En esta nota entrevistamos a dos egresados de nuestra universidad para rastrear sus pasos, su presente y su inserción en el mundo después de transitar por el campus de Remedios de Escalada. Ellos son Soledad Moreno (35), egresada de la cohorte 2013 del Ciclo de Licenciatura en Gestión Ambiental Urbana del Departamento del Desarrollo Productivo y Trabajo, y Claudio Santana, (44), egresado de la cohorte 2001 de la Licenciatura en Trabajo Social del Departamento de Salud Comunitaria. Soledad Moreno es oriunda del barrio de Avellaneda y es primera egresada universitaria dentro de su familia. Luego del secundario, realizó un terciario en Capital y es Técnica Superior en Ecología. Soledad eligió dedicarse al estudio de lo ambiental porque le atraía mucho la naturaleza y fue a través de una campaña de Greenpeace que decidió aprender algo vinculado a la ecología. Cerca del fin de la cursada de la Tecnicatura, la rectora del instituto donde estudiaba se acercó a las aulas para contarles de los convenios que estaban armando con algunas universidades, para que los alumnos pudiesen continuar su desarrollo académico. Ahí surgió para Soledad la posibilidad de cursar el Ciclo de Licenciatura en la UNLa. Pero el convenio se activó con un año de posterioridad al momento en que Soledad terminó el terciario, por lo cual se anotó en un curso de jardinería en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires. “Quería continuar estudiando, pero la UBA no tenía ecología todavía y no quería estudiar en una universidad privada”. Cuando se activó el convenio, Soledad eligió estudiar en Lanús.
Si bien el terciario le había gustado mucho, los conocimientos adquiridos eran muy generales. No la ayudaban a la hora de definir, dentro de lo ambiental, qué camino seguir. No obstante la UNLa, al ofertar una carrera ambiental, urbana y orientada a la gestión, le permitió adquirir un perfil vinculado a esta última.
Uno de los valores que destaca Soledad de su pasaje por la UNLa es el roce que brinda “el pasillo de la Universidad, el contacto con pares y la puesta en común para presentar un trabajo práctico o preparar un parcial”. Esto lo subraya, a pesar de que su cursada fue principalmente en una sede, aunque algunas materias las hizo en el campus universitario.
Inserción laboral y profesional
Mientras cursaba el terciario, el primer trabajo de Soledad fue en un patio de comidas en un shopping. Cerca del fin de la cursada del Ciclo de Licenciatura en la UNLa, allá por el 2005, consiguió un trabajo en la Fundación Temaikén. Estuvo en Bioparque durante 7 años. Primero, en el área de educación ambiental como guía; después pasó al área de desarrollo y estuvo a cargo del diseño de programas educativos. Cerca del cuarto año en Temaikén y de modo voluntario, por fuera de su trabajo en el departamento de educación se sumó al departamento de gestión ambiental. Con el tiempo logró pasarse a esa área de manera definitiva y quedó finalmente como responsable hasta el fin de su desarrollo en esa institución.
Durante esta experiencia profesional, Soledad reconoció el empoderamiento que tuvo durante su pasaje por la Universidad, sobre todo con el desarrollo en Gestión Ambiental. A la hora de la praxis, sus compañeros y apuntes de cursada fueron un apoyo fundamental para abordar las problemáticas que iban surgiendo. “Ahí pude ratificar lo que sabía, lo que me habían ensañado. Pude ver las herramientas que había adquirido en la Universidad” enfatiza Soledad con alegría.
En la actualidad y desde el año 2013 se desempeña en la Fundación Vida Silvestre. “Desde siempre venía siguiendo las actividades de la Fundación por el trabajo que hacen más que nada en conservación de las especies. Y ahora trabajo en el área de educación” dice con orgullo. Trabaja en el Departamento de Educación Ambiental como responsable de contenidos de los proyectos educativos. Su tarea, supervisada por un coordinador, es trabajar con los distintos profesionales del área de conservación y redactar programas educativos vinculados a los cambios climáticos, a la energía, al venado de las pampas y al yaguareté en peligro de extinción. Como el programa está dirigido a los distintos niveles educativos que existen a nivel nacional, para el desarrollo del contenido educativo ella tiene que tener en cuenta las distintas edades y niveles socioculturales de los niños.
La UNLa y yo
Durante 2015, Alberto Vera, quien fue director de la tesis de Soledad en la UNLa, la convocó a una charla para que les contara a los futuros egresados su experiencia en el proceso de escritura de su tesis. “Al hablar con terceros de mi proceso me cayó la ficha de todo lo que había vivido. Ese fue un momento clave. Los vi aterrados y en su susto reconocí que lidié con el mío también, porque no fue fácil. Esa charla permitió darme cuenta de todo lo que aprendí y de lo que me sirvió esta experiencia en lo profesional”.
En la entrevista Soledad reflexionó acerca de la sensación que tuvo al egresar de la Universidad: “En ese momento uno siente que no sabe nada, pero al momento de poner en acción estos saberes, los comenzás a aplicar de manera automática, aunque a veces tenés que recurrir a alguna fuente. Pero incluso esa fuente, ya la conocés porque te la brindó la Universidad”.
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