Colores, aromas y un poco de historia
Tanto se ha dicho, escrito, grabado y filmado sobre la querida localidad de Remedios de Escalada, que para quien desee agregar algo más respecto a este pedazo de sur no le resultará sencillo abonar elementos con cierta originalidad. Existe mucho y muy buen material registrado en revistas, periódicos, libros, grabaciones y filmaciones mediante el cual podemos informarnos detalladamente sobre su ya larga existencia. En este material encontraremos gran cantidad de datos en relación con los primeros pobladores de la zona, en qué año se crearon los talleres del Ferrocarril Sud (ahora ferrocarril General Roca) y sobre quienes vendieron las tierras para su instalación. Conoceremos cuándo y por qué se construyó el barrio Las Colonias, cuándo fueron fundadas valiosas instituciones como la Biblioteca Alberdi y la Sala Dr. Luis Máspero. En qué fecha nació el Club Talleres, cuál fue su nombre original, quién fue el Dr. Arturo Melo y cómo influyeron su vida y su obra en este pueblo. También en qué momento se creó la Universidad Nacional de Lanús, en qué época se realizaron necesarias obras públicas y cuáles fueron los primeros transportes.
Claro que no obstante la abundante información relativa a este sitio tan importante del Partido de Lanús, siempre que tenemos oportunidad de producir algún trabajo concerniente a él, consideramos conveniente seguir proporcionando datos sobre hechos y personalidades emblemáticas que, aunque muy conocidos, es bueno repetirlos —si es posible enriquecidos— para tenerlos presentes a modo de refuerzo a lo ya publicado y a fin de que sirvan a la conservación de la memoria. Conocer de dónde venimos y a quienes han contribuido a la formación y progreso de nuestros lugares, seguramente nos ayudará a saber por qué somos como somos, a valorar y aprovechar las buenas experiencias del pasado.
Además, bien sabemos que buceando en la historia y observando el presente, siempre habrá casos, cosas y personajes para rescatar, exponer y destacar por su significación y por sus acciones, hayan sido estas positivas o negativas.
Alguna vez, allá lejos en el tiempo, lo que hoy es Remedios de Escalada fue pampa, cielo, un río atravesando su geografía y pobladores que habitaban la región con sus costumbres ancestrales. Después, atravesando los mares, vinieron los que vinieron, se encontraron culturas diferentes, hubo encuentros y desencuentros, tragedias y al final, de a poco el mestizaje, el reparto de tierras, las grandes heredades, las chacras, las quintas y más tarde los pueblos. También el virreinato, la independencia, las luchas intestinas y por aquí, en la extensa región surera, llegó el tiempo de los curatos y de los partidos. Del Partido de Quilmes nació Barracas al Sur y de este el Partido de Avellaneda, dentro del cual nació y creció el pueblo Lanús que, lograda su autonomía en 1944 después de una persistente lucha, supo llamarse “4 de Junio”. Remedios de Escalada había recibido tal denominación en 1923 luego de ser conocida con el nombre de “Talleres” desde 1901 en adelante. Es que con el nacimiento del siglo, entre 1901 y 1902 la instalación de los talleres del Ferrocarril del Sud fomentó la creación del pueblo conocido como Talleres o Villa Talleres, ubicado en aquel tiempo entre Barracas al Sur y Lomas de Zamora.
Con el establecimiento de semejante industria llegó el trabajo y con el trabajo el poblamiento de la zona a ambos lados de las vías ferroviarias. En el Este, donde desde décadas atrás existían y se hallaban en franco crecimiento Villa Sarmiento, Villa Obrera, Villa General Paz y otras barriadas, por decisión de la empresa ferroviaria, en la mitad de la primera década del siglo XX se construyó, a poca distancia de los talleres, el barrio denominado Las Colonias para su personal superior y subalterno. En el Oeste, del precario caserío inicial se pasó a la construcción de viviendas más confortables donde se asentaron los obreros con sus familias. Rápidamente se produjo el crecimiento poblacional, se instalaron comercios y arribaron diferentes colectividades. Nativos y de otras latitudes se unieron y multiplicaron. El aroma de parrales y glicinas compartían el aire escaladense con el olor del humo de fraguas y chimeneas. El verdor de la arboleda competía con el color blanco grisáceo del vapor de las locomotoras. Pero la cosa, en este sector, venía de lejos. Ya en la segunda mitad del siglo XIX, en un amplio sector situado a no mucha distancia de las vías ferroviarias y a unos pocos kilómetros del río, se fue conformando un núcleo poblacional al que podríamos definir como una pequeña aldea que con cierta rapidez se fue extendiendo. Tomó el nombre de “Edén Argentino” y según dijeron algunos historiadores allí comenzó a funcionar la primera escuela pública. Respecto a la formación de aquel primitivo barrio, según parece nacido a principios de la década de 1870, tuvo que ver el duro proceso ocurrido entre 1856 y 1873 durante el cual una serie de epidemias, principalmente de cólera y fiebre amarilla, causó estragos en la población de Buenos Aires, ocasionando la muerte de aproximadamente quince mil personas, especialmente en la zona de los barrios de La Boca, San Telmo, Monserrat y Barracas. Aunque también aquella tragedia se produjo en otros lugares de nuestro país, allí se dio con marcada intensidad y muchos vecinos —los que pudieron— debieron emigrar hacia otros espacios. Las familias adineradas eligieron trasladarse a zonas de barrios con mayor seguridad sanitaria y a sectores del Norte como Vicente López, San Isidro, Tigre etc. Las menos pudientes se desplazaron hacia el Sur y así fue que se asentaron en la parte de nuestra zona que hoy pertenece al lado Oeste de Remedios de Escalada. Hablamos de sucesos acaecidos en la segunda mitad del siglo XIX cuando el río Matanza Riachuelo no tenía sus aguas tan contaminadas y por aquí existía una vegetación abundante. De manera que para aquellos que llegaban y se instalaban en pequeñas quintas, armaban sus chacritas o sus viviendas con la tranquilidad de haberse alejado de los riesgos de las pestes, este lugar se presentaba como si fuese el Paraíso. Por eso, según trascendidos posteriores, se mencionaba al sitio como “el Edén” (o sea el Paraíso) y tal denominación hizo que, con el tiempo, ese sector fuese llamado Edén Argentino. Por aquellos años, en ese punto, donde hoy se cruzan las calles Derqui y San Martín, un inmigrante italiano llamado Pompeo Meriggi instaló un almacén que fue creciendo, sirvió como parador de viajeros y alrededor del mismo se agruparon viviendas, formando un núcleo de habitantes que progresó sostenidamente y siempre se conoció como “Barrio Pompeo”, nombre que mantiene en el presente.
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