Pocos días después del 17 de octubre, la UNLa celebró los 70 años de una de las mayores gestas del pueblo argentino inaugurando la Sala Cafiero en la Biblioteca universitaria Rodolfo Puiggrós, ubicada en el edificio Scalabrini Ortiz del campus de Remedios de Escalada. Las nuevas instalaciones, con una superficie de 470 metros cuadrados, albergan la biblioteca que perteneciera al dirigente histórico del peronismo Dr. Antonio Cafiero. La Sala Cafiero se suma a los 830 metros cuadrados originales de la Biblioteca Puiggrós, optimizando los servicios de la misma para los estudiantes de la UNLa y para toda la comunidad universitaria.
El acto de inauguración contó con la presencia de Ana y Juan Pablo Cafiero -hijos del Dr. Antonio Cafiero-, del senador de la Nación Juan Manuel Abal Medina y del intendente de Lanús Darío Díaz Pérez, quienes junto a la rectora Ana Jaramillo y el vicerrector Nerio Neirotti protagonizaron el corte de cintas y la recorrida inicial por la sala.
“Preservar este tesoro es para nosotros muy importante, máxime teniendo en cuenta que fue Antonio Cafiero el que sacó la ley de creación de la Universidad Nacional de Lanús, cuando él era Diputado de la Nación”, dijo la rectora Jaramillo. “Muchos de nuestros estudiantes no tienen libros en sus casas, por lo que estos volúmenes son absolutamente fundamentales”, agregó. “Uno de estos libros tiene la gráfica de cuando Perón eliminó los aranceles universitarios, un testimonio que nos obliga a pensar en no ir para atrás”.
A su turno, el senador Abal Medina comentó el honor que significaba para él participar “de este merecido homenaje al gran dirigente, al gran argentino que fue Antonio Cafiero”. Conmovido, el senador dijo: “Yo lo conocí en 1985 cuando el peronismo era visto como la barbarie y la única democracia parecía ser morada. Él me habló de democracia, de historia, de ideales. Él era un peronista de ley, que estaba convencido de lo que había que hacer con la Argentina. Supo llevar las banderas de lealtad, de justicia social, de patriotismo. Ese era Antonio Cafiero”.
El cierre de los discursos estuvo a cargo de Juan Pablo Cafiero, hijo del Dr. Cafiero, quien dijo que “la lista es larga para agradecerles a cada uno de ustedes el testimonio y el agradecimiento por este homenaje que se está llevando adelante. El padre de uno es único y uno de lo defiende siempre en sus virtudes y aún en sus defectos. Ha sido un padre muy completo para nosotros, porque ha tenido una actitud pedagógica con sus hijos, sus nietos y hasta sus bisnietos. Mi padre siempre tuvo una actitud militante en el campo nacional y popular, incluso antes de ser peronista, ya que había trabajado en el barrio y militado en la universidad. Evocando a mi padre lo que puedo decirles es que lo importante es que en cada lugar haya un trinchera política, no para un partido sino para el pensamiento latinoamericano, para el pensamiento nacional y popular, que es lo que tenemos que defender todos los días como militantes de manera permanente”.
A continuación la orquesta de cámara de la UNLa, dirigida por el maestro Daniel Bozzani y con la participación de Julio Coviello en bandoneón, interpretó algunos tangos que llenaron de música el aire de la sala.
“Él quería mucho a la UNLa”
Antes de pasar al brindis, Viento Sur conversó con Juan Pablo Cafiero sobre la biblioteca de su padre y sobre esta donación que enriquece fuertemente el patrimonio bibliográfico de nuestra universidad.
-¿Cómo fue la decisión de donar la biblioteca a la UNLa?
-Era una decisión de él, en realidad. Nosotros lo que hicimos, toda la familia, fue ponerlo en práctica, ocuparnos del tema. Pero básicamente la decisión nació de él. Él quería mucho a la Universidad de Lanús, estaba muy atado a su pálpito con esta universidad, a sus cosas con la UNLa, y tenía por la rectora Ana Jaramillo un gran cariño de toda la vida. Su decisión fue esa, volcar todo lo que él había construido en su vida con su biblioteca a la Universidad. Hay muchos volúmenes que todavía faltan, hay que recuperarlos: siempre la historia con los libros es que son itinerantes. Bueno, la idea fue traerlos acá, a esta universidad, para que estén al servicio de todos: los que estudian, los que investigan, los profesores, y que sirvan como base del estudio de muchos temas. Acá hay muchos libros que van a servir, creo yo, de filosofía, de política, de economía, muchos de ellos de historia.
-¿Cuántos volúmenes son?
-Se calculan ocho mil volúmenes.
-¿Y los favoritos de él, cuáles eran?
¡Los que están escritos por Perón! Él quería los libros de Perón. Esos, que no se los tocara nadie. No era de prestar libros. Él llevaba un cuaderno porque decía “no, los libros después es muy difícil, nadie se acuerda quién los prestó”, entonces él llevaba más o menos un registro. Pero si le pedías un libro de Perón era para mirarlo ahí y nada más. Los libros que él tenía autografiados por Perón ahora están acá. Cuando mi padre iba a Madrid, cuando estaba Perón en el exilio, Perón le dedicaba volúmenes de los que había escrito él. Cuando mi padre escribió, por ejemplo, el de economía, “Cinco años después”, un libro que está por acá, Perón le hizo toda la dedicatoria. Y después está el libro “Militancia sin tiempo”, que fue lo último que mi padre escribió, que tiene el prefacio de la Presidenta, de Cristina Fernández de Kirchner.
-Esta biblioteca debía de ocupar todo un cuarto, ¿no?
-¡Más, más! No, mucho más…
-¿Cómo son los recuerdos que tienen ustedes de chicos, de Cafiero en la biblioteca?
-Él era un gran lector, un hombre que permanentemente tenía los libros señalados, subrayados. Le gustaba hacer fichas de los libros que leía, de los temas importantes. Después los volcaba -claro no estaba la computadora en aquel momento-, así que él los volcaba con su libro diario y en unas fichas, unas cartulinas que tenía, muy chiquitas, que ponía en la máquina de escribir.
-¿Las tienen, esas cartulinas?
-Parte las mantuvo, y parte él mismo las fue dejando, porque cuando vino la computadora él fue pasando muchas de esas fichas. Digamos que tuvo un trato amable con la computadora.
-¿Cómo se sienten ustedes al saber que estos libros están acá?
-Creemos que hemos cumplido con lo que él nos pidió y creemos que están en buen resguardo y que van a ser usados, que es lo que más queremos: que se los utilice, que presten el servicio para el cual son los libros.
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