A mediados de agosto de 2025 se realizó el primer encuentro lanzamiento del proyecto “Entre Coopes”, una iniciativa del Observatorio de la Economía Popular de la UNLa creado en 2022, que busca fortalecer la articulación entre las organizaciones sociales y la universidad pública, promoviendo principalmente el intercambio de saberes y la construcción conjunta de soluciones a problemáticas concretas. El espacio reunió a entidades de distintas provincias junto a estudiantes, docentes, graduados y trabajadores universitarios, consolidando un ámbito de intercambio y construcción colectiva.

El Observatorio de la Economía Popular funciona como un espacio de trabajo coordinado entre el Departamento de Desarrollo Productivo y la Secretaría de Ciencia y Técnica, que integra actividades relacionadas con docencia, investigación y cooperación, promoviendo la vinculación entre la docencia, la investigación y la economía social, solidaria y popular. Según sus referentes, “Entre coopes” articula acciones formativas, redes técnicas y actividades concretas tales como la Feria de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Social, con la intención de consolidar vínculos horizontales en los que cada organización participante sea protagonista.

Durante el primer encuentro, las organizaciones participantes —en su mayoría pequeñas, de entre uno y diez integrantes, y provenientes de Buenos Aires, La Rioja, Santa Fe, Mendoza y Santa Cruz— compartieron sus principales desafíos en gestión, finanzas, contabilidad y comunicación.

Experiencias y voces de los protagonistas

En distintos rincones del país, docentes, trabajadoras de la salud, ingenieras, comunicadores, dirigentes mutuales y referentes educativos confluyen en un mismo horizonte: el cooperativismo como herramienta de transformación social. Sus historias, diversas en origen pero cercanas en espíritu, muestran que detrás de cada proyecto hay una comunidad que resiste, se organiza y construye futuro.

  •   La docencia como territorio cooperativo: la experiencia de María Eugenia Ami

María Eugenia Ami es profesora de la Tecnicatura en Economía Social del Instituto Superior de Formación Docente y Técnica de La Matanza. Desde hace 13 años, junto a su equipo docente impulsa una propuesta educativa profundamente arraigada en la realidad territorial.

“Conocemos bastante nuestra realidad matancera y sus características. También algo del oeste, que es como un gigante. La verdad que cuando vi el cuadro que presentaron, me impactó” comenta Ami, en referencia a un trabajo reciente que resonó con sus prácticas.

Las encuestas realizadas en ferias y mercados populares revelaron un dato clave: aunque no siempre funcionan bajo la lógica cooperativa, los emprendedores comparten problemáticas, necesidades logísticas y oportunidades de articulación. Ese hallazgo permitió pensar nuevas formas de organización colectiva. “Nos enfocamos en relevar problemáticas comunes. Y la verdad es que encontramos muchas similitudes entre los distintos actores. Fue muy revelador”, señala.

Desde su rol docente, Ami refuerza la importancia de vincular el aula con el territorio, donde el cooperativismo aparece como una respuesta práctica y transformadora.

  • Un sueño hecho cooperativa: Maria Gabriela Chialba y Entramando Sueños

Tras 32 años en el Instituto Nacional de Rehabilitación Psicofísica del Sur (INAREPS), Gabriela Chialba decidió dar un paso que soñó durante décadas: conformar una cooperativa de trabajo para promover inclusión y asociativismo. “Siempre soñé que antes de jubilarme quería irme con una cooperativa armada”, confiesa.

Así nació la Cooperativa de Trabajo Entramando Sueños MDP, integrada por excompañeros del INAREPS y personas con diversidad funcional. El proyecto gira en torno a la producción artesanal —cerámica, textiles, bordado— y busca acompañar a los participantes desde la creación hasta la comercialización.

“Queremos facilitar el desarrollo de los emprendimientos, dictar capacitaciones, y encuadrar todo bajo la normativa cooperativa. Ya venimos produciendo y vendiendo desde hace años, pero ahora lo hacemos desde una estructura formal que nos permite crecer y sostenernos”, explica Gabriela.

Su propuesta recupera la tradición del crédito comunitario y la resignifica en forma de “cápsulas productivas”, apostando a trabajo digno y a la construcción de comunidad.

  • Finanzas solidarias: el recorrido de Fundación La Base

Con más de dos décadas de trayectoria, la Fundación La Base ha consolidado un modelo de financiamiento alternativo en Argentina. María Eva, integrante de la organización, destaca que en los últimos años la virtualidad les permitió llegar a cooperativas y grupos autogestivos en todo el país.

“Hace más de 20 años que trabajamos en el acompañamiento financiero de organizaciones autogestionadas. En los últimos cinco o seis años, gracias a la virtualidad, hemos podido expandir nuestro alcance”, explica.

El vínculo con la Universidad Nacional de Lanús fue clave: en 2024, junto con la Especialización en Economía Social, desarrollaron el primer curso de finanzas solidarias. “Fue una experiencia hermosa. Pudimos compartir saberes, preguntas y prácticas con organizaciones amigas. Siempre nos encontramos un poco de los dos lados: aprendiendo y ofreciendo”, resume María Eva.

En un contexto en el que las finanzas tradicionales excluyen a los sectores populares, la propuesta de La Base se convierte en un puente concreto para sostener proyectos y fortalecer redes cooperativas.

  • Ingeniería cooperativa: el desafío de INGECOOP

Malena Rivas, integrante de la cooperativa INGECOOP, cuenta que en 2025 decidieron ampliar su horizonte más allá del trabajo técnico, tendiendo puentes con universidades y otras organizaciones. “Somos una cooperativa de trabajo. Hoy somos 32 asociados y este año decidimos profundizar nuestro compromiso, no solo con lo técnico, sino también con el vínculo comunitario y académico”, relata.

INGECOOP acompaña a otras cooperativas en procesos de gestión de subsidios, automatización de procesos y mejoras tecnológicas. Sus aportes fueron clave para empresas recuperadas como Madigraf o para cooperativas productivas como Rots, de La Plata.

“Nosotros podemos aportar desde lo práctico, desde lo técnico. Pero en lo que es vinculación institucional, somos pocos. Ahí las universidades nos dieron una mano enorme para poder llegar, ayudar y aportar”, reconoce.

La experiencia demuestra que el cooperativismo también puede habitar espacios de alta especialización, llevando los principios solidarios al campo de la ingeniería.

  • Comunicación comunitaria: Cristian Habarna y Punto Radio MDQ

En Mar del Plata, la Cooperativa Punto Radio MDQ nació del encuentro de amigos con pasiones artísticas y comunicacionales. Cristian Habarna recuerda que la pandemia aceleró la decisión de formalizarse como cooperativa.

“Entre todas las figuras jurídicas posibles, nos identificamos profundamente con el cooperativismo, con lo comunitario, con pensar en el otro, en el vecino”, explica.

Radio MDQ apostó al streaming como herramienta para construir comunidad, con contenidos locales y participativos. Además de transmitir, articulan con universidades en proyectos de extensión y prácticas estudiantiles.

“‘Ser parte’ implica entender que ganamos todos o perdemos todos. Estaría bueno contar con un manual base que explique qué significa realmente formar parte de una cooperativa”, reflexiona Cristian.

Su propuesta refuerza el rol de la comunicación cooperativa como motor cultural y social.

  • Educación y autogestión: Estela Llancapán y el Colegio Modelo de San José

En 2012, docentes y familias de Temperley recuperaron una escuela quebrada y la transformaron en el Colegio Modelo San José, bajo gestión cooperativa. Estela Llancapán, su representante legal, recuerda: “Rescatamos un colegio que estaba quebrado. Hoy tenemos más de 800 alumnos en los tres niveles educativos, y lo que logramos fue construir un espacio digno de trabajo y aprendizaje”.

El vínculo con la UNLa fue clave para fortalecer áreas críticas como administración y contabilidad. Su experiencia también inspiró a nuevas cooperativas educativas, como la que lidera Lisa en el Colegio del Sur.

“Uno de los puntos más débiles de las cooperativas es iniciar el camino sin conocimiento contable. Muchas veces caemos en manos de profesionales que no comprenden la lógica cooperativa”, advierte Estela.

El colegio funciona como cooperativa de trabajo, pero garantiza derechos laborales plenos, demostrando que la autogestión puede convivir con condiciones laborales dignas.

  • Redes técnicas y solidarias: Cecilia Ratovicius y la cooperativa CaDe

La cooperativa CaDe, de la que forma parte Cecilia Ratovicius, se especializa en brindar asesoramiento integral a cooperativas y mutuales, además de capacitaciones y acompañamiento personalizado a entidades de la economía social en aspectos sociales, societarios, contables, económicos y legales. Su objetivo es claro: democratizar el acceso a conocimientos legales, contables y administrativos.

“Queremos que todas las entidades, tengan o no fondos, puedan acceder al conocimiento necesario para sostener su trabajo. Por eso ofrecemos capacitaciones presenciales y virtuales, algunas aranceladas y otras a la gorra”, explica.

En un sector donde los vacíos técnicos pueden frenar proyectos, CaDe se posiciona como una aliada estratégica.

  • La perspectiva de género en el cooperativismo: Laura Palero y Mutual La Nosotredad

En Mendoza, la Mutual La Nosotredad trabaja desde hace cinco años en el financiamiento y fortalecimiento de proyectos liderados por mujeres. Laura Palero —“Pupi”— destaca que la mutual nació como continuidad de la política de microcrédito del Banco de la Buena Fe. “Nosotras trabajamos con proyectos de mujeres, promovemos la autogestión y la organización colectiva”, explica.

Hoy impulsan la creación de una cooperativa de cuidadoras y enfrentan desafíos específicos como la falta de acompañamiento técnico local y las trabas normativas.

“El financiamiento de proyectos de compañeras es lo que más energía y neuronas nos demanda. Pero también es lo que más nos moviliza”, sostiene Laura.

  • Cooperativismo industrial en La Rioja: Valeria Vedia y Selius

La cooperativa Selius, presidida por Valeria Vedia, lleva 20 años brindando servicios electromecánicos en La Rioja. Su experiencia refleja los obstáculos estructurales del sector: dificultades para acceder a parques industriales, balances rechazados y falta de acompañamiento profesional. “Estamos generando trabajo, riqueza y futuro. Pero las limitaciones nos hacen sentir que no vale la pena seguir. Necesitamos que el Estado nos vea como empresas serias, no como organizaciones de subsistencia”, reclama Valeria.

Desde la Federación de Cooperativas Riojanas, impulsa la articulación sectorial y la construcción de políticas públicas integrales.

  • Una nueva escuela bajo gestión cooperativa: Lisa Spezzini y el Colegio del Sur

En la provincia de Buenos Aires, Lisa y un grupo de docentes decidieron recuperar una escuela quebrada en 2023. Hoy la cooperativa educativa Colegio del Sur sostiene el proyecto pedagógico sin subsidios estatales. “Nos encontramos en el mundo cooperativo un lugar de acogida. No sabíamos cómo seguir, pero sabíamos que queríamos continuar. La cooperativa fue la salida”, relata Lisa. Trabajan con salarios reducidos, sin obra social ni aportes jubilatorios, pero con un fuerte compromiso comunitario. La comunidad educativa pinta, arregla y sostiene colectivamente el espacio. “Queremos comprar a cooperativas, generar trabajo, elegir dónde va nuestro dinero. Ser consumidores conscientes también es parte del proyecto”, afirma.

Su historia, inspirada en el Colegio San José, es testimonio de resiliencia y de la vigencia del cooperativismo educativo.

Un entramado de experiencias

Cada testimonio parece hablar de un mundo distinto: escuelas, radios, mutuales, cooperativas de ingeniería o de producción artesanal. Sin embargo, al escucharlos juntos se revela una trama común. Todas estas voces hablan de autogestión, organización colectiva y búsqueda de apoyo mutuo. Todas señalan la necesidad de articular con las universidades para fortalecer capacidades técnicas, legitimar experiencias y acceder a recursos. Todas, en definitiva, muestran que el cooperativismo es mucho más que una figura legal: es una práctica social que permite construir futuro en colectivo.

El proyecto “Entre Coopes” de la UNLa busca justamente eso: dar un espacio donde estas historias puedan encontrarse, reconocerse y proyectarse en común. Porque cuando las experiencias se entrelazan, el cooperativismo deja de ser un esfuerzo aislado y se convierte en un movimiento capaz de transformar realidades. Las voces de María Eugenia, Gabriela, María Eva, Malena, Cristian, Estela, Cecilia, Laura, Valeria y Lisa conforman un entramado vivo que demuestra que el cooperativismo no es solo un modelo económico sustentable: es, sobre todo, una práctica de vida, de solidaridad y de futuro.

Propuesta de articulación y formación

Dentro del marco de “Entre Coopes” se propone la realización de talleres formativos y relevamientos previos, abordando temas de interés concreto para las cooperativas, como finanzas solidarias, asesoramiento contable y acceso a recursos. También se plantea la creación de un “recursero” digital con guías prácticas, bases de datos de financiamiento y contactos de apoyo técnico. La UNLa actúa como facilitadora de la plataforma de difusión, asegurando la participación activa de las organizaciones, sin perder el protagonismo de los actores territoriales.

El proyecto busca democratizar el acceso al conocimiento, fortalecer redes colaborativas y consolidar herramientas concretas para la economía social y cooperativa, con el objetivo de generar un impacto real en la sociedad, promoviendo investigación aplicada, cocreación de proyectos y desarrollo local.

A modo de conclusión sobre el encuentro del proyecto “Entre Coopes”, este representa un modelo de articulación federal, inclusivo y horizontal, en el que universidades, cooperativas y otras organizaciones de la economía popular trabajan juntas para enfrentar desafíos comunes y fortalecer capacidades locales. La experiencia demuestra que el trabajo colectivo, la autogestión y el acompañamiento académico pueden convertirse en herramientas estratégicas para promover la economía social, la innovación territorial y la transformación comunitaria en la Argentina.

Ciclo “Entre Coopes”
El Observatorio de la Economía Popular de la UNLa llevará adelante dos ciclos de encuentros como una propuesta formativa gratuita y abierta a la comunidad.

El primer encuentro, titulado “Gestión al día: Herramientas para tu cooperativa”, se realizará el jueves 13 de noviembre a las 14 hs. de manera virtual, y estará a cargo de integrantes de la Cooperativa de Trabajo Capacitación y Desarrollo Ltda. (Coop. CADE), quienes brindarán herramientas para fortalecer la gestión administrativa y contable de las organizaciones.

El segundo encuentro, “Finanzas solidarias para fortalecer tu organización”, se desarrollará el miércoles 19 de noviembre a las 14 hs., también en modalidad virtual, y contará con la participación de La Nosotredad Mendoza, la Federación Riojana de Cooperativas Autogestionadas (FERCOA) y la Fundación La Base, que presentarán herramientas financieras orientadas a mejorar la gestión, el acceso al crédito y la sostenibilidad de las organizaciones de la economía social, entre experiencias y estrategias de financiamiento solidario.

El ciclo se enmarca además en la Semana Latinoamericana y Caribeña de Economía Social y Solidaria convocada por la RUESS/Argentina, RUESS/Chile, RUESS/México, UNICOSSOL/Colombia, Rede ITCPs/Brasil, Rede de Economia Solidária da Rede Federal de Educação Profissional, Científica e Tecnológica/Rede IF ECOSOL/Brasil, Cátedra UNESCO de ESS, PROCOAS/AUGM, Red de Economía Social de las Universidades Jesuitas en México.

Las inscripciones se realizan a través del formulario en línea o escribiendo al correo economiapopularunla@gmail.com

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