareas tan complejas como leer y escribir parecen sencillas y resultan entretenidas.
Finalmente, nuestra propuesta cultural incluye también las artes visuales que tienen su expresión en los talleres de dibujo y pintura y de fotografía, que, año a año, ofrecen sus producciones en las muestras anuales y en otros eventos de la Universidad. En dibujo y pintura se busca poder desarrollar la capacidad de apreciar diferentes manifestaciones, trascendiendo el campo de las bellas artes en su sentido convencional y alcanzando a producciones del entorno cotidiano. A través de la búsqueda personal el taller propone interactuar de manera natural, conciente, crítica y creativa a través de la “lectura” de las propias producciones, las de los pares y las de autores del entorno cultural. De esta manera, poder gestionar satisfactoriamente los propios procesos de experimentación y las producciones, partiendo de la sensibilización adquirida con la práctica, seleccionando las estrategias adecuadas para llevar a cabo proyectos expresivos y comunicativos a través de distintas técnicas y con variados materiales.
A su vez, el taller de fotografía se propone incentivar, por medio de la práctica, la búsqueda creativa personal a partir del manejo de la cámara, de los conceptos básicos de la fotografía y la comprensión del lenguaje fotográfico para poder expresarse a través de la imagen, mientras se experimenta el simple placer de fotografiar.
Todas estas propuestas culturales se refuerzan año a año con nuevos integrantes, con coordinadores que se actualizan y mejoran día a día y con el aporte de nuestra práctica y experiencia de gestión cultural desde la Dirección de Relaciones Institucionales y Culturales de nuestra querida Universidad Nacional de Lanús.

 

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