El Ministerio de Salud de la Nación implementó una herramienta de seguimiento del desarrollo de los niños y niñas de todo el país, denominado Instrumento de Observación del Desarrollo Infantil (IODI). La nueva herramienta evaluará el desarrollo y no solo las pautas vinculadas con el crecimiento. Además, permitirá generar sistemas de información con los que pueden trazarse mapas de situación por área y a nivel nacional.

Este instrumento, cuya aplicación estará a cargo de los profesionales de la salud en las consultas normales que hacen los niños y niñas desde su nacimiento hasta los 3 años, busca ampliar sus derechos. El IODI no es una encuesta en sí misma, sino una grilla con formato de cuadrícula en la cual están marcados los períodos de edad de los niños y ciertas pautas de desarrollo a revisar en las consultas pediátricas normales. Tiene resaltadas con color algunas zonas que permiten detectar rápidamente señales, como por ejemplo si no aparece una pauta de desarrollo normal o si desaparece esta pauta cuando no es corriente que esto suceda. La herramienta evaluará el desarrollo integral y no solo las pautas vinculadas con el peso, altura y tamaño de la cabeza.

Al respecto Marcela Botinelli, docente investigadora de la UNLa y miembro del grupo de expertos que trabajaron en este proyecto señaló a Viento Sur: “lo que amplía es el derecho a ser revisado desde la salud y no desde la enfermedad”. Los profesionales de la salud, son en dos sentidos distintos, los otros beneficiarios. Primero, porque les permite una evaluación sistemática de niños en distintos contextos socioculturales. Esto se vincula con que el IODI fue realizado de manera transdisciplinaria, es decir que participaron en su elaboración profesionales de diferentes áreas tales como enfermería, pediatría, terapia ocupacional, musicoterapia y fonoaudiología, y con un criterio que contempló distintas situaciones territoriales, culturales, económicas y sociales, teniendo en cuenta que nuestro país es muy amplio y desigual. Beneficia también a los profesionales de la salud porque se forman en el terreno y en su práctica concreta. Este es un reclamo de quienes trabajan en territorio y este instrumento tiene un manual de aplicación que les facilita el trabajo. “Otras herramientas son muy difíciles de aplicar o requieren un alto grado de especialización y el IODI es de acceso amplio. Es decir, que es aplicable en un consultorio con todos los recursos y ninguno y por profesionales con diferentes trayectorias y experiencias, más o menos formados” concluyó Botinelli.

Asimismo, el IODI tiene la ventaja de que no solo implica la evaluación de cada niña o niño, sino que permite su seguimiento. Esto no es habitual en este tipo de herramientas. Además permite generar sistemas de información con los que luego se pueden trazar mapas de situación por área y a nivel nacional.

Este proyecto que desembocó en la implementación del IODI, se inició en el año 2011 cuando desde la Dirección de Maternidad, Infancia y Adolescencia se convocó a un grupo de expertos compuesto por colaboradores de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP); personas reconocidas en el área de maternidad e infancia tales como Sara Krupitzky -creadora de los “baremos de crecimiento y desarrollo infantil”- y Alicia Rozic Di Ciancia, también especialista en desarrollo; dos representantes de la Asociación de Terapia Ocupacional que trabajan en el tema; dos referentes de atención en salud que trabajaban una en un hospital y otra en un centro comunitario, y Marcela Botinelli, docente investigadora de la UNLa y metodóloga con conocimientos en desarrollo por su formación de base en psicología. Al año siguiente se incorporó un equipo de trabajo que coordinó Botinelli compuesto por docentes investigadores, en su mayoría de la Universidad.

Así, en el año 2015 se validó y presentó formalmente esta herramienta, y en mayo de 2016 el Ministerio de Salud de la Nación sancionó una resolución que tiene la forma de una ley (Resolución Nro. 699/2016). “Pueden cambiar los políticos, pero cuando se trabaja de manera participativa y durante tanto tiempo, los lazos entre las instituciones, los sectores y las personas se consolidan. Esto genera un compromiso con la labor que es muy difícil de desarmar rápidamente, aunque la política cambie de acentuación o sea la contraria” concluyó Marcela Botinelli.

Equipo de trabajo coordinado por Marcela Botinelli
Sergio Remesar (Psicólogo y docente investigador de la UNLa).
Mariela Nabergoi (Terapista Ocupacional, docente investigadora de la UNLa y Coordinadora de la Maestría en Salud Comunitaria del Departamento de Salud Mental Comunitaria).
Francisco Díaz (Lic. En Audiovisión y Docente Investigador de la UNLa).
Pablo Salgado (Experto en Estadísticas y Sistemas en Salud).

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