“Luthiers” tuvo lugar el 9 y 10 de septiembre en la UNLa. Fue la primera exposición universitaria de instrumentos musicales acústicos y eléctricos, equipamiento, accesorios y efectos de producción nacional. Fue organizada por la Dirección de Relaciones Institucionales y Culturales, el sello discográfico de la UNLa y el Departamento de Humanidades y Artes, con el apoyo de la Asociación Argentina de Luthiers.
Oscar Grela y Fernando Ávalos, responsables de la exposición, soñaron desde hace mucho tiempo con hacer la muestra “Luthiers” y coinciden en que el festival Cultura por Nosotros fue un empujón: “las bandas que venían a tocar nos preguntaban cuándo íbamos a organizar un evento así”.
El ala sur del edificio José Hernández se vistió para la ocasión con stands llenos de instrumentos, luminaria de color y música ambiente. A lo largo de la muestra se pudo distinguir desde un expositor de controladores midi hasta al único “obradeiro” de gaitas e instrumentos de vientos gallegos de la Argentina, Ricardo Molina. Dueño de uno de los instrumentos más atractivos de la jornada, cautivó a los presentes con el sonido de sus gaitas: “Es muy importante para mí estar en este espacio, ya que no solo muestro mi trabajo sino que contribuyo a la difusión de la cultura gallega”. Los participantes probaron baterías, flautas traversas, guitarras criollas y eléctricas, bajos acústicos y eléctricos, instrumentos de percusión, pedales, felpas para platillos, el bandoneón Pichuco, entre otros.
Luthiers permitió que los expositores contaran y demostraran a través de sus instrumentos lo que hacen, por qué trabajan con ciertos materiales y no con otros. Además, músicos y público en general pudieron generar contactos para comprar y vender sus instrumentos.
La feria también contó con charlas y actividades tales como un taller de canto con caja dictado por Florencia Barroso; un taller de percusión africana; un taller sobre “cómo hacer tus propios controladores midi”, dictado por los responsables de la tienda Yaeltex y un taller de amplificación y procesamiento de guitarras que ofreció el músico y no docente de la UNLa, Esteban González.
Cuando las luces se apagaron, los Luthiers se saludaron con un “¡Hasta el año que viene!”.

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