La Organización Mundial de la Salud estima que uno de cada cien niños tiene algún grado de Trastorno del Espectro Autista (TEA). En Argentina, son casi 500 mil las personas con TEA, siendo esta condición más frecuente en varones que en mujeres. Y si bien en la actualidad existen leyes, talleres y diversas terapias que ayudan en el diagnóstico, tratamiento y acompañamiento de quienes poseen una neurodiversidad, la inclusión no deja de ser una materia pendiente.

Ante este contexto, un grupo integrado por trabajadores de la empresa SAES Línea 85 —que une Quilmes con Ciudadela— junto a la Asociación Civil Salidas Inclusivas lanzó una campaña para incorporar cartelería inclusiva en los colectivos y así lograr que las personas con TEA puedan viajar en transporte público sin inconvenientes.

Desde Viento Sur, charlamos con Alejandro Garro, gerente de la Línea 85 y fundador del grupo solidario “La banda de SAES”; y con Mariana Aleñá, integrante de “Salidas Inclusivas”, para que nos cuenten la experiencia.

¿Cómo nace la idea?

Alejandro: Nosotros somos un grupo solidario que arrancó en 2018 y durante la pandemia tuvimos que dejar de hacer todas las actividades que llevamos adelante porque eran presenciales, pero hicimos la campaña “Concientizar un viaje hacia la reflexión”, que consistía en pegar afiches promoviendo la donación de sangre, de órganos, concientizando sobre la violencia de género, etc. A fin de año hicimos una reunión por las fiestas e invitamos a la asociación de padres y niños con TEA de Quilmes y nos dimos cuenta de que los nenes se quedaban mirando mucho la cartelería. Me puse a investigar sobre autismo, y encontré una organización en Aragón, España, que se dedica a hacer pictogramas[1] para señalización cognitiva, pero había muchos que no coincidían con la cultura argentina. Seguí buscando y encontré a la ONG Salidas Inclusivas.

Mariana: Sí, Alejandro se puso en contacto con nosotras para que ver si los pictogramas podían incorporarse a los colectivos, le dijimos que sí y así comenzamos. Definimos qué señalizar, porque la idea no era empapelar un colectivo, sino ver qué información poner y de qué manera. Trabajamos con esa organización de Aragón, que cuenta con un banco de pictogramas gratuitos, y ese fue el inicio.

¿Cuándo se inauguraron esos pictogramas?

Alejandro: El 1º de marzo de 2022 hicimos el lanzamiento y simbólicamente colocamos los pictogramas en el primer colectivo de la 85, que se convirtió en la primera línea de América en contar con esta señalética. En diciembre del año pasado se incorporaron las unidades de la línea 98 —que une Plaza Miserere con Quilmes y Berazategui— y este año se sumaron la 570 de Avellaneda, que es la primera línea comunal de la Argentina en tener ciento por ciento pictogramas, y la 520 de Lanús. Además, en diciembre nos reunimos con la terminal Todo Bus que entrega más de 500 coches 0Km por año a empresas de todo el país y nos propusieron que a partir del 2023 todos los ómnibus que salieran incluyeran los pictogramas. Así que la noticia fue buenísima.

¿Cuál es el objetivo que persiguen?

Mariana: A lo que apuntamos es a que las personas entiendan qué sucede dentro de un colectivo, las cosas que sí se hacen y cómo, porque si uno se fija, mucha de la señalización está escrito y hay otras cosas que no están escritas y que uno las aprende de verlas y copiarlas. Los pictogramas facilitan la comprensión de los pasos que hay que seguir. Por supuesto que detrás debe haber un acompañamiento de cada familia, de cada equipo terapéutico para que los chicos puedan comprenderlos. Y en ese sentido, también estamos capacitando a los choferes para que sepan cómo manejarse ante ciertas situaciones. No solo las personas con autismo son las beneficiarias, sino también aquellos que no saben leer, o tienen demencia senil o algún postraumatismo que no les permite comprender la lectura.

El proyecto llegó hasta el Ministerio de Transporte…

Mariana: Sí, nos contactó el responsable de la Dirección de Accesibilidad del Ministerio, Luis Güerci.

Alejandro: Y fuimos en noviembre porque están trabajando en un proyecto de ley sobre señalización pictográfica para personas con discapacidad, con alcance nacional. 

El trabajo en red es de suma importancia

Mariana: Totalmente. Nosotras comenzamos difundiendo actividades y lugares donde poder llevar a los chicos con TEA. Después vimos una heladería en Córdoba que tenía toda su cartelería de gustos hecha con pictogramas y ahí se nos ocurrió hacer la traducción del menú a los restaurantes y bares. A partir de eso nos contactaron de la empresa Sikla que distribuye equipamiento gastronómico para que los productos salgan de la fábrica con el menú adaptado. La gente de Shifta nos ayudó con el portal y Microsoft nos donó la nube para que podamos alojar la página. Hoy trabajamos con Disney para armar funciones distendidas, con museos, y así. Queremos dejar un cambio en la sociedad y empezar a hablar de accesibilidad cognitiva, de accesibilidad sensorial, que es lo que permite quitar las barreras que coloca el entorno.

La Ley 27.043 declara de interés nacional el abordaje integral e interdisciplinario de las personas que presentan Trastornos del Espectro Autista (TEA); la investigación clínica y epidemiológica en la materia, así como también la formación profesional en su pesquisa, detección temprana, diagnóstico y tratamiento; su difusión y el acceso a prestaciones.

[1] Los pictogramas son figuras o símbolos que forman parte de los Sistemas Aumentativos y Alternativos de Comunicación (SAAC), cuya finalidad es la de aumentar el nivel de expresión (aumentativo) y/o compensar (alternativo) las dificultades de comunicación que presentan algunas personas. Fuente: Centro Aragonés para la Comunicación Aumentativa y Alternativa.  

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