Oscar Formoso es vecino de Remedios de Escalada Este e integrante del Centro de Estudios Históricos de esa localidad. Pero, además, es autor del escudo que identifica a este barrio lanusense, aprobado en el 2009 por el Concejo Deliberante local “para uso cultural”.

En diálogo con Viento Sur, Formoso detalló cada uno de los elementos que hacen a la insignia y se refirió a la controversia originada en torno a las celebraciones por el centenario de Escalada.

¿Cómo surge la idea de armar un escudo?

En el año 2000 se creó una comisión de vecinos y organizaciones para conmemorar los 100 años de la fundación de Remedios de Escalada. Allí, yo propuse crear un escudo, que contó con el aval de casi 90 instituciones y, después de muchas idas y venidas, con la aprobación del Concejo Deliberante.

¿Cómo está conformado?

En el centro hay una rueda, que es el núcleo de este pueblo porque si estas vías hubiesen pasado por Monte Chingolo o La Salada, otra sería la historia. Después hay cinco campos. El primero lleva los colores de Talleres, por el club y por todas las instituciones que hicieron a la vida social. El que está al lado, contiene un ceibo, que es la flor nacional, un pino que representa al cooperativismo y un banco que identifica a la plaza Mariano Moreno, construida por los propios vecinos.

Los tres campos de abajo comienzan con la antena de Radio Argentina, que estaba pegada al cementerio y era un punto de referencia. Cuando todas las casas eran bajas, se podía ver desde la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Pegadito están los perfiles de los talleres, que fueron los que generaron la radicación urbana. Y, finalmente, hay un libro, que simboliza a la enorme cantidad de bibliotecas que hubo y hay en la zona, y un diploma que refiere a la Universidad Nacional de Lanús. Los colores son por la bandera argentina y el sol. Y la leyenda final es “Pueblo Ferroviario”.

Recién decías que el escudo nació por los 100 años de la fundación de Escalada, pero las celebraciones por el centenario son este 3 de agosto, ¿cómo es eso?

Hay una controversia. Desde el Centro de Estudios Históricos de Remedios de Escalada consideramos que el barrio surgió en el 1900, cuando comienzan a levantarse los talleres, estaban los primeros asentamientos y se funda la primera escuela, que fue la 16. No hay una fecha exacta de fundación, porque Escalada era un conglomerado de viviendas, sin ningún orden, placa, o predisposición. En la medida que los obreros necesitaron estar cerca de su fuente de trabajo, comenzaron a lotearse los terrenos.

¿Y qué ocurrió el 3 de agosto de 1923?

Muchos obreros venían a trabajar aquí en el tren, entonces desde el ferrocarril se pidió permiso para agregar una parada en el recorrido, para que los ferroviarios pudieran subir y bajar sin problemas. En ese momento, al apeadero lo llamaron “Los Talleres”. Con el tiempo se solicitó una nueva autorización para abrir una boletería porque ya había mucha gente que necesitaba de ese servicio. Entonces se identificaba a la zona con el nombre de la estación y eso no tenía muy buena prensa en algunos vecinos. Se hicieron algunos plebiscitos barriales para ver qué nombre se le podía poner, pero no había acuerdos. Finalmente, el entonces ministro de Obras Públicas le puso el nombre de “Remedios de Escalada” a la estación, en el marco del centenario del fallecimiento de la esposa de San Martín.

Este año se cumplen cien años del cambio de nombre de la estación porque, además, la localidad de Remedios de Escalada llegó después del ’49, cuando se delimitaron los distintos barrios del partido de Lanús.

¿Por qué se eligió esta zona para instalar los talleres?

Luego de la fiebre amarilla quedó como un punto crítico el que los talleres estuviesen en la Capital. Antes estaban en la estación Solá, cerca de Constitución, después de Gobernador Yrigoyen. Entonces se decidió comprar estos terrenos entre la estación de Lanús y Banfield.

¿Evita realmente visitó a los ferroviarios?

Sí, y los retó en el galpón de máquinas, porque la mayoría de los trabajadores eran anarquistas y socialistas. A lo largo de la historia, los ferroviarios fueron siempre muy combativos y hubo muchas represiones.

Hoy parte de los antiguos talleres se convirtieron en la Universidad, ¿cómo se vivió eso en el barrio?

La llegada de la UNLa pasó a ser una continuación de lo que era el ferrocarril, porque en esa época el tren abastecía de insumos económicos. Y hoy la Universidad provee a las personas de herramientas para su desarrollo.

El ferrocarril es movimiento, comunicación, y es la identidad de nuestro pueblo.

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