Estación Banfield del Tren Roca. Un joven sube con destino a Constitución. Viaja “colgado” mientras oye el paso sobre las vías, el murmullo de los pasajeros y los pregones de los vendedores ambulantes. Esos cantos le llaman la atención: ¿será la afinación?, ¿responden a una armonía musical?, ¿siguen un determinado ritmo? 

Leandro Kalén es músico y en su disco “La Música del Tren” explora las variantes del folklore urbano a través de los cánticos de los vendedores que día a día transitan los vagones del Roca.

¿Cómo fue encontrar una estética musical en medio del tren?

Lo primero que me surgió fue ver que esos cantos se repiten con ciertos intervalos, hay algo de afinación, de seguir un ritmo. La persona puede o no reconocerlo como algo musical, pero hay mucho de eso, es un folklore propio e inconsciente quizás.

El escenario del Roca es bastante ruidoso, la gente viaja apretada…

Sí, y de hecho cuando hay algún problema con el tren o no anda, los pasajeros se la agarran con los vendedores y hay muchas personas que “detestan” a los vendedores ambulantes, que pertenecen al mundo de “los nadie”, como dice Galeano[1], porque no les alcanza nada, ni el IFE, ni las ayudas, nada.

¿Cómo lograste grabarlos?

Fue con un grabador y con la perspectiva de hacer una música que acompañe y no que intervenga. Por eso no se usaron renders, efectos o filtros muy profundos. El canto y la música conviven con lo que son, porque es la música del tren y si el tren no se oye no tiene sentido.

En los temas hay melodías de jazz, tambores…

La música es un poco la idea de cómo me la imaginé al momento de escuchar el canto. Hubo uno que me atrapó mucho que fue “hay rica chipa” que lo dice una vendedora en el andén de la estación Constitución y ahí mismo me nació la armonía. Hay folklore, candombe, jazz étnico, un poco de todo. Particularmente en el disco yo me hice cargo de todos los instrumentos, excepto los saxos que estuvieron a cargo de Ramiro Flores.

El último track es como un pedido de solidaridad, ¿hubo alguna intención especial?

Es como un bonus track porque es un canto que escuché en la línea Mitre que va a José León Suárez y no tenía el grabador encima y la grabé con una nota de voz. Entonces, después le pedí Victoria Colman, una artista de la zona, que lo recreara. Es una señora con su hija que ofrecía pañuelitos descartables. Y me encantó. Creo que hay algo que trasciende al trabajo que es la música haciéndose cargo de las reivindicaciones populares.

¿Cómo fue la repercusión del disco?

Todo el laburo es una botella al amor. En las notas de prensa aparecieron comentarios de odio hacia los vendedores, hubo colegas que me dijeron que se podría haber complejizado más, una postura que tiene más que ver con la forma y no con el contenido. Algo muy del palo de la música. Pero, me llega más un comentario de alguna persona que te dice “me hiciste acordar a cuando yo viajaba” o algo así. De todas formas, ha cambiado mucho nuestra escucha, de hecho el disco dura 10 minutos, que es lo que tarda el viaje de Banfield a Constitución, y también es el tiempo de atención que tenemos.

¿Cómo impactan esos cambios en la música?

Yo me dedico a la docencia con niños y en la actualidad hay diversas expresiones musicales, pero hay un problema porque para mucha gente la música urbana y sus múltiples vetas son la única forma de hacer música y eso formatea la experiencia. Hay millones de maneras de hacer música, pero si el formato te condiciona limita mucho la creatividad del artista. La idea de destacarse haciendo lo que hacen otros es una gran forma de control. La cohesión social a través de la idea de “reconocimiento” donde ya no importa la cultura o el prestigio, hace que todo sea tan pragmático que hasta dudás del relato de la historia misma. Yo creo que la cultura tiene un impacto fundamental en la cohesión social. 

Otros homenajes
Recientemente y a 45 años de La Noche de los Lápices, Leandro Kalén lanzó «Para vencer al terror», un corto filmado en el ex CCDTyE Pozo de Banfield que consta de seis pequeñas intervenciones artísticas, basadas en la literatura, poesía y música contemporáneas al oscuro período de la última dictadura argentina. Puede verse aquí

Por otra parte, Kalén realizó “La Cosmopista del Sur”, un disco que reúne textos cortos de Julio Cortázar, leídos por distintos referentes de las letras, del periodismo y de la música. Puede escucharse aquí

Y durante el 2021 editó “Un pulso sobre la tierra”, en homenaje a la escritora Alejandra Pizarnik, junto a la Universidad Nacional de Avellaneda, ciudad de donde era oriunda. Puede escucharse aquí


[1] Poema “Los Nadies” de Eduardo Galeano disponible en https://red.pucp.edu.pe/ridei/noticias/los-nadies-por-eduardo-galeano/

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