Como parte de la estancia doctoral en la Universidad de Alicante, España, el docente de la Licenciatura en Enfermería Lucas Agüero[1] participó en el XI congreso nacional y I internacional de SCELE (Sociedad Científica Española de Enfermería) bajo el lema “Prescripción de cuidados y toma de decisiones clínicas». El congreso —celebrado en mayo— tuvo como uno de sus objetivos potenciar la toma de decisiones clínicas de la enfermera (nótese que el uso habitual en España toma solo el sustantivo femenino de esta palabra).
Allí Agüero entrevistó a David Luna Aleixos, quien presentó VALENF, algoritmo que permite predecir el nivel de capacidad funcional, riesgo de lesiones por presión y de caídas.
David, ¿cómo fue tu acercamiento a la investigación en el área de tecnologías y la práctica enfermera?
Mi acercamiento a la investigación en el área de tecnologías y la práctica enfermera fue, en gran medida, un proceso secundario que derivó de mi interacción con la Universidad. En el ámbito asistencial, resulta a menudo complicado encontrar sinergias o compañeros con los que desarrollar, formarse y aprender en investigación. Durante mucho tiempo sentí una profunda inquietud por investigar, publicar y contribuir significativamente a nuestra profesión.
Esta oportunidad se presentó a través de un programa impulsado por la Consejería de Sanidad, cuyo objetivo era conectar a profesionales del mundo académico y universitario con aquellos que trabajamos en las instituciones sanitarias. El fin era generar sinergias y llevar a cabo proyectos de investigación que pudieran ser aplicados en la práctica asistencial.
Al inscribirme en este programa, tuve la fortuna de conocer a quienes hoy son mis compañeros de investigación. En nuestras primeras reuniones, ellos me expusieron su línea de trabajo, la cual estaba fuertemente orientada y relacionada con la gestión sanitaria. Fue entonces cuando me di cuenta de que podía aportar una visión realista y práctica de lo que ocurre en nuestras instituciones sanitarias.
Identificamos un campo de mejora significativo en la actualización de los instrumentos que las enfermeras emplean diariamente para gestionar los cuidados que prestan a los pacientes. Esta área de trabajo no solo me permitió aplicar mis conocimientos y experiencia asistencial, sino también contribuir al desarrollo de herramientas tecnológicas que mejoren la calidad del cuidado enfermero.
¿Y cómo describirías el impacto actual de las tecnologías digitales en las prácticas de enfermería? ¿Cuáles consideras que son los principales beneficios?
Las tecnologías digitales tienen un impacto significativo en la práctica de enfermería, al igual que en otros campos. Sin embargo, este impacto solo se materializa plenamente cuando los profesionales de la salud las aceptan y las utilizan de manera efectiva. Es comprensible que algunas enfermeras muestren resistencia al cambio, influenciadas por la falta de formación específica, la percepción de que estas tecnologías complican más que facilitan su trabajo diario y el temor a lo desconocido.
Es importante destacar que esta resistencia al cambio no es exclusiva de la enfermería. La adopción de nuevas tecnologías siempre conlleva un período de adaptación y, a veces, de rechazo inicial. Sin embargo, abordar estas resistencias con estrategias bien fundamentadas que incluyan formación continua, apoyo institucional y una comunicación efectiva sobre los beneficios de las tecnologías es crucial para superarlas.
El principal impacto de las tecnologías digitales en enfermería se centra en su capacidad para ahorrar tiempo en los cuidados indirectos, especialmente en la gestión de registros electrónicos y otras tareas administrativas. Estas actividades consumen mucho tiempo, lo que puede limitar el tiempo disponible para el cuidado directo del paciente. La automatización de estos procesos mediante registros electrónicos y otras herramientas digitales permite una gestión más eficiente y reduce el riesgo de errores.
Además del ahorro de tiempo, estas tecnologías mejoran la precisión y accesibilidad de la información del paciente. Las enfermeras pueden acceder rápidamente a historiales médicos completos, resultados de pruebas y otros datos esenciales, lo que facilita una toma de decisiones más informada y rápida, especialmente en entornos de alta presión como los hospitales.
Otro beneficio importante es la mejora en la coordinación del cuidado. Las plataformas digitales permiten una comunicación más fluida entre diferentes profesionales de la salud, asegurando que todos estén al tanto de la condición del paciente y los tratamientos administrados. Esto no solo mejora la calidad del cuidado, sino que también reduce la duplicación de esfuerzos y los errores de comunicación.
Además, las tecnologías digitales tienen el potencial de transformar la educación y la formación continua en enfermería. Las plataformas de aprendizaje en línea, los simuladores virtuales y otras herramientas digitales ofrecen nuevas oportunidades para el desarrollo profesional. Las enfermeras pueden acceder a recursos educativos actualizados y participar en programas de formación a su propio ritmo, lo que es especialmente beneficioso en un campo que evoluciona rápidamente.
¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrenta enfermería al utilizar tecnologías digitales en sus intervenciones diarias (barreras y/o – resistencias)?
El principal desafío que enfrentamos como enfermeras en el uso de tecnologías digitales en nuestra práctica diaria radica en nosotros mismos. Como he dicho anteriormente, a menudo mostramos resistencia al cambio, lo que dificulta aceptar que el mundo evoluciona y que debemos adaptarnos a los nuevos tiempos y tecnologías. Esta reticencia al cambio es, en gran medida, la principal barrera que enfrentamos como colectivo sanitario.
Otro desafío importante es la percepción que la sociedad y otros profesionales de la salud tienen de nosotros. A veces, en lugar de vernos como aliados que pueden aportar valor a los equipos multidisciplinares, somos vistos como un colectivo de apoyo a las intervenciones de otros. Esta percepción influye directamente en la aceptación y valoración de cualquier avance o iniciativa que emprendamos en el ámbito de las tecnologías digitales, pudiendo ser percibidas como una amenaza en lugar de una oportunidad de mejora y colaboración.
Es esencial que como colectivo comprendamos la importancia de actualizarnos en las tecnologías digitales, no solo adaptándonos a ellas, sino integrándolas de manera que se ajusten a nuestra forma de trabajar y potencien nuestras capacidades. La formación continua y el desarrollo profesional en competencias digitales son fundamentales para superar esta barrera interna. Además, promover una cultura de innovación y apertura al cambio dentro de nuestro entorno de trabajo es crucial.
Enfrentamos también desafíos técnicos y logísticos. La implementación de nuevas tecnologías requiere una infraestructura adecuada y un soporte técnico continuo, recursos que a veces pueden ser escasos en algunas instituciones sanitarias. Además, la formación inicial y continua en el uso de estas tecnologías es crucial para asegurar su correcta utilización y maximizar sus beneficios.
Por otra parte, es necesario abordar también la interoperabilidad de los sistemas tecnológicos, ya que a menudo las tecnologías digitales implementadas no son compatibles entre sí o con los sistemas ya existentes, lo que puede crear barreras adicionales y complicar su adopción. La colaboración entre los desarrolladores de tecnologías y las instituciones sanitarias es esencial para crear soluciones integradas y eficaces.
¿Qué tipo de formación o capacitación es esencial para que enfermería pueda utilizar eficazmente las tecnologías digitales en sus prácticas cotidianas?
Está claro que cualquier formación relacionada con la informática, el manejo de inteligencia artificial y el uso de dispositivos electrónicos puede contribuir significativamente al uso eficaz de las tecnologías digitales en nuestra práctica diaria. Sin embargo, creo que lo más importante es desarrollar herramientas y tecnologías que comprendan cómo trabajamos y se adapten a nuestras necesidades específicas.
En el ámbito tecnológico, todos estamos familiarizados con aplicaciones de mensajería, edición de fotografías y organización de calendarios que se han integrado a nuestra vida cotidiana sin necesidad de recibir formación específica sobre su uso. Esto se debe al arduo trabajo de los desarrolladores de estas aplicaciones, que las han diseñado para adaptarse al usuario, introduciendo mejoras y actualizaciones orientadas a un diseño intuitivo y fácil de manejar.
De igual manera, necesitamos que las herramientas y tecnologías utilizadas en la práctica enfermera sean diseñadas con un enfoque centrado en el usuario. Hasta que no logremos este nivel de adaptabilidad y usabilidad en las herramientas que empleamos diariamente, seguiremos enfrentando barreras que dificultan la plena integración de nuevas tecnologías en nuestro trabajo.
Además, la formación en competencias digitales no debería limitarse solo al manejo técnico de dispositivos y software. Es fundamental que las enfermeras reciban capacitación en aspectos como la seguridad y privacidad de los datos, la telemedicina y la gestión de la información clínica. La comprensión de estos aspectos garantiza que las enfermeras no solo utilicen las tecnologías de manera eficaz, sino también de forma segura y ética.
¿Cuál es la mayor transformación potencial que tienen las tecnologías digitales en salud para mejorar la accesibilidad al sistema de salud y la calidad de atención?
Creo que uno de los aspectos con mayor potencial transformador es la capacidad de acceder a toda la información relevante sobre el paciente para ofrecer la mejor atención sanitaria posible. Debemos trabajar en la unificación de sistemas electrónicos en nuestras instituciones para asegurar que sean interoperables, independientemente de su origen. Esta interoperabilidad nos permitiría tener una visión completa del historial médico del paciente, lo cual es fundamental para tomar decisiones informadas y proporcionar un cuidado integral y personalizado.
Por otro lado, la calidad de la atención se verá significativamente mejorada en la medida en que estas tecnologías nos proporcionen información más detallada y precisa sobre la salud del paciente. Aunque el trato humano es insustituible, debemos ser conscientes de que nuestra capacidad de análisis de datos está lejos de igualar la de una máquina. Por lo tanto, hemos de aprender a aprovechar el potencial de estas tecnologías para complementar nuestra labor, en lugar de verlas como una amenaza. En este sentido, es crucial implementar sistemas de apoyo a la toma de decisiones en nuestra práctica diaria. Estos sistemas nos ayudarían a analizar grandes volúmenes de datos de manera rápida y eficiente, proporcionándonos información valiosa para tomar decisiones clínicas fundamentadas. Ignorar o subestimar el valor de estas herramientas sería un error, ya que representan una oportunidad para mejorar la calidad y la eficiencia de nuestra atención.
[1] Lucas Hernán Agüero es Docente-Investigador UNLa y becario doctoral de la Comisión de Investigaciones Científicas de la provincia de Buenos Aires (CIC). Contacto: aguerolucas@gmail.com
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