El Doctor en Biología Celular, Fernando Díaz Barriga Martínez, reconocido investigador en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí de México, visitó nuestra universidad con el objetivo de brindar cursos, conferencias y elaborar proyectos con la Licenciatura en Gestión Ambiental Urbana y el Laboratorio Ambiental del Departamento de Desarrollo Productivo y Tecnológico. Durante su estadía recorrió la zona vulnerable de Villa Jardín, en el partido de Lanús y se interiorizó acerca de la problemática toxicológica que afecta a sus vecinos. Sobre todo, los casos que incluyen a menores de 5 años, en pleno desarrollo de sus capacidades y que conforman el principal grupo de riesgo.

 

-¿Qué investigará durante su estadía en la Argentina y por qué eligió nuestra Universidad?

-Conocí la universidad a través de la revista Salud Colectiva y me maravilló. Para mi sorpresa nosotros generamos una carrera que atendía fundamentalmente a los grupos vulnerables en México y me encontré en Lanús con una carrera muy similar que es la de Gestión Ambiental Urbana y la idea es hermanarlas. También me voy con la idea de realizar una maestría y un doctorado en  Seguridad Humana y Desarrollo que una a las dos universidades en pos de trabajar para el bien de América Latina.

 

-La Universidad Autónoma de San Luis Potosí se unió a la Campaña Internacional de Prevención del Envenenamiento con Plomo. ¿Qué es la contaminación por plomo y cómo ingresa en el cuerpo humano?

-Nuestro grupo es un centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en evaluación de riesgo y salud ambiental infantil. El plomo es uno de los tóxicos más nocivos para la maduración del cerebro. El efecto del plomo durante la etapa fetal, en el vientre materno, afecta el desarrollo de la inteligencia. México tiene fuentes de plomo de mucha tradición como es el barro vidriado, las ollas de este material son las que más se utilizan para la preparación de la comida mexicana típica. Cuando la gente cocina en estas ollas el plomo que está en el barniz, en el esmalte, pasa al alimento. Por otra parte, México recicla casi una tercera parte de las baterías de los coches de Estados Unidos, este es un tráfico muy grave, ya que se trata de la principal fuente de plomo en todo el mundo. Finalmente, somos también un pueblo minero donde producimos plomo, por lo que un amplio espectro del pueblo mexicano se encuentra expuesto a este mineral. El asunto del plomo es un tema prioritario en nuestra salud pública.

 

-Respecto de ello, ¿cómo influyó la planta industrial minera México IMMSA? ¿Elaboraron un mapa epidemiológico para evaluar las consecuencias?

-En San Luis Potosí iniciamos en 1988 un estudio en los alrededores de una de las principales metalúrgicas de cobre de América Latina. Hicimos una evaluación de riesgo en los niños y efectivamente comprobamos que metales como el plomo y el arsénico estaban ingresando en su organismo y los estaban enfermando. Gracias a  estos informes que hicimos llegar a las autoridades, y a través de campañas con medios locales, logramos despertar conciencia y alertar sobre los niveles de contaminación. Esto es algo que todos los estudiantes de América Latina tienen que entender: no podemos permitir la contaminación, pero las propuestas que se generen para reducir los tóxicos en el ambiente deben impedir la generación de un conflicto social por causa del desempleo. En mi visita al Riachuelo me contaron acerca de dos empresas de acero que la gente quiere clausurar, pero resulta que de esas empresas dependen 200 familias para vivir, entonces este es el reto intelectual que tienen las futuras generaciones: encontrar una alternativa para la limpieza ambiental a través del desarrollo sostenible y humano, sin generar desempleo.

 

-¿Entonces conoce lo que ocurre con la Cuenca Matanza-Riachuelo y en los barrios de la Ribera?

-La primera vez que vine a Argentina fue para dictar un curso sobre evaluación de riesgo de superficies contaminadas y tristemente ya me hablaban del Riachuelo, lo visité y no pude comprender por qué no había una solución para esta problemática. Ahora aquí en la Universidad, con Acumar, propuse que elaboráramos una propuesta de trabajo con el Foro Hídrico y otras organizaciones de la zona. Ya tuvimos un acercamiento con líderes de algunas agrupaciones sociales y pude darles mi visión de desarrollo integrado  donde exista el compromiso de la participación ciudadana y de la capacitación de estos grupos para generar capital humano en la zona. Este proceso puede llevar meses, quizás años y tendría que estar acompañado por una institución con estabilidad, que no es Acumar, sino que podría ser la UNLa. Estoy enterado que ya existen varios proyectos de la universidad en la zona y sería muy importante mancomunar el trabajo de la universidad pública y el colectivo de la sociedad civil para que todos esos proyectos integrados permitan dar soluciones concretas a las personas. Por ejemplo, en esa zona todo el mundo estaba asustado con el plomo, sin embargo, también hay otras problemáticas que son prioritarias, como es la falta de servicios básicos, las aguas negras  y la vivienda. Uno ve correr esas aguas donde juegan los niños. Por la falta de vivienda los mismos habitantes quieren asentarse en las viejas instalaciones de una fábrica militar sin conocer el tipo de contaminación que tiene ese predio, entonces eso para mí es prioritario porque la gente no está tomando real conciencia. Muchos de esos terrenos son basurales de los que se desconoce por completo lo que se ha depositado allí.  

 

Dioxinas y su elevado potencial tóxico
Según la OMS las dioxinas tienen elevada toxicidad y pueden provocar problemas de reproducción y desarrollo, afectar el sistema inmunitario, interferir con hormonas y, de ese modo, causar cáncer. Se trata de contaminantes ambientales que forman parte de un grupo de productos químicos peligrosos, conocidos como contaminantes orgánicos persistentes. Una vez que penetran en el organismo, persisten en él durante mucho tiempo gracias a su estabilidad química y a su fijación al tejido graso, donde quedan almacenadas. Las dioxinas se encuentran en todo el mundo en prácticamente todos los medios, la incineración descontrolada de desechos (sólidos y hospitalarios) suele ser la causa más grave. Las mayores concentraciones se registran en algunos suelos, sedimentos y alimentos. Sus concentraciones son muy bajas en las plantas, el agua y el aire. Más del 90% de la exposición humana a las dioxinas procede de los alimentos, y fundamentalmente de la carne, los productos lácteos, el pescado y el marisco. Por consiguiente, la protección de los alimentos es crucial. Actualmente la OMS continúa investigando estos contaminantes en colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

 

-Justamente, existen otras formas de contaminación como el benceno (hidrocarburo aromático) y el cromo (metal) ¿Cuáles son estas diferencias químicas y cómo impacta en la salud?

-Ojala fueran solo estos que tú mencionas, hay compuestos mucho más peligrosos que estos. Estas mismas organizaciones sociales nos han transmitido que en una parte del Riachuelo uno de los grandes negocios es la quema de cables para recuperar el cobre y esta acción genera el tóxico más peligroso que son las dioxinas. Con la OMS hemos generado esquemas de trabajo para tratar esta problemática del reciclamiento informal de basura electrónica en el mundo, puesto que se ha demostrado claramente que esa quema de cable con cobre facilita la generación de esa dioxina que es mucho más tóxica y persistente que el benceno, el cromo o el plomo. El escenario que advertí de visita en esa zona es peor del que me imaginaba por todos estos elementos que no se han estudiado con profundidad y a ello debemos adicionarle la pobreza y la vulnerabilidad.

 

-El principal grupo de riesgo son los niños, ya que la capacidad de absorción de este metal es 5 veces mayor que la de un adulto.

-El enfoque actual del sistema de salud está centrado en la enfermedad y en el paciente, entonces desde este punto de vista la respuesta de los sectores de salud en todo el mundo es “vamos a curar al niño con plomo”. En cambio en un sistema centrado en la comunidad, basado en la persona -no paciente-, la primera preocupación es que ya no haya más niños con plomo, por lo que se privilegia la prevención y la promoción de la salud mediante la generación de mecanismos de prevención ambiental, intelectual y través de la educación de los padres. Esto lo hemos hecho y se puede.

 

ACUMAR, el intento institucional para sanear el Riachuelo
La Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR) es el organismo público responsable del saneamiento de la cuenca. Se trata de un ente autónomo, autárquico e interjurisdiccional, en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los partidos de Lanús, Avellaneda, Lomas de Zamora, Esteban Echeverría, La Matanza, Ezeiza, Cañuelas, Almirante Brown, Morón, Merlo, Marcos Paz, Presidente Perón, San Vicente y General Las Heras, de la provincia de Buenos Aires. Su creación data de 2006, mediante la Ley Nº 26168, y entre sus competencias, se destacan las facultades de regulación, control y fomento respecto de las actividades industriales, la prestación de servicios públicos y cualquier otra actividad con incidencia ambiental en la cuenca, pudiendo intervenir administrativamente en materia de prevención, saneamiento, recomposición y utilización racional de los recursos naturales. Pese a ello, el reclamo de las organizaciones sociales de esas zonas continúa siendo la demanda de agua potable segura, cloacas, desagües y la necesidad de poder desarrollarse definitivamente en un ambiente sano para vivir. En 2008 la Corte Suprema de Justicia de la Nación intimó a ACUMAR a implementar un plan de saneamiento en respuesta a la causa judicial conocida como “Causa Mendoza”, reclamo presentado en 2004 por un grupo de vecinos.

Fuente: www.acumar.gov.ar

 

-¿Por qué es un tema que afecta fundamentalmente a los países en vías de desarrollo? ¿Es por falta de controles, de connivencia del Estado, la necesidad de empleo incluso a riesgo de exponer la salud?

-Cuando una empresa de este tipo se instala en una zona, disminuye el valor catastral de los terrenos aledaños, por lo que se vuelven muy apetecibles para la construcción de viviendas de interés social. Cuando vienen inmigrantes del interior, huyendo de la pobreza, de la violencia o del racismo se instalan, lógicamente, en terrenos baratos a los que pueden acceder. Esto es algo que se ha dado siempre en todos los países del mundo no solo en sitios próximos a un río contaminado, sino también junto a las mineras y se da por la falta de planeamiento, yo creo que el cerebro para cambiar eso debe surgir del trabajo de las universidades, no del gobierno. El problema con ello es que algunas universidades públicas en el mundo se corrompieron, los gobiernos las obligaron a ello, premiando que tuvieran acuerdos con la industria minera, con la industria del petróleo, con la industria de los autos y generaron programas universitarios con los fondos de esas empresas, porque en esos países el Estado no podía subvencionar la educación superior.

 

-¿Qué medidas son necesarias para paliar esta grave situación?

-Lo que se requiere es generar capital humano, y esto se genera a su vez con seguridad humana, lo que implica nutrición y salud comunitaria, implica protección al neurodesarrollo, si se generan estos sistemas y se crea capital humano sostenible en el Riachuelo, la gente va a ser capaz de tener una mejor vida. Lo que más me gusto de la reunión que tuve con las ONGS de la zona, es que acercaron a los jóvenes a esta problemática y a ellos les propuse que, dado el compromiso que tienen con lo que ocurre en sus barrios, formaran un colectivo de trabajo con estudiantes de la UNLa para capacitarse y empezar a resolver esos problemas, porque el verdadero activismo consiste en trabajar todos los días.

 

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