La Red Argentina Investigadoras e Investigadores de Salud -RAIIS- difundió en el día de hoy una nota en la que analiza la situación actual en relación con la COVID-19 y el sistema de salud. El artículo lleva la firma del Prof. Martín Di Tomas, el Dr. Fabio Núñez, la Dra. Rosa Bologna, los licenciados Nasim Iusef, Santiago Sosa, Valeria Almirón, Santiago Olszevicki y Franco Mársico, y la Dra. María Soledad Santini.
A continuación reproducimos textual e íntegramente la nota -titulada “El sistema de salud está en alerta”-, para recordar la necesidad de seguir cuidándonos y así superar, en comunidad y lo antes posible, este momento difícil para la Argentina y el mundo.
“La pandemia no cede y ante eso son necesarias de forma urgente medidas de política pública para reducir la transmisión del virus y ganar tiempo en pos de avanzar con la vacunación, proteger a los grupos de riesgo y reducir al máximo la letalidad del virus.
A la fecha, la ocupación de camas en el Gran Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se encuentra por encima del 69,2%, pero muchos establecimientos ya superan ampliamente el 90% de ocupación, lo que dificulta la logística común entre hospitales y centros de internación. Estos números son de extrema alerta ya que el crecimiento de la ocupación de camas suele ser exponencial, potenciado con el aumento de casos que parece no tener control y que desconocemos la magnitud que aún puede tomar. La saturación es ahora.
En nuestro país pudimos contener la primera ola de la pandemia sin que el sistema sanitario colapse. Esto se debió en gran medida a los esfuerzos y sacrificios que se hicieron en forma acelerada para acondicionar un sistema de salud que se encontraba devastado por años de desidia. A pesar de la descomposición del tejido social, resultado de las políticas neoliberales de años anteriores, y los elevados índices de pobreza, las tempranas medidas político-sanitarias aplicadas ante el comienzo de la pandemia sumando el llamado a la conciencia y solidaridad social, permitieron sobrellevar la primera ola evitando el colapso del sistema sanitario.
Es necesario recordar que todos los sistemas tienen un punto crítico, y el sistema sanitario no es la excepción. Hoy, ya transitando la segunda ola de contagios, debemos tomar conciencia de que si no baja la cantidad de casos diarios, no habrá sistema de salud que aguante. La pandemia y sus secuelas económicas y sociales han profundizado los niveles de pobreza y desigualdad en todo el planeta, y Argentina no escapa a esta lógica. Frente a esto, debemos reflexionar sobre la dimensión del daño que el colapso del sistema sanitario puede infringir a cada unx de lxs habitantes de nuestra patria. Un colapso sanitario solo aportaría mayor angustia, sufrimiento y dolor, con la inevitable pérdida de vidas humanas y, a su vez, profundizaría la crisis económica y social ya existente.
Es cierto que con los niveles de informalidad laboral que aún hoy existen en la Argentina, es imposible pensar en un cumplimiento estricto de medidas de confinamiento por el cien por ciento de la población. Más cuando gran parte de esa población depende de poder salir aún a riesgo de exponer su propia salud y la de su familia al contagio, para poder pelear el plato de comida diario. A esto se suman los intereses de diversos grupos que no quieren resignar sus ganancias. Frente a todo este complejo escenario, es importante entender que si llegáramos a vivir un escenario de colapso socio-sanitario, los costos económicos serán mucho más elevados que los vinculados a un cierre temporal bien regulado. Además, frente a los inevitables costos de una pandemia, también debemos preguntarnos si no es momento de plantearse desde la solidaridad social la necesidad de que esos costos sean soportados por los sectores que vienen ganando siderales sumas de dinero a raíz de la pandemia.
A diferencia de la primera ola, hoy tenemos un proceso de vacunación masivo en marcha, organizado de manera estratégica, que nos permite poner plazos más alentadores. Hasta la fecha se han aplicado más de 5 millones de dosis de vacunas. En este sentido, un período de mayores restricciones y ralentización de los contagios nos haría poder completar la vacunación de los grupos de riesgo y bajar drásticamente la letalidad ya que los fallecidos con diagnóstico de COVID-19 en nuestro país tienen un promedio de 74 años, siendo más del 84% mayores de 60 años de edad. En este sentido, completar la vacunación de los grupos de riesgo es el punto clave para bajar la letalidad.
Muchos países han podido establecer procesos de administración de los confinamientos a partir de medidas de restricción a la circulación. Por ejemplo, países europeos hace meses que establecen restricciones para las actividades de esparcimiento en lugares cerrados, a modo de evitar los aglomeramientos. El sur global en su conjunto es el área más golpeada por la pandemia y todos sus países atraviesan una muy difícil situación epidemiológica.
Chile, con un alto grado de vacunación, está realizando un confinamiento de más del 80% de su población. Uruguay, que hasta hace poco era considerado un país modelo, está atravesando su momento más crítico. No hay nada que indique que nuestro país pueda ser la excepción si no se toman medidas.
La pandemia pone en evidencia varios escenarios, uno de ellos es la brutal desigualdad que transitamos. Es necesario que se pueda articular el eje de la salud, como un eje transversal de política de Estado para que se garantice y respete este derecho a todxs lxs habitantes de nuestro país. Pasar de una economía de mercado sin controles a una economía del cuidado, donde la economía se ordene a partir del cuidado de la salud, la persona y el ambiente, es una deuda que esta pandemia ha puesto en la agenda pública.
Por eso, desde la Red Argentina de Investigadoras e Investigadores de Salud (RAIIS) llamamos a las autoridades de todos los niveles a unificar criterios teniendo como ordenador la necesidad de tomar medidas urgentes que mitiguen la aceleración de contagios que nos lleve a un colapso socio-sanitario sin precedentes y de consecuencias imprevisibles. También convocamos a la sociedad a redoblar los esfuerzos de cuidado, dejando de lado actitudes de individualismo. El sistema de salud tiene un límite, sobrepasarlo es abrir las puertas de una realidad que ninguna sociedad debería tener que transitar.
Las burbujas dejaron de ser implementadas como en un principio. Hay solo 5 estrategias que debemos respetar como sociedad:
1. Permanecer en lugares abiertos o con ventilación cruzada;
2. Mantener 2 metros de distancia entre personas;
3. Usar barbijo siempre;
4. Lavarse las manos con agua y jabón (o alcohol 70% de no poder usar agua);
5. Mantener el aislamiento social y evitar reuniones sociales.
La solidaridad individual y colectiva como única salida es un imperativo del momento histórico que nos toca transitar.
Prof. Martin Di Tomas, Dr. Fabio Núñez, Dra. Rosa Bologna, Lic. Nasim Iusef, Lic. Santiago Sosa, Lic. Valeria Almirón, Lic. Santiago Olszevicki, Lic. Franco Mársico, Dra. María Soledad Santini. Colectivo RAIIS«.
Hacer Comentario
Haz login para poder hacer un comentario