Desde el inicio de la pandemia, el sistema de salud se ha convertido en el centro de las noticias del país y del mundo. Palabras como “vacunas», “primera dosis”, “variante Delta”, “restricciones” y “terapia” invaden los medios de comunicación, generando muchas veces confusión y miedo en la sociedad.
Guillermo Castro es vecino y médico de Lanús. Fue director del Hospital Melo desde 2016 hasta el 2019 y actualmente se desempeña como representante del Consejo Social Comunitario de nuestra universidad. En diálogo con Viento Sur, Castro habló sobre el sistema sanitario argentino, las nuevas variables del virus de la Covid-19, las restricciones y la campaña de vacunación.
¿Cómo ves al sistema de salud?
Creo que está sufriendo un colapso y yo lo comparo con un naufragio porque este virus tiene una forma de ser que no te da respiro, las olas golpean todo el tiempo y el sistema no tiene forma de recuperarse.
¿Considerás que las medidas gubernamentales fueron acertadas?
Todas las medidas ayudaron y tenemos la ventaja de contar con el diario del lunes, es decir, con poder ver lo que ocurre en Europa, pero este virus es bastante impredecible. Ahora se habla de variantes que han crecido en algunos lugares donde no se ha controlado. Esta nueva variante Delta no es que sea más peligrosa sino que tiene la capacidad de infectar a un número mayor de personas. Las medidas que se tomaron son buenas, tal vez, deberían haber sido acompañadas de más testeos, especialmente en la primera etapa, porque cuanto más testeás, más podés aislar.
¿Se puede atender a la salud y no afectar a la economía?
Cuando se toman las medidas tienen que ser duras, como al principio, pero si se mantienen en el tiempo y se prolongan pueden traer problemas. El Gobierno tiene que tener en cuenta todos los aspectos, lo económico, lo social, porque hay gente que se quedó en la calle, empresas y comercios que se cerraron, pero bueno, ¿quién esperaba una pandemia en este siglo? Todos hicieron lo que pudieron. Las medidas de restricción se acompañaron con ayudas, hay países que pueden acompañar más, pero quizá nosotros estamos limitados porque no se puede ayudar a todo el mundo. El tipo que tuvo que salir a trabajar porque no tiene un sueldo fijo, salió y no tuvo otra opción.
¿Las vacunas son importantes?
Sí. Las vacunas, en general, son la solución y el futuro. Muchas fuerzas políticas lo han tomado como que eran una porquería o un veneno, se puso el acento en el origen, eso es una falta de respeto y una canallada. Lo peor es que uno lo sigue escuchando. La solución es la vacuna y seguir cuidándose.
¿Las dosis vencen?
Por lo que se sabe y lo que se lee en los ámbitos científicos, no se vencen las vacunas. Lo que pasa es que cada uno tiene un sistema inmunitario único. La dosis puede moverte la inmunidad para un lado o para el otro, y eso se puede medir con un análisis de sangre. Pero, hay otras inmunidades que no se pueden medir, como la celular que está en nuestro genoma. Lo que se puede comprobar es que en los países donde se han vacunado a muchas personas han bajado las internaciones de gravedad.
¿Creés que muchas veces los medios tienen un efecto contraproducente?
La información está y todos la conocen, pero siempre se habla en torno a las mismas preguntas y como todos quieren figurar en televisión, dicen lo mismo, de diferente forma. La gente se harta y se cansa de escuchar lo mismo. La realidad es una sola. El sistema de salud está colapsado y el 60 por ciento de las personas que van a un respirador -según la Asociación Argentina de Terapia Intensiva- tienen la posibilidad de morirse. Uno se tiene que cuidar, aislarse, si tiene que salir a trabajar hay que ponerse el barbijo, lavarse las manos, cuidarse. Hay que hacer todo y tomar las medidas que hay que tomar. No tener miedo.
En las últimas semanas, se puso en debate la modificación del sistema de salud. ¿Qué opinás al respecto?
El sistema sanitario argentino hay que reverlo y repensarlo, no lo digo yo, sino que es una idea que viene desde hace muchos años. Está el informe Favaloro, donde se explica la cantidad de dinero que se maneja en salud con distintos efectores como prepagas, obras sociales, hospitales, etc., y las diferencias que existen en las prestaciones. Cualquier persona tenga o no dinero debe poder atenderse con los profesionales y la aparatología que corresponde. En la época de Perón y de los grandes hospitales se buscaba hacer un sistema así, después hubo actores que quisieron otra cosa, y hoy tenemos un sistema mixto que no sirve.
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