Elías Nahuel Abeleira es oriundo de Burzaco y cursa la Licenciatura en Ciencia Política y Gobierno en nuestra universidad. Como otros tantos estudiantes, es primera generación universitaria dentro de su familia junto con su hermana, que también eligió una universidad pública para continuar sus estudios superiores.
Hace unas semanas, Elías fue distinguido con el 1er. premio en el Concurso Federal de Ensayos «Cuatro décadas legislando en democracia – El Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo en el proceso de conformación y sanción de leyes», organizado por la Agencia Nacional de Ciencia y Tecnología de la Jefatura de Gabinete de la Nación.
Su trabajo “La retracción del Poder Ejecutivo en la producción legislativa entre el 2015-2018” obtuvo el primer lugar frente a otras producciones presentadas por estudiantes universitarios de todo el país.
¿Cómo fue recibir la noticia de la premiación?
Me enteré por mail. El concurso arrancó en marzo, yo entregué el ensayo en abril, y en agosto me llegó un correo de que estaba entre los ganadores. En ese momento estaba trabajando y me puse a saltar de la emoción. Después de un mes publicaron los resultados y vi que estaba primero y que nos iban a entregar los premios en Casa Rosada. Otra emoción más. Y un día antes de la premiación estaba cursado con Diego Raus, que es el director de la carrera, y me avisa que él me iba a dar el premio.
¿Cómo te enteraste de la convocatoria?
Me enteré por Instagram. Vi una publicación de la Universidad Nacional de San Martín donde se promocionaba una charla sobre el poder ejecutivo y legislativo a 40 años de la democracia. Me anoto y en la charla promocionan el concurso. Por otra parte, yo tenía algo armado para la Diplomatura en Gestión Legislativa que da el Senado y que estaba cursando. Entonces, rearmé el escrito para cumplir las condiciones del concurso y lo presenté. Mi ensayo no es tan ensayista, ni literario, sino más bien académico.
¿Y sobre qué trata?
Durante el gobierno de Mauricio Macri se presentó la tasa de participación legislativa más baja desde el retorno de la democracia. Esa tasa de participación es la cantidad de leyes que durante un período son iniciativa del Poder Ejecutivo. La idea era estudiar de una manera exploratoria las causas por las cuales el Ejecutivo incide menos en la legislación, no solamente por iniciativas presentadas en el Congreso, sino también por lo que se conoce como “acoplamiento del Ejecutivo” que es cómo al incrementarse la red normativa del país el Ejecutivo tiene menos posibilidades de incidir en ciertas áreas que le son vedadas constitucionalmente.
¿Por qué elegiste esta carrera?
Cuando terminé el secundario no sabía bien qué hacer, pero siempre dentro de la escuela tenía el rol de hablar frente a la gente y todos me decían que iba a ser presidente, claramente tenía un interés en la política. La carrera no te prepara para ser presidente, pero sí para saber cómo funciona el Estado, la política. La carrera me encanta. Y hoy tiene otra relevancia porque también milito.
¿Qué significa estudiar en la UNLa?
La elegí por una cuestión de cercanía, pero cuando entré por primera vez sentí que tenía que estudiar acá, como algo místico. Es más, me postulé para una beca en una universidad privada de Capital, pero que no tenía nada que ver con la idiosincrasia de la UNLa, y por suerte no me salió. Hoy entiendo la importancia de estudiar en una universidad con el perfil que tiene esta, pública, urbana, socialmente comprometida.
Hoy hay muchos discursos en contra de la universidad pública, ¿qué opinión te merecen?
El panorama no es el más alentador y es preocupante escuchar esos discursos. Yo creo que la juventud participa mucho, pero de distintas formas. Hoy hay dos espacios públicos, la calle y las redes sociales, un campo que hay que explorar más.
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