Es otro viejo amigo de la Universidad, artífice de las esculturas del “Che” Guevara, Bolívar, San Martín y Artigas que pueblan el Parque Escultórico Latinoamericano, a las puertas del edificio Scalabrini Ortiz; también de la escultura multicolorida en cuya terminación Ramírez invitó a participar a la comunidad universitaria, simbolizando un puente entre la UNLa y el Uruguay que responde a uno de sus objetivos estéticos y vitales: “quiero con mi arte crear puentes culturales entre las personas”.
Esta vez el artista uruguayo Gonzalo Ramírez pasó unos días del verano pasado trabajando en la sede de Patrimonio Histórico del campus en las figuras de otros tres héroes de la Patria Grande: el mexicano Emiliano Zapata, el nicaragüense Augusto César Sandino y Túpac Amaru, el caudillo indígena y líder de la mayor rebelión anticolonial en Hispanoamérica durante el siglo XVIII.
Para venir a la UNLa Ramírez hizo una pausa en su trabajo artístico que durante el último tiempo lo ha llevado a compartir su casa y atelier en la Barra de Maldonado, Uruguay, con largas estancias en Milán y Venecia y la inauguración de una importante muestra en Lisboa, Portugal, a fines de 2019. “Gracias a las estancias en Italia fui invitado a dos Bienales de Venecia -cuenta Ramírez-. En esa ciudad hicimos una especie de convenio con un hotel sobre el Gran Canal para instalar allí unas esculturas”. En Milán expuso la muestra “Atlántico Sur” en el Consulado General de Uruguay, compuesta por diez esculturas en acero concebidas como modelos reproducibles en gran escala para ser instaladas en espacios externos, a la manera de su “Circuito de esculturas” de Punta del Este.
“Volví este año a Lisboa -sigue contando-, con la muestra ‘Del otro lado del espacio’ en la sede del Instituto Cervantes, que hace referencia un poco a la parte espiritual del arte, eso que en el arte actual ya no es tan importante como es el mensaje de la obra, la intención del artista, a través de una escultura clásica. Para esta muestra escribí un texto que dice ‘Los vientos que mueven al hombre alrededor del mundo surcando los océanos son los mismos que nos mueven por el mar de la espiritualidad transportados en la nave del arte’. Estaba trabajando en eso cuando se puso en contacto conmigo la rectora Ana Jaramillo para venir a aportar al Parque Latinoamericano que venimos desarrollando. ‘Si te interesa acompañarnos…’ me dijo, y me vine para acá, a aportar mi trabajo ad honorem”.
¿Cómo encarás la producción de las esculturas para el Parque Latinoamericano?
Las hacemos con Daniel López y la gente de Patrimonio Histórico, con una técnica similar a la que utilizamos para hacer las del “Che”, San Martín, Bolívar, Artigas… Lo diseñamos, después se rectifica el diseño, se plotea y se pasa una matriz y por último a una chapa, de la cual se cortan las esculturas.
¿Estabas trabajando alguna temática en especial en Lisboa?
Ahora estoy trabajando en el tema de las velas, de los vientos, de los mares. Coincide porque no son cosas premeditadas, pero un diario de Lisboa me hizo una nota a orillas del río Tejo, en un lugar donde hay un puente gigantesco. Quedamos con el periodista y el fotógrafo en vernos un viernes a las 9 de la mañana, y de pronto empezó a llover torrencialmente, con mucho viento. Hicimos las fotos junto al río, simulando que las velas homenajeaban a los navegantes, y justo vino una ola y nos bañó. Fue todo muy pintoresco, la experiencia de la nota, cómo quedó todo, como que tiene que ver con la aventura del mar. Ahí estoy en las fotos mostrando mis esculturas en acero inoxidable que semejan velas, en el puerto de Belén en Lisboa, justo el lugar de donde hace siglos partieron navegantes portugueses como Magallanes al descubrimiento del mundo. La temática de los vientos expresa que esos vientos que nos impulsan a través de los mares, en mi caso me mueven a través del mar de la espiritualidad, mi nave es la nave del arte.
Puede decirse que te está yendo bien en el extranjero…
Siento que hay un respeto. En el Río de la Plata de acá al lado hay una especie de destrato, antes que nada porque se considera que sos un osado por ser artista y pretender vivir del arte. He sufrido unos cuantos agravios, hace un tiempo me robaron obras de una galería que estaba afuera, en pleno Punta del Este, cosas raras. En el mundo en que vivimos hay gente que se mueve con tanta impunidad que de vez en cuando hay que denunciar cosas dentro del marco de la justicia.
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