Desde el siglo XVII, cuando nació en Alemania la que se considera la primera revista del mundo —Erbauliche Monaths-Unterredungen, o “Discusiones Mensuales Edificantes”— las revistas acompañan la vida cotidiana de las personas reflejando las costumbres, las mentalidades y el léxico de cada época, de manera aún más fiel que los libros y los periódicos.
Más o menos de eso se trata la Hemeroteca Revistas de la Biblioteca del Congreso Nacional: un inmenso y apasionante archivo donde es posible encontrar cerca de 9000 títulos de revistas argentinas y extranjeras a partir de la primera de la colección, un ejemplar de La Revue des Deux Mondes de 1829.
La profesora María Marta Rotondaro es jefa del departamento de Circulación y Mantenimiento (“y compañera”, nos aclara) de Hemeroteca Revistas de la BCN, y el periodista Facundo Lo Duca es empleado y referencista del área: con el mismo cariño y pasión con que hacen día a día su tarea, nos contaron cómo funciona ese pequeño mundo al alcance de todos nosotros.
“Nos ocupamos de muchas cosas —dice la profesora Rotondaro—: de custodiar el archivo, de conservarlo y de las referencias. Recibimos a investigadores y público en general que vienen con un interés específico, y nosotros podemos ayudarlos a desandar ese camino de la investigación porque a veces vienen con un título que no tenemos, pero por la entrevista que les hacemos podemos guiarlos hacia alguna publicación que desconocían”.
¿Ustedes conocen todo el material de la hemeroteca?
MMR: Sí sí, nosotros conocemos la colección: se conoce caminando el tinglado —es decir, el depósito—, buscando, leyendo, trabajando, investigando uno mismo…
FLD: Y curioseando…
MMR: Y obviamente tenemos nuestro catálogo en línea y dos herramientas más: un fichero Cardex donde está ingresado cada número de revista, entonces nosotros sabemos nuestra existencia; y algo llamado “topográfico” que es, como su nombre lo indica, el camino donde están ubicadas las revistas. Por esa herramienta nosotros sabemos que en determinadas colocaciones, por ejemplo del 1 al 1000 o al 10.000 va a haber publicaciones de determinadas épocas.
FLD: Primero que nada, queremos a este archivo. Eso genera una relación sentimental con nuestro material, y eso se ve a la hora de atender al usuario. Es muy gratificante cuando un usuario se acerca hasta nuestra hemeroteca, no sabe bien qué quiere ni cómo conseguir el material y nosotros, a raíz de conocer nuestro archivo, podemos ayudarlo. Creemos en democratizar la información que tenemos para que el acceso llegue lo más limpio, y que el lector se vaya con lo que viene a conseguir. También es satisfactorio cuando el lector consigue algo que no se esperaba, cuando aparece la duda porque desconocía la existencia de ese material: ese también es el efecto de un archivo, no solo dar con lo que uno quiere sino también irse con más dudas, porque el acceder al conocimiento nos abre la mente y al mismo tiempo nos llena de dudas. Lo que sucede en los archivos es el conocimiento en movimiento. Estamos abiertos los siete días de la semana, lo cual significa que el archivo trabaja todo el tiempo y también que se engrosa todo el tiempo, porque cada día entran nuevas revistas y nuevas colecciones que la gente nos va donando.
¿También aceptan revistas extranjeras?
MMR: Sí, así como tenemos La Revue de Deux Mondes que es francesa —en la que escribieron plumas como Alejandro Dumas y Baudelaire—, tenemos otras revistas francesas, españolas, italianas. Tenemos Life y Time, y ahora recibimos en donación algunos números de People, porque obviamente les sirven a los investigadores para conocer esas coyunturas. Quiero destacar que estamos abiertos a recibir donaciones, a nosotros nos viene bien todo: donarnos cualquier tipo de revista significa que más gente pueda tener acceso a esa información.
¿Se accede a las revistas en papel en la Hemeroteca?
MMR: Sí, se accede a la revista en papel, se puede tocar, y eso es súper importante. También hay una política que tiene la biblioteca de digitalizar las revistas, pero nuestra prioridad es que el público se acerque acá. Hoy no hay un acceso libre a la digitalización porque preferimos que el usuario venga a la biblioteca. Lo que tiene que hacer el referencista como primera medida es entrevistar a su público usuario, porque es la única forma en la que va a poder conocer qué es lo que quiere saber, adónde quiere ir. Y eso es lo único que nos permite a nosotros construir este vínculo y ayudarlo.
¿Tienen también un servicio de consultas por mail?
MMR: Sí, es completamente gratuito. Por lo que explicamos antes, está dirigido al público de las provincias o del exterior que no tiene la posibilidad de venir personalmente. Pueden mandar por mail la referencia lo más completa posible —título, año, número, etc.—: si la búsqueda no es muy compleja ni implica un gran volumen buscamos la publicación, escaneamos las páginas que el usuario necesita y se las enviamos por el mismo medio para acercarles el material.
¿Se hacen visitas guiadas al archivo?
FLD: Sí, permanentemente. Recibimos colegios, investigadores, público en general. Una vez por mes. La gente puede anotarse desde la página de la BCN para venir a conocer los archivos no solo de la Hemeroteca, sino de toda la Biblioteca del Congreso Nacional. Las visitas son el primer martes de cada mes a las 10 y a las 15 horas. También vamos a abrir la Biblioteca en la Noche de los Museos: estamos organizando entre varias áreas una sala de escape con la temática de Julio Cortázar, uno de nuestros escritores favoritos.
MMR: En esta sala de escape vamos a intervenir todas las áreas de la biblioteca, que son muchas: nuestra hemeroteca, la sala pública en general, el área donde hay libros de organismos internacionales, la sala de archivo, el espacio cultural de la calle Alsina… Cortázar, uno de nuestros autores estrella, atraviesa todas las salas y es lo que vamos a hacer en la sala de escape, porque queremos acercar los autores al público.
Aproximadamente, ¿qué cantidad de revistas tiene la hemeroteca?
MMR: Alrededor de tres millones. Creo incluso que hay un poco más. Estamos contándolas todo el tiempo porque el archivo es inabarcable, nos entran revistas permanentemente y la hemeroteca está siempre en crecimiento. Los libros los podés medir de una manera un poco más lineal, pero las revistas periódicas tienen grosores muy diferentes, son un formato atípico. Tenemos revistas desde 1829 hasta la actualidad.
FLD: Para poder visualizar la cantidad, podríamos decir que son más o menos siete cuadras repletas de anaqueles con revistas.
Servicio de consultas por mail para usuarios de las provincias y del exterior: revistas@bcn.gob.ar
Noche de los Museos: sábado 9 de noviembre a partir de las 19 hs.
Donaciones: revistas@bcn.gob.ar
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