En el marco de un ciclo organizado por la Maestría en Metodología de Investigación Científica (MIC) se realizó una nueva entrevista a principios de mayo al Dr. Mauricio Seigelchifer, doctor en Biología por la UBA, quien cuenta con una destacada trayectoria de más de 30 años en el ámbito de los biofármacos. En este encuentrose conversó acerca de la conveniencia del aislamiento social, preventivo y obligatorio para preservar la vida de los argentinos; sobre la búsqueda de una vacuna que produzca anticuerpos para enfrentar la infección o de un tratamiento para sobrellevar este Coronavirus; y sobre cuestiones vinculadas a los recaudos éticos para la experimentación de una nueva vacuna, entre otros temas vinculados a la investigación y la ética. Participaron también de la entrevista a modo de panel Ana Isabel Debenedetti (UBA), Manuel Alonso (UBA, CBC, Departamento de Ciencias Biológicas), Gastón Beraldi, (UBA, CBC, Departamento de IPC y UBA XXI), y por la UNLa, Cristina Ambrosini (Directora de la MIC; UBA, CBC, Departamento de IPC), Andrés Mombrú Ruggiero (UBA, CBC, y UNLa) y Cecilia Pourrieux.
¿Cuarentena sí? ¿Cuarentena no?
Éticamente, según el Dr. Seigelchifer es indiscutible el criterio de cuidar a la población. La cuarentena está bien por dos motivos. En primera instancia, acuerda científicamente con que para frenar una epidemia, hay que aislar al virus; y en que la cuarentena aporta una variable vinculada con el tiempo. Hoy ese tiempo es oro, porque “permite que si hay cien respiradores, el Estado pueda prepararse para que hayan 2000. Así se amplían las posibilidades para salvarle la vida a más gente. Desde el punto de vista ético, no hay discusión” concluyó.
Características particulares de esta pandemia
La dinámica de esta pandemia por Covid-19 es similar a otras pandemias según el Dr. Seigelchifer y, para él, el problema de este virus es que infecta cuando “reconoce” algo que está en las células. Los spikes se unen a la membrana de la célula: el tema del Coronavirus es que esta proteína, spike, tiene más afinidad con el receptor que reconoce la célula y por lo tanto la tasa de infección es mayor. En suma, el virus usa las maquinarias de las células nuestras para atacarnos.
Origen del virus
Hay varias teorías según el especialista acerca de su origen, ya que esta cepa no tiene una relación directa con las anteriores. Considera que este virus sería un salto de una especie, de un murciélago, aunque podría también estar vinculado a un origen artificial. “Pudo haberse desarrollado en un laboratorio, pero esto no me consta”, afirma. Y recomienda la lectura de un documento en Nature, de un paper de India, en el que se plantea que este virus tiene fragmentos que están relacionados con el HIV y que podría ser una recombinación. Concluye sin embargo que ya salieron papers refutando esto, y diciendo que más bien se trata de un elemento azaroso.
¿Vacunas o tratamientos de cura y/o paliativos?
Según el Dr. Seigelchifer es difícil que se logre desarrollar prontamente la vacuna para detener esta pandemia. Pero lo que le preocupa sobre todo, es que una vacuna va a demandar atravesar una prueba clínica en el caso que se desarrolle. Para ellova a ser necesario tomar riesgos porque la población está en riesgo. Observa a su vez que una de las dificultades para desarrollarla es que a veces el ataque inmune, es decir el ejército biológico de defensa que hace el cuerpo contra el virus, es la propia enfermedad. Los alveolos colapsan, dejan de funcionar. Desafortunadamente el ataque que hace el cuerpo al virus es lo que nos hace mal. Por ello recomienda cuidar también este aspecto.
En relación con otro posible tratamiento que ya fue probado en EE.UU. con suero de pacientes inmunes (de aquellos que se curaron, y por ello se les extrae el anticuerpo que produjeron) y que se aplica a pacientes enfermos para que puedan bloquear la reproducción del virus, el especialista advierte un éxito relativo. “Su éxito depende de la cantidad de pacientes recuperados y el elevado número de infectados demuestra que esto es difícil de obtener” asegura.
Y por último, están los tratamientos con los antivirales. Seigelchifer da cuenta de que se están probando algunas drogas en pacientes con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (HIV). También está la cloroquina, pero se hicieron pruebas y murieron diez de 80 personas en Manaos. “Tiene que haber un número estadístico que demuestre que eso que se prueba puede curar”, asegura. Otro medicamento que se está probando es un antiparasitario, la ivermectina, con algunos resultados. “Leí últimamente sobre los cientos de tratamientos que se están probando. Creo que antes que la vacuna, probablemente se encuentre una cura o paliativo. Hay que entender que hay dos tratamientos: uno contra el virus y otro contra la enfermedad que provoca el virus. Esto último (el tratamiento) es lo que da tiempo para descubrir la vacuna, ya que logro que el enfermo sobreviva a la infección” aseguró el Dr. Seigelchifer en este bloque.
Ciencia y debates interdisciplinarios
Desde la perspectiva del Dr. Seigelchifer, el mundo está en una crisis económica y política muy acentuada. Y aunque no haya manifestaciones, hay mucha gente que lo está pasando mal. Ojalá, dice el especialista, “se entienda de una buena vez que el Estado, para ser tal, tiene que tener una salud pública adecuada y una investigación estratégica propia”. Y vincula esta afirmación a que si sale la vacuna contra el Covid-19, y por ejemplo la consiguen EE.UU. o China, se las darán a sus ciudadanos. En este punto nos recuerda que los argentinos aún no tenemos ni vacuna contra el dengue. Por ello propone como norte diseñar estrategias como país y aliarnos como región. “El objetivo no tiene que ser solo descubrir, sino fabricar vacunas. Entonces hay que pensar como un todo. Pocos países piensan las cosas en su completitud: humana, biológica y económica. Cada disciplina atiende su juego. Hay que hacer un esfuerzo, pensarse como sociedad. No solo en la salud, sino en cómo estaremos viviendo” afirma.
Ensayos clínicos y comités de ética
Para testear una prueba clínica se requiere un comité de ética. Sobre esto, el peligro para el Dr. Seigelchifer es que un comité se vuelva una estructura burocrática, donde solo se asista para firmar. Por ello considera que se requiere un esfuerzo muy grande, que implica que las asesorías en ética sean con dedicaciones exclusivas y solventadas por el Estado. “Desde Azul[1] a hoy, esto mejoró mucho y se establecen más filtros, pero si el tamiz se convierte en una estructura burocrática es como si no estuviera. La única solución es involucrarse. Obligar a los médicos, los científicos y profesionales a ser éticos. Porque alguien tiene que ponerle el cascabel al gato” aseguró.
Ética de la investigación
Cuando un docente investigador o científico realiza una investigación, no solo se debe pensar que cumpla ciertas pautas, sino su sentido, hacia quiénes está dirigida; y además, sino se están vulnerando los derechos de quienes participan o de quienes serán objeto de la misma. Hay cuestiones que tienen que ser evaluadas no solo por los científicos, sino por los Estados en los cuales se realizan. Según el Dr. Mauricio Seigelchifer, hay que preguntarse por todo desprejuiciadamente. “La investigación clínica tiene ribetes oscuros, pero no es toda oscura. Hay que encontrar soluciones, ver cómo pueden funcionar bien los comités de ética. Hay que acercarse al problema para resolverlo, no alejarse y decir esto no me gusta. En todo caso, hay que poder decir en qué condiciones estaría a favor o en cuáles estaría en contra. Hay territorios en donde a todos nos parecería razonable una prueba clínica, otros en los cuales no. Lo importante es lograr que, si por ejemplo, se diga que se hará algo en Argentina, lograr que el resultado sea para Argentina”, concluyó el especialista.
Entrevista completa: https://www.youtube.com/watch?v=19zyhOXChwc&t=871s
Canal de YouTube “Metodologías y Epistemologías”: https://www.youtube.com/channel/UCt86_UDGrxO3ld75jIR-fQg
[1] Caso Azul (1986): Mauricio Seigelchifer era un joven becario que estaba realizando su tesis Postdoctoral en estudios sobre el cáncer en el Instituto Wistar de Filadelfia (Estados Unidos). Allí se enteró del experimento que se estaba realizando en Argentina sobre un virus recombinante, investigación que era de conocimiento de algunos pocos involucrados. Alarmado escribió cartas a colegas y amigos poniéndolos en conocimiento de lo que estaba ocurriendo en una estación de zoonosis de Azul. A partir de su difusión en algunos medios de prensa (la Revista, El Periodista), el gobierno argentino, bajo la presidencia entonces de Raúl Alfonsín, inició una investigación. La comisión oficial que inspeccionó el Instituto de Zoonosis de la localidad de Azul, integrada por científicos y técnicos del CONICET y de la Secretaría de Salud Pública, informó sobre las condiciones de inseguridad, falta de pedido de permisos y recaudos éticos con que se llevaba adelante este peligroso experimento. La Secretaría de Agricultura y Ganadería y el Ministerio de Salud y Acción Social argentinos lo suspendieron y en ese momento se levantaron las alertas sobre la necesidad de legislar y crear organismos de vigilancia y control para la experimentación con innovaciones biológicas en animales y humanos. Hoy este rol es de ANMAT.
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