“No renuncio a la lucha, renuncio a los honores”
Eva Perón
El 22 de agosto de 1951, frente a una avenida 9 de julio desbordante de hombres, mujeres y niños, Eva Duarte de Perón desgranó ante el pueblo argentino las razones de su renuncia a integrar la fórmula presidencial junto a Juan Domingo Perón.
De esa jornada conocida como Día del Renunciamiento Histórico hablamos con Claudia Bernazza, quien durante este mes de agosto dicta el seminario Jirones de mi vida: El pensamiento político de María Eva Duarte de Perón en nuestra universidad.
¿Cuál es tu visión del renunciamiento?
El discurso del renunciamiento es de las piezas más estratégicas de Evita: un documento político de enorme valor histórico que tiene que ver con una situación personal de ella tanto en términos de salud física como en términos de la correlación de fuerzas que se daban al interior del peronismo, y del contexto que el movimiento estaba viviendo en ese momento. Es una pieza profundamente meditada: cada una de sus palabras está puesta en su lugar por algo. En ese texto, básicamente lo que hace Evita es facilitar todo lo que es la continuidad del proyecto político sabiendo que ella podría estar ocupando otro lugar; que el lugar que le había dado el pueblo era un lugar que no dependía de los cargos electivos. Esto ella lo dice con toda sinceridad. Efectivamente en ese renunciamiento uno sabe que ella es consciente de que el suyo es el lugar de “Evita, la interlocutora de los trabajadores y las mujeres”, más allá del cargo institucional que ocupara. Uno puede intuir que también le está facilitando el proceso de configuración de la fórmula al movimiento y al proyecto político al que pertenece.
¿Qué le aportaba Evita a Juan Perón?
Por decisión propia, Evita se mueve en lo que podríamos llamar “el nivel de la mesopolítica y de la micropolítica”. A través de la Fundación Eva Perón, del Partido Peronista Femenino, de su diálogo con los gremios, ella actúa como mediadora y al mismo tiempo como la que puede resolver cuestiones de urgencia, cuestiones del corto plazo que no puede resolver la gran estrategia. Esto los ha hecho una pareja muy exitosa a ella y a Juan Perón, en la medida en que había una distribución de la actividad política.
¿Y qué le aportaba al peronismo?
Al peronismo le da su propia esencia, sus principales principios, su forma de actuación. Las fuentes de todo esto no solo se pueden encontrar en la actuación del general Perón, en sus Planes Quinquenales, en sus obras, sino también en la obra que realiza Eva Perón. La verdad es que el vértice o la bandera de la justicia social tiene sus principales resultados en lo que ella puede mostrar en cuestiones de corto plazo, mucho más rápidamente que lo que podrían ser los resultados de las políticas de largo plazo propias del gobierno.
La figura de Eva fue reflejada en un musical, en una película, en la actual serie sobre el libro de Tomás Eloy Martínez Santa Evita. Esta presencia icónica convive con el profundo amor no solo de quienes la vieron y abrazaron, sino también de sus hijos y sus nietos. ¿Por qué pensás que son tan vigentes ella, su figura y su pensamiento?
Es vigente porque ella es cocreadora de un proyecto político que revoluciona la vida política argentina. No solo las características y los objetivos de ese gran proyecto que incluye a todos —al contrario de otros, el peronismo ya no es un proyecto para las elites—, sino porque ella cambia los modales de la política. Los modales de encuentro, la escritura de libros, sus discursos, la forma de acompañar al Presidente, son parte de esas modalidades absolutamente nuevas. Cambia el proyecto del cual ella es cocreadora, cambia la forma de hacer política en la Argentina, cambia el proyecto base del país y el proyecto de Nación también, cambia radicalmente. También son nuevas las modalidades de actuación a través de la Fundación, del Partido Peronista Femenino, las reuniones que mantenía con los gremios, la Peña que se reunía todas las semanas. Y también cambia modales a través de la forma en que se dirigía al pueblo y en sus entrevistas y audiencias. En suma, está vigente porque su proyecto político está vigente y por la profundidad de sus ideas, que ingresan en lo sagrado y amoroso: Evita eleva a categoría política el concepto de amor. Como el amor es sagrado en este continente, también hay una suerte de sacralidad que rodea su proyecto y su figura que hace que también permanezca vigente, y que sea tan visitada por las obras artísticas.
¿Cuáles son los ejes que trabaja el seminario “Jirones de mi vida”?
El seminario aborda tres textos clave de Evita. En primer término La razón de mi vida, casi su hoja de ruta política donde nos cuenta cuál va a ser su estrategia dentro del movimiento y de la causa a la que ella se suma. Luego vamos a analizar un texto más político, estratégico y de la coyuntura como es el discurso del renunciamiento, donde además de la decisión que define su vida ella define el destino del segundo gobierno de Perón diciendo una verdad incontrastable: que tomando o no ese cargo igual seguiría siendo Evita, y que ese era el mayor honor que ella podía tener. Y el tercer documento es el libro Mi mensaje. Si hacemos una comparación con 20 poemas de amor y una canción desesperada de Pablo Neruda, podríamos decir que los 20 poemas de amor están en La razón de mi vida y la canción desesperada es Mi mensaje. Allí se nota la conciencia plena que ella tiene de su enfermedad, de su fin próximo, y por lo tanto trata desesperadamente de explicar su proyecto político y su estrategia.
Vamos a analizar también las consecuencias culturales, sociales y políticas del paso de Evita por el gobierno y como dirigente y conductora política. Y vamos a ir a una fuente literaria, el cuento Esa mujer de Rodolfo Walsh, que explica el clima de época y lo que despertaba la figura de Evita a partir de lo que ha sido el derrotero de su cadáver, tema hoy tan en boga por la serie Santa Evita. Vamos a ver allí que como Evita eleva a categoría política el amor y por lo tanto hay algo sagrado en el proyecto que propone, su figura también se instala en los altares populares como una figura sagrada. Y vamos a conocer las razones de esta sacralidad de su figura, este fenómeno de convertir en sagrado algo tan humano como es la vida de una mujer, y lo vamos a analizar en el contexto de la cosmovisión nuestroamericana y la cosmovisión de nuestros pueblos originaros de aquello que se considera sagrado.
Su actuación está también vinculada a las organizaciones comunitarias de niñez: junto con su marido “Quique” Spinetta abrieron las puertas de Lugar del Sol, una de las orga-nizaciones fundadoras del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo. Actualmente es participante activa en las Organizaciones de lxs Chicxs del Pueblo.
Bernazza es también autora de numerosos libros y artículos: su libro más reciente es Con ternura venceremos. Historia, presente y convicciones de las organizaciones que abrazan, escrito junto con Damián Labusta. (Sobre este tema y para descarga gratuita del libro ver http://vientosur.unla.edu.ar/index.php/con-ternura-venceremos/)
Comenzó el sábado 6 de agosto, pero se siguen recibiendo inscripciones hasta el viernes 12 de agosto en el mail lmartinez@unla.edu.ar
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