En agosto de 2023 iniciamos una vez más el dictado de las clases en el Seminario de Pensamiento Nacional Latinoamericano a cargo de los titulares Pestanha, Oporto y Brown. Probar, por segunda vez, un ejercicio que proponemos en la primera clase, el cual consiste en que nos presentemos y que cada estudiante mencione ideas, conceptos, categorías relacionadas con la asignatura. A pesar de tantos años de estar embebidos en fuertes campañas de colonización y discursos imperialistas, los docentes nos llevamos la grata sorpresa de que los estudiantes relacionaban la matriz del PNL con los principios de las y los pensadores nacionales clásicos que estudiaron, trabajaron, reflexionaron y sistematizaron las bases de la misma.
Abierto el diálogo, una de las primeras respuestas, que luego se repitió en algunas otras voces, fue la idea de que el Pensamiento Nacional Latinoamericano aborda los problemas de Latinoamérica y, efectivamente, es uno de los temas principales de la materia. Otra estudiante señaló que las “8 Notas”, las directrices diseñadas por Mario Oporto, resumen los problemas que acarrea nuestro continente, desde antaño hasta la actualidad: la fragmentación, la desigualdad, las sociedades oligárquicas, la monoproducción, la consolidación de la democracia, el patriarcado, el racismo y el medio ambiente. En ese marco, la misma alumna sostuvo que las “7 dimensiones” del PNL reúnen las soluciones a las notas señaladas por Oporto. Otra estudiante señaló la importancia de reflexionar sobre América Latina utilizando la herramienta didáctica de la autorreflexión, una de las que Francisco Pestanha, docente titular, la haya siquiera explicado.
Mientras unos estudiantes se refirieron al Seminario como un espacio de enseñanza de la historia, otros mencionaron directamente hechos históricos concretos, como la conquista de América, las Independencias, La Batalla de Obligado o La Guerra de la Triple Infamia. En este punto hubo que aclarar que la competencia de la asignatura no es la historia porque, en primer lugar, es transdisciplinar. En segundo lugar, la corriente de PNL es una construcción teórica que va más allá de los hechos históricos. Sin embargo, remarcamos que es necesario hacer referencia a los hechos que mencionaron y a otros que nutrieron la matriz del PNL. Al respecto, algunos estudiantes alegaban que esta corriente de pensamiento es una construcción teórica; otros, que es un pensamiento. Allí hubo que subrayar que, si bien el PNL se trata de una teoría, la misma está anclada en realidades concretas, acciones y pasiones. Precisamente en los hechos históricos relacionados a las luchas anticolonialistas, a la emancipación americana, al freno del bloqueo anglofrancés en nuestros ríos durante la gobernación de Juan Manuel de Rosas, al genocidio de la Guerra contra Paraguay, por mencionar solo algunos hitos.
Una estudiante sostuvo que el PNL hace referencia a la Patria Grande, un elemento clave de esta matriz. Por un lado, porque los hombres y mujeres que llevaron a cabo las independencias americanas pensaban en la liberación de toda la región como sinónimo de unidad. Por el otro lado, porque el concepto refiere al proyecto político de los sectores populares, de los que propusieron el proteccionismo económico, de quienes sostenían la unidad nuestroamericana, etc.
También se mencionaron el capitalismo, la lucha de clases y el modelo agroexportador. Todos elementos centrales del Pensamiento Nacional Latinoamericano con algunas salvedades o agregados. En relación al capitalismo, los docentes sumamos una capa de complejidad. Aclaramos que en América Latina el capitalismo fue dependiente, y que a la lucha de clases, se le yuxtapuso la lucha por la emancipación nacional. Retomamos estas ideas acuñadas y exploradas por pensadores provenientes del marxismo como Juan José Hernández Arregui, Rodolfo Puiggrós, Alcira Argumedo, Gunnar Olsson. Es decir, complejizamos las ideas de los estudiantes con la trama por la lucha antiimperialista desde Nuestramérica.
Varios alumnos sostuvieron que el PNL es una corriente que se refiere a lo nacional, a lo propio, a nuestra identidad, a nuestras raíces y sentido de pertenencia frente a teorías universales y abstractas. También señalaron uno de los ejes centrales del PNL: la colonización eurocéntrica y la necesidad de descolonizarnos, de deconstruirnos y de generar una contrahegemonía. A esta mención, sumamos la lucha contra la colonización estadounidense. En relación a este tema, se mencionó cómo operan los medios de comunicación y cómo influye la trayectoria educativa, frente al asedio de información antipopular y antinacional, que nada tiene que ver con nuestras identidades e historia. De este modo, los estudiantes se adelantaron al planteo de “colonización pedagógica” que hace Arturo Jauretche en varias de sus obras y que trabajamos en la asignatura en profundidad.
Dos estudiantes señalaron algunos temas planteados por Alcira Argumedo, una de las referentes principales de esta corriente, incluso sin haber leído aún Los silencios y las voces en América Latina. Notas para el pensamiento nacional y popular. Sostenían, por un lado, que el PNL es un pensamiento autónomo, cuando Argumedo utiliza exactamente la misma caracterización para la matriz. Por el otro lado, remarcaron la idea de que los pueblos originarios ya debían haber sido consideradas personas. De este modo, se anticiparon también a la pregunta de la socióloga que, al iniciar el título mencionado, indaga si todos los sectores populares de América Latina son humanos. Se trata, por supuesto, de un interrogante irónico y provocador porque desde los tiempos de la Colonia, los sectores dominantes sostenían que los pueblos originarios o los negros traídos de África como mano de obra esclava no tenían alma o eran faltos de razón. Los deshumanizan y así, desde la teoría de la superioridad racial, se cometieron los peores exterminios y genocidios en nuestra región. Finalmente, una de las estudiantes, la que planteó el tema de la humanidad, afirmó que el PNL es colectivo aportando las palabras justas para su definición. El PNL se caracteriza por concebir a la humanidad en términos de colectividad y comunidad. Por eso se habla de “pueblo”, de “comunidad organizada”, de “lazos comunitarios”, a diferencia del liberalismo que se funda en el individuo. También concibe las tierras como propiedades comunales frente a la propiedad privada liberal.
Cuando dialogábamos sobre este tema, apareció la que Arturo Jauretche considera la zoncera madre que las parió a todas: civilización y barbarie. Una frase breve que refleja la división de clase y etnia.
Otro tema que llamó la atención de una de las estudiantes, el mismo que solía plantear Mario Oporto, fue el nombre de la cátedra. Hasta el año 2022, el Seminario de Pensamiento Nacional Latinoamericano se llamaba “Pensamiento Nacional y Latinoamericano”. Pero ese mismo año, a través de la Resolución del Consejo Superior N° 150 instrumentada en septiembre, se le quitó la conjunción “y”. La misma era redundante en tanto lo nacional implica, de manera indefectible, lo latinoamericano. La “y” incomodaba pero también generaba una contradicción. Todas y todos los pensadores nacionales concibieron y conciben lo nacional como sinónimo de lo regional, y a nuestro continente, como una unidad. La conjunción no solo separaba a lo nacional de lo latinoamericano sino que, además, era redundante.
El último estudiante en hablar agregó una mención sobre el tema Malvinas, un asunto central para ver las continuidades en el tiempo, ya que desde 1833 las islas son territorio ocupado por el Imperio británico.
A pesar de este diálogo enriquecedor, y pese al surgimiento de la figura de Eduardo Galeano, ninguno de los estudiantes hizo mención de los pensadores nacionales clásicos con los que deberían estar familiarizados, ya que cada edificio de nuestra Universidad lleva el nombre de alguno de ellos. Tampoco hubo referencias a la relación centro-periferia que, si bien se nombró al pasar, no tuvo profundidad.
Finalmente, otra cuestión a destacar fueron las menciones a las transformaciones sociales, culturales y políticas en los últimos años en nuestra región. Suele pensarse que el Seminario se refiere únicamente al pasado cuando, en realidad, se trata del trenzado entre el pasado, el presente y el futuro. La conversación con los estudiantes dio cuenta de esta característica proyectiva con la que insiste Francisco Pestanha —y que retoma de Gustavo Cirigliano— sobre el PNL.
De este modo, en la primera clase pudimos entre todos hacer un mapa conceptual de las bases del Seminario utilizando la metodología dialógica y constructiva que propone Freire. Una de las funciones que nos propusimos como Universidad desde el inicio es que frente a la colonización cultural y pedagógica eurocéntrica y norteamericanocéntrica, teníamos que proponer la descolonización cultural a través de quienes hicieron aportes a nuestro pensamiento nacional. En ese sentido, desde el punto de vista de la experiencia en el aula, podemos afirmar que lo hemos logrado.
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