El 26 de marzo, apenas dos días después de la fecha en la que se cumplieron los 38 años del golpe cívico- militar del 24 de marzo de 1976, el Espacio de Arte inauguró en el edificio José Hernández la muestra de la Asociación Anahí.
Clara Anahí es el nombre de la hija de Diana Teruggi de Mariani y Daniel Mariani. En el mediodía del 24 de noviembre de 1976, las «fuerzas conjuntas» de la dictadura atacaron la casa donde, entre otros, se encontraban Diana con la pequeña Clara Anahí, de apenas 3 meses de edad. Luego de asesinar a Diana y a otros compañeros, la bebita fue secuestrada y permanece desaparecida hasta el día de hoy. Menos de un año después, su papá Daniel Mariani fue asesinado en la ciudad de La Plata.
Desde entonces «Chicha» Mariani- María Isabel Chorobik de Mariani- busca sin descanso a su nieta. Además de formar parte de Abuelas de Plaza de Mayo desde 1996, Chica preside la Asociación Anahí, organismo creado para promover, sostener y defender la plena vigencia de los derechos humanos y que da cuenta, entre sus principales objetivos, de la recuperación y persevación de la memoria histórica.
Uno de los propósitos de la Asociación es la conservación del inmueble que fue la familia de la vivienda Mariani- Teruggi, por su valor histórico como documento testimonial de la barbarie del terrorismo de Estado y por su valor personal para Clara Anahí, cuando sea recuperada.
La muestra
Fotos, planos, biografías de cada uno de los ocupantes en el momento del ataque, la historia de vida de Diana y Daniel, de sus padres y también de sus abuelos, cartas a organismos internacionales, el registro de la lucha de Chicha Mariani, e incluso una instalación en tamaño real que permite recorrer la disposición de los distintos cuartos en la casa de La Plata. Todo esto fue parte de la muestra y también objetos ante los que es imposible no conmoverse: los pequeños regalos que una jovencísima Diana Teruggi le hacía a su marido con mensajes de su puño y letra, los escarpines y las batitas de Clara Anahí, el sillón donde una Diana embarazada soñaba el mejor mundo para su hijita: los resabios de una historia privada que, a la luz de la violencia y del robo que vinieron no mucho después, cobran una dimensión trágica.
«La memoria no es un ejercicio nemotécnico, es un esfuerzo doloroso del corazón», escribió la rectora Jaramillo en el catálogo de la muestra.
«La muestra de la Fundación Anahí que presenta la UNLa sobre la búsqueda, el recuerdo, el esfuerzo y el dolor de Chicha Mariani interpela al corazón de quienes no conocen la historia de la represión de la última dictadura en nuestro país, modifica indiferencias, banalizaciones del dolor ajeno y prepara a nuestros jóvenes para construir otro futuro».
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