“Todos cocinamos, mal o bien, con o sin cuarentena. Lo importante son las ganas de explorar y descubrir. Si arrancamos con eso ya estamos dando un gran paso”.

Diego Barone es trabajador de nuestra universidad y tiene una fuerte vocación por la cocina. Esa pasión se transformó en solidaridad y durante el año pasado brindó talleres junto a la agrupación «Cocineros de la calle», grupo de profesionales que enseñan a personas de bajos recursos.

“En 2019 y por la tremenda crisis en la que nos había sumergido el macrismo, nos vimos obligados a crear un taller para enseñar técnicas y métodos a cocineros/as de los comedores y merenderos de los barrios populares. Esto pasó ya que los alimentos que bajaba el Estado eran siempre los mismos (y pocos) y nutritivamente muy malos. La experiencia fue inolvidable, sobre todo por las ganas de aprender de esos cocineros. Pensemos que cocinan para decenas de personas todos los días, siempre con lo mismo y con ollas gastadas y garrafas. Entonces, si a semejante amor le sumamos técnicas, un poco de saber y otro tanto de historia, nos encontramos con talleres hermosos que sirven para alimentar más y mejor, porque de eso se trata, de trasladar los conocimientos para que todos y todas sepan”.

¿Qué alimentos nos recomendás ante el invierno que se aproxima?

Aquellos que tienen mayor volumen proteico como las carnes (desgrasadas mejor) y frutas. Siempre, no importa la estación, hay que comer frutas por las vitaminas que aportan. Pero lo que nunca falla en invierno son las comidas de olla, las de larga cocción como por ejemplo los guisados de carnes con tomate (muy importante por sus vitaminas y fibras). No olvidar los frutos secos para picar durante el día (nueces, avellanas, castañas, almendras, etc.), clave para no comer grasa en formato de bizcochitos.

¿Podemos comer rico y sano?

Sí, claro. Uno generalmente asocia lo rico y sano a algo aburrido e insulso pero si tenemos un poco de tiempo para investigar y obviamente ganas, podemos llegar a comer saludablemente. Hay alimentos que ayudan bastante a esto como el pescado, el pollo, las verduras de estación, las legumbres, las frutas, etc. Es muy importante bajar casi a cero el uso del aceite y grasas como así también el de la sal (podés suplantarla con pimienta).

¿Hubo un boom por la cocina en esta cuarentena?

Creo que al quedarnos en casa y tener tiempo nos da curiosidad el ámbito culinario ya que (para algunos más y para otros menos) la comida es muy importante. También agrego que las redes explotaron en consejos para cocinar y recetas, y eso ha ayudado mucho para que en los primeros días de la cuarentena todos se hayan volcado a cocinar. Pero algo siempre queda en las enseñanzas y quizás en un futuro la gente haga más seguido su propio pan como bien lo han hecho en estos días de locos.

¿Existen los platos buenos y económicos?

No es una ciencia cocinar con poco dinero, solo hay que tratar de no ser impulsivo y pensar bien las compras. Si pueden comprar en cantidades siempre se termina ahorrando, comprar con una lista ayuda y obvio buscar productos que no hayan pasado por muchos intermediarios para ahorrar costos. Generalmente los guisados son de bajo costo, las ensaladas de hojas verdes, las papas, el pollo, el arroz, los fideos, las lentejas. Hay que tomarse un tiempito en saber qué comer y qué comprar para luego combinar, ahí está la clave.

Recetario
Tarta de pollo y espinaca, bien rica y muy nutritiva

Rehogar dos paquetes de espinacas en agua casi hirviendo durante 5 minutos para blanquear, retirar y sacarle muy bien el agua sobrante y reservar. En una sartén colocamos un poco de oliva y un poco de manteca, esperamos que caliente bien y ponemos el pollo cortado en cubos chicos. Esperar que doren por todos los lados y retirar. Con el jugo que queda en la sartén cocinamos cebolla, puerro y morrón rojo cortado bien chiquito todo y esperamos que transparente y se ablanden las verduras. Agregar a las verduras el pollo y condimentar con sal, pimienta, alguna hierba y nuez moscada y cocinar por 10 minutos. Una vez que esté todo bien cocinado agregar la espinaca y, según lo que tengan en la heladera, un poco de crema y/o queso crema y/o queso para rallar. Estirar en una tartera masa de pascualina y agregar el contenido de la sartén, hornear durante 20 minutos a fuego fuerte. Yo recomiendo usar una sola tapa de masa y que no sea de hojaldre… y a comer.

Sopa de calabaza, para todo el día y para combatir el frío

Pelar la calabaza y sacarle todas las semillas, cortar en pedazos medianos. Poner en una olla grande muuuucha agua y hervir la calabaza con una cebolla, una zanahoria, un puerro, un apio, perejil y sal gruesa a gusto. Hervir a fuego bajo hasta que la calabaza esté tierna, una vez que se logre esto retirar la calabaza y colar el caldo. Hacer el puré de calabaza y agregar el caldo de a poco, según el gusto de cada uno se obtendrá la consistencia querida. Sazonar con pimienta y tomillo para luego mixear, terminar con un chorrito de crema y agregar nueces picadas para hacer la sopa un poco más gourmet. Calentar y servir bien caliente.

Guiso de lentejas, los clásicos nunca fallan

Poner en una cacerola con un chorro de aceite carne trozada en cubos (roast beef o paleta), 1 chorizo colorado y panceta en trozos y una vez dorado todo retirar y reservar. Agregar al jugo que quedó en la olla un poco más de aceite, cebolla, morrón rojo y verde, puerro y un chorrito de vino tinto. Revolver hasta tiernizar las verduras. Una vez hecho esto y si tienen, agregar una cucharadita de extracto de tomate y revolver. Previamente hacer un caldo de verduras casero o de última, pero bien de última, disolver un caldito en agua hirviendo y rehogar las lentejas en mucha agua durante mínimo 4 horas, si es de un día para otro mucho mejor. Volvamos a la cacerola… agregar a las verduras, las carnes previamente doradas y revolver por 10 minutos para que mezclen sabores. Una vez logrado esto, sumar media cajita de pulpa de tomate (o tomates naturales en cubitos) y el caldo caliente. Revolver y agregarle el sazón: sal (poca ya que la panceta ya aporta y el caldo también), pimienta, ají molido, pimentón dulce, orégano y laurel. Revolver y dejar hervir. Cuando hierva sumar las lentejas previamente bien escurridas y cocinar durante mínimo 1 hora a fuego bajito. Ir revolviendo para «levantar el fondo» y que no se pegue cada 10 minutos, corregir el sazón durante la cocción y probar las lentejas, cuando estén blanditas, se sirven bien calientes y con perejil picadito.

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