La fundación del Club Lanús

En los primeros días de 1915 se produce un acontecimiento de relevancia en la por entonces localidad de Lanús. El 3 de enero un núcleo de vecinos se reúne en asamblea en el Club del Progreso (José C. Paz 1142, actual avenida 9 de Julio) “con el objeto de fundar una institución de ejercicios físicos” y contribuir “al desarrollo constante del pueblo”. Entre las disciplinas deportivas que proyectan desarrollar se encuentra el fútbol pero también otras tales como el tenis, cricket, aviación, tiro al blanco, hípica, pelota, ciclismo, natación, gimnasia y esgrima.

Siete días después del acto fundacional se constituye la primera comisión directiva del club que consagra a Miguel Usaray como presidente, quien “promete llevar a la institución por el camino del éxito”.

En los días sucesivos se procede a la elección del nombre y los colores. El 21 de enero de 1915 Perfecto Míguez señala que el nombre escogido inicialmente es Club Atlético de Lanús mientras que José Aniceto García considera adecuado suprimir la preposición de. Por su parte, Suárez propone el nombre “Lanús Atlético”. Puestas a votación ambas denominaciones es aprobada por mayoría de votos la primera, “quedando designada la institución con el nombre de Club Atlético Lanús”.

La elección de los colores se trata a poco más de un mes de la fundación. En febrero de 1915 Carlos Pointis “presenta los dibujos de una camiseta roja con cuellos y puños blancos, y el señor Messeguer otra con la bandera roja con discos blancos y el monograma del club también en fondo blanco”. Esta propuesta es objetada ya que el rojo es proclive a desteñirse y, con ello, puede manchar el blanco dando un mal aspecto a la indumentaria del equipo. “Con estas aclaraciones se aprueban provisoriamente los colores rojo y blanco para las camisetas y la bandera, suprimiéndole los discos blancos y agregándole una franja de este color alrededor”. Dos meses después aparece la primera mención al color granate como representativo de la institución. A fines de abril de 1915 “Pointis presenta la moción de que se compre una docena de camisetas blancas pues los jugadores del Club Independiente usan camisetas color grana, como las de Lanús”. En mayo, al tratarse el distintivo de la comisión directiva se encarga la confección de escarapelas granates con un botón blanco.

En el primer semestre de 1915 el club cuenta con 462 socios, de los cuales se produce rápidamente una baja de 147. El descenso continúa produciéndose hasta llegar a 247 para fines de 1915, distribuidos en las siguientes categorías: 18 socios de mérito, 32 protectores, 150 activos, 41 cadetes y 6 socias (las primeras socias fueron María Galarza, María Damonte, Elsa García, y la niña Haydeé Gazcón).

Más allá de la vida deportiva, la principal actividad emprendida por los directivos y socios del Club Lanús fue la organización de los festejos patrios del 9 de julio de 1915. Para ello, se promueve la organización de un concurso de rondas escolares y se coopera con múltiples instituciones locales en la diagramación del evento. Asimismo, el vínculo con otras instituciones se refleja en la cesión de la cancha a los estudiantes del Colegio Nacional Sud para la práctica deportiva, y en la organización de un partido amistoso entre la tercera división de Lanús y el Club Picaflor enteramente a beneficio del cuartel de Bomberos Voluntarios local.

 

La primera cancha

Lanús inicia sus prácticas deportivas arrendando un terreno ubicado en Margarita Weild y Deheza, propiedad del vecino Bautista Rossi, cuyo alquiler es costeado gracias a un subsidio de la Compañía de Tranvías Lanús-Avellaneda. Sin embargo, antes de alquilar este terreno los dirigentes evaluaron otras alternativas. Una de las posibles canchas, de dos o tres manzanas de extensión, se hallaba sobre la calle Pavón y era propiedad de la familia Martínez de Hoz. Esta opción fue desechada ya que en un futuro sus propietarios podrían reclamar las tierras y se buscaba alquilar un terreno que pudiese ser comprado.

En enero de 1915 se presupuesta la construcción de una tribuna con una capacidad para 200 personas. También se compra una casilla a Bautista Rossi, utilizada para el vestuario de los jugadores y el guardado de los objetos de juego. La posesión de esta infraestructura elemental era un requisito clave al momento de obtener la afiliación del club ante la Asociación Argentina de Football.

En los siguientes meses se instala en el campo de deportes un puesto de bebidas, frutas y churrascos; se instala un molino; y se implementa en la casilla un sistema de iluminación con lámparas a nafta. Estas mejoras aún no son acompañadas por un saneamiento de los caminos de acceso a la cancha que en los días de lluvia se vuelven realmente intransitables, generando múltiples reclamos por parte de los jugadores rivales.

Durante todo el mes de abril de 1915, la comisión directiva discute la organización de la fiesta de inauguración del campo de deportes, para la cual se programa un partido amistoso entre la primera división de Racing y la intermedia de Lanús. La Comisión de Fiestas propone la participación de la banda de marinería o de la policía de la capital y, como espectáculo de gran atracción, se evalúa incorporar un número de aviación que finalmente será suspendido por razones económicas.

 

Los orígenes del fútbol en el club

La afiliación del Club Atlético Lanús a la Asociación Argentina de Football se realiza a fines de enero de 1915 con la inscripción de las divisiones intermedia, segunda, tercera, cuarta y quinta. Por entonces se conocía como intermedia a la segunda división del fútbol amateur, denominación que se mantiene vigente entre los años 1911 y 1926.

Al mismo tiempo, Lanús comienza a disputar sus primeros partidos amistosos y de práctica. El 21 de marzo se programa un amistoso de intermedia frente a la Sociedad Arte y Sport que, posiblemente, sea el primer partido de la historia del club.

Próximo al inicio de los partidos oficiales el 25 de marzo de 1915 las divisiones intermedia y segunda A de Lanús disputan un partido de selección de jugadores. El mismo se interrumpe por el retiro de la segunda A antes de finalizado el tiempo reglamentario, en protesta por un gol que el árbitro anuló luego de haberlo convalidado.

Frente a las faltas cometidas en este partido la comisión directiva determina la suspensión de la segunda división. Por otro lado, se advierte la dificultad para conformar los equipos ya que en los dos partidos realizados con anterioridad la división intermedia se presentó tan solo con seis jugadores. Estos partidos de carácter amistoso, además, sirven para evaluar el rendimiento de los jugadores. Por ello, la comisión resuelve que el arquero Cuomo, de pésimo rendimiento, sea reemplazado por Siciliano.

Según el historiador Néstor Bova, a las 15 horas del 11 de abril de 1915 Lanús juega su primer partido oficial frente al Club Atlético Buenos Aires, en la cancha de la Isla Maciel, siendo derrotado por 3 a 1 (gol de Emilio Malespada). Luego de este partido, los directivos consideran que el punto débil del equipo fue el rendimiento del jugador Felissatti, aquejado por algún tipo de lesión. Por lo tanto, se promueve su reemplazo por Pescia hasta su recuperación.

A mediados de año, Miguel Usaray renuncia al cargo de presidente y una nueva asamblea determina la elección de Francisco Galarza. Frente a esto, los jugadores de las divisiones intermedia, segunda A y algunos integrantes de la tercera, manifiestan su disconformidad con el presidente electo. La oposición de los futbolistas llega hasta el extremo de exigir la disolución de la comisión directiva y el desarrollo de nuevas elecciones. Además manifiestan que, de no modificarse este escenario, disputarán un último partido para luego cesar en sus actividades.

Los directivos toman nota de esto y la enemistad con los jugadores se prolonga. Dentro de esta creciente tensión, los jugadores acusados de promover la discordia son Malespada, Siciliano, Pescia, Guido, Alberici, Lapeyre y Anglese quienes, en su defensa, argumentan que su hostilidad proviene de la aparente intención de la comisión directiva de fusionar al Club Lanús con el Club del Progreso. Curiosamente, también explican que el malestar es motivado por el desagrado del presidente Galarza hacia los jugadores que usan pañuelo al cuello.

El 10 de agosto toma publicidad una nota de los futbolistas que incrementa las desavenencias:

 

 

A la Comisión directiva del Club Atlético Lanús:

Los abajo firmantes, socios y jugadores del team intermedia comunican a uds. que en vista de que algunos de los miembros de la Comisión trataron el día 1º de agosto por medios incorrectos de catequizarnos para dejar nuestras ideas y habiendo reconocido ahora que rebajamos nuestra dignidad hemos acordado lo que ya es del dominio público, o sea, dejar de ser jugadores de ese Club mientras no haya sido modificada la presidencia por otro miembro de la Comisión que sea más apto, y que reúna más condiciones para ocupar un cargo de tal naturaleza.

Saluda atte.

Firmas: A. Pescia, Luis Alberici, Bautista Anglese, Francisco Márquez

 

En respuesta, la comisión directiva expulsa del club a los jugadores Anglese, Alberici, Pescia y Márquez. El único voto contra la expulsión fue el del ex presidente Miguel Usaray, quien se alejará de la institución.

Otro aspecto a destacar vinculado a los orígenes del fútbol en el Club Lanús es el de la escasez de recursos económicos de los futbolistas. Esto se torna un verdadero problema en un contexto de fútbol amateur en el que se encontraba prohibido el pago de honorarios a los jugadores, quienes debían ser verdaderos sportsman que cultivaran su amor por el deporte manteniéndose alejados del afán de lucro.

Sin embargo, este ideal aristocrático confrontaba con la situación real de muchos de ellos que provenían de familias humildes. En abril de 1915 Carlos Pointis se encarga de la compra de camisetas para las distintas divisiones; en el caso de aquellos que no pudiesen pagarlas, estos debían presentar una garantía.

Poco después de la compra de los uniformes tiene lugar un debate sobre el pago de viáticos para los partidos en condición de visitante. Por ejemplo, la segunda división B debía disputar un partido en la ciudad de La Plata y muchos jugadores no podían pagar el pasaje. Por lo tanto, la dirigencia decide reconocer el 50% en concepto de viáticos cuando se disputen encuentros fuera de la localidad.

El balance futbolístico del primer año de competición del Club Lanús arroja como saldo el cuarto puesto obtenido por la división intermedia; el tercer lugar de las divisiones segunda A y tercera A; el octavo de la tercera B; la disolución de la cuarta y el puesto 5 para la quinta. Es de destacar la segunda colocación obtenida por la segunda B.

El año 1915 se caracteriza por una intensa actividad social y política del Club Lanús así como también por la difusión de la práctica deportiva en una localidad ávida por hallar una institución que canalizara su afán de crecimiento. Más de un siglo después, el venturoso presente del club se resignifica conociendo los primeros pasos dados por sus dirigentes, sus socios y sus deportistas.


Marcos Mele es Historiador y Docente Investigador de la UNLa

 

*Foto extraída del blog futboldelgranate.blogspot.com.ar , de Néstor Daniel Bova

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