“La historia de América, de los incas a acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia. Nuestra Grecia es preferible a la Grecia que no es nuestra. Nos es más necesaria. Los políticos nacionales han de reemplazar a los políticos exóticos. Injértese en nuestras repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras repúblicas. Y calle el pedante vencido; que no hay patria en que pueda tener el hombre más orgullo que en nuestras dolorosas repúblicas americanas”.
José Martí, Nuestra América, 1891
“Yo preguntaría, desde el punto de vista político internacional: ¿qué estamos esperando para realizar lo que hace más de cien años ya nos estaban indicando San Martín y Bolívar?”.
Juan Domingo Perón,
Teatro Cervantes, Buenos Aires, 1954
El siglo XXI comienza en América Latina con la irrupción de movimientos nacionales y populares que cuestionan las políticas aplicadas en la larga década neoliberal. En la nueva agenda, se impone como cuestión prioritaria el desafío de avanzar hacia la unidad regional, que pudiera quebrar la lógica de integración economicista liberal de las décadas precedentes.
La lucha conjunta de Brasil, Argentina y Venezuela contra el proyecto norteamericano del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) derivó en su rotundo fracaso (2005) y permitió la creación de nuevas propuestas de integración sin la injerencia de Estados Unidos. Así, nacieron la UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) y la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños).
Este nuevo clima de época es sintetizado por el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, en su mensaje escrito en enero de 2013 a la II Cumbre de la CELAC: “…El espíritu de la unidad ha vuelto con toda su fuerza; es el espíritu de nuestros Libertadores y Libertadoras que ha reencarnado en los Pueblos de Nuestra América Latino Caribeña (…) Largo y difícil ha sido nuestro común transitar desde que nos enfrentamos al imperio español en el siglo XIX. Y la lucha por la Independencia, la lucha que hoy continúa, estuvo indisolublemente ligada en el pensamiento y la acción de nuestros Libertadores y Libertadoras”.
En la actualidad, luego de los recientes triunfos electorales de la derecha regional, América Latina se encuentra frente al desafío de continuar aquel proceso de unificación o retornar a aquellos proyectos que someten los intereses nacionales a los de las potencias hegemónicas. La disyuntiva sigue siendo “panamericanismo o bolivarismo”, tal como enunciaba José Vasconcelos.
Raíces
Para fortalecer esta unidad regional resulta indispensable que todos los latinoamericanos y latinoamericanas conozcamos las raíces históricas de la misma. El estudio de nuestro pasado desde una óptica popular es fundamental para la construcción de un poder político que permita concretar el proyecto de unificación aún pendiente. Es mucho lo que falta por hacer en este terreno ya que, como denunciaba Martí en 1891, la enseñanza de la historia aún sigue siendo eurocéntrica y los contenidos y materiales de lectura, escritos -en la mayoría de los casos- desde una matriz ajena a nuestros intereses.
Por esto, la Dra. Ana Jaramillo, rectora de la Universidad Nacional de Lanús, desde la convicción de que no se puede amar ni luchar por lo que no se conoce, impulsó la creación de un grupo de estudio que encarara la tarea de construir un Atlas Histórico de la Patria Grande.
En el prólogo de esta obra Jaramillo sostiene: “Hace tiempo que comenzaron a realizarse atlas históricos mundiales o particulares, de regiones, de culturas o de diversas actividades del hombre. Sin embargo, pocos han realizado el esfuerzo también titánico de hacer un Atlas Histórico de nuestro continente, que nos muestre desde acá el acaecer histórico territorializado de Nuestra América, sus pueblos originarios o su cultura, su economía y su política, la conquista y colonización sufrida, su voluntad de integración y sus luchas de liberación. Por otra parte, América Latina aparece en los atlas universales como un remoto y desconocido pequeño espacio del fin del mundo. Mientras la tierra gira, las naciones poderosas pretenden mantener invariable su hegemonía. Sin embargo, consideramos que esa historia es posible de revertir”. Asumiendo esta tarea, la UNLa, como universidad urbana comprometida, convirtió esta propuesta en un proyecto colectivo.
El equipo
El grupo de estudio se conformó por jóvenes profesionales provenientes de diversas Ciencias Sociales (historiadores, politólogos, filósofos, sociólogos, geógrafos, economistas, entre otros). En el transcurso de la investigación, quienes hemos participado en el proyecto tuvimos que desandar ciertos aprendizajes, como aquellos inculcados desde el racionalismo abstracto universal; y transitar nuevas miradas orientadas a comprender el pasado desde una lectura historicista y latinoamericana. Como diría Arturo Jauretche, “desaprender” para poder mirar la realidad “desde aquí”.
Una vez iniciado el trabajo, definimos los objetivos prioritarios del Atlas. Por un lado, buscamos construir un relato histórico de Nuestra América, a fin de contribuir a la descolonización cultural y pedagógica, que problematice las interpretaciones historiográficas realizadas desde una matriz eurocéntrica y que permita superar los relatos basados en las historias de cada una de las “patrias chicas”. Además, aportar una herramienta pedagógica para la tarea de concretar la permanente voluntad de integración de nuestros pueblos, ya que reconocemos que América Latina, como Patria Grande, constituye una Nación que ha sido desmembrada.
Si bien la decisión en cuanto al recorte temporal elegido al comienzo de la investigación fue comenzar por las luchas por la emancipación (principios del siglo XIX), en el transcurso del trabajo consideramos necesario incorporar etapas históricas precedentes, ya que no puede entenderse la independencia sin conocer la etapa colonial, el proceso de conquista europea y la historia de los pueblos originarios. Por eso, incorporamos un apartado que presenta algunas reflexiones sobre la etapa acontecida entre el poblamiento de América y la crisis del siglo XVIII. No se busca realizar un desarrollo fáctico, lineal o global de esta etapa, sino abordar algunos contenidos seleccionados a fin de trazar líneas de continuidad y ruptura que permiten reflexionar sobre los procesos del siglo XIX y XX, pero también sobre nuestro presente y el porvenir de Nuestra América en construcción.
Tres volúmenes
El Atlas se organiza en tres tomos. El primero aborda la historia desde el poblamiento de América hasta la Revolución Mexicana; el segundo, desde principios del siglo XX hasta nuestros días. En los capítulos que componen estos tomos, se desarrollan los principales procesos políticos, económicos, culturales y sociales, pero también estudios específicos de algunos ejes considerados imprescindibles. Estos son: historia de los nombres de América Latina, historia de las representaciones cartográficas, historia de la lucha de los campesinos, del movimiento obrero y de las mujeres; también, se analizan los textos constitucionales del siglo XIX, XX y XXI. Por otro lado, cada etapa histórica cuenta con una selección de documentos y fuentes primarias, fundamentales para situarnos en la época estudiada. También se presentan mapas antiguos y mapas temáticos de elaboración propia que tienen como objetivo representar gráficamente diversos procesos en la organización político territorial de la región.
Por último, el tomo 3 aborda diversos aspectos centrales de la identidad y la realidad social actual. Desde una perspectiva histórica, se estudian temáticas centrales para reflexionar sobre quiénes somos, hacia dónde vamos, cuáles son nuestros principales desafíos, en terrenos tales como la salud, la educación, el urbanismo, la defensa, la música, la religión, las lenguas, la comunicación y la cultura jurídica.
Resulta necesario aclarar que, quienes hemos trabajado en esta obra, somos concientes del desafío que implica hacer historia reciente. Asumimos nuestra vinculación con los acontecimientos contemporáneos y con muchos de los procesos que el Atlas aborda y ante ellos, no mantenemos una postura neutral. Creemos que detrás de la llamada “objetividad científica” hay siempre proyectos políticos e ideológicos y que esa “neutralidad” esgrimida por otros acercamientos y estudios a la realidad latinoamericana, no es posible. Esto no implica el abandono de la seriedad en la investigación a partir del estudio de fuentes y documentos que nos han permitido analizar críticamente los procesos referidos al siglo XXI.
Nuestra tarea ha concluido. Nos encontramos próximos a la presentación del material resultado de más de dos años de trabajo. Somos concientes de la ambiciosa tarea a la cual nos enfrentamos. Trabajamos con compromiso y gran entusiasmo.
Pero reconocemos que es mucho lo que falta por recorrer, que el Atlas constituye tan solo un primer aporte a la reconstrucción de una historia escrita “desde acá”. Esperamos que pueda convertirse en una herramienta pedagógica pero también política -en contextos en los cuales el avance popular se ve amenazado- para continuar la lucha por la justicia social y la emancipación definitiva de nuestros pueblos.
Tomos 1 y 2:
Directora: Ana Jaramillo.
Coordinadora: Mara Espasande.
Autores: Florencia Ávila / Lucía Blotta Cavalli / Soledad Busti / Francisco Cafiero / Ana Paula Capaldi / Jazmín Castaño / Facundo Cersósimo / Daniela D´Ambra / Luis Díaz / Ernesto Dufour / Tania Etulain / Ileana Fernández Escobar / Sergio Fontana / Javier Gerbasi / Malena González Magnasco / Fernando Guzzi / Santiago Hayden / Ezequiel Ivanis / Damián Ledesma / Cecilia Lemme / Juan Francisco Natalizio / Valeria Rodríguez / Diego Sanguinetti / Dalina Serrano / María Eugenia Sozzani / Valeria Suárez.
Colaboradores: Emanuel Bonforti / Fernando Buen Abad / Julio Cardoso / Nicolás Damín / Dolores Gandulfo / Juliana Gómez / Francisco Pestanha.
Diseño de mapas e infografías: Cristina Melo / Miguel Canella.
Diseño gráfico: Ariel Fischer / Verónica Duh / Romina Rodríguez.
Tomo 3:
Directora: Ana Jaramillo.
Coordinadores: Mara Espasande y Ernesto Dufour.
Autores: Marcio Alazraqui / Daniel Bozzani / Fabián Brown / Fernando Buen Abad / Vanessa Di Cecco / Ana Farber / Alberto Filippi / Ana Jaramillo / Ernesto López / Matías Mattalini / Nerio Neirotti / Pedro Sonderéguer / Hugo Spinelli / Oscar Tangelson.
Diseño gráfico: Ariel Fischer / Miguel Canella
Elaboración de mapas e infografías: Cristina Melo / Silvina Quintero / Valeria Rodríguez.
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