Periodista, escritora e investigadora, Stella Calloni es una de las máximas referentes del periodismo honesto y valiente en América Latina. Es autora de libros tales como “Operación Cóndor, pacto criminal”, “Nicaragua: el tercer día” y “Panamá, pequeña Hiroshima”, resultado de investigaciones exhaustivas y comprometidas con la búsqueda de la verdad como único norte. Fue corresponsal de guerra en diversos conflictos latinoamericanos y amiga de grandes nombres de nuestro continente: Hugo Chávez, Gabriel García Márquez y Fidel Castro, entre otros.
Stella Calloni fue una de las panelistas en el foro internacional «Los Medios de Comunicación como garantes de la Paz y de los Derechos Humanos» que organizó el Centro Universitario MacBride de la UNLa en los primeros días de septiembre. A continuación, algunas de sus opiniones y definiciones en el momento actual de la Patria Grande.
-Mucho se habló siempre sobre el rol de instituciones como la Iglesia o las FFAA en la construcción y destrucción de los procesos políticos latinoamericanos, y poco sobre el rol de los medios en el mismo campo. ¿Qué hizo que la lupa fuera hacia los medios y su papel en las democracias de América Latina?
-Lo que pasa es que estos medios ya estaban trabajando desde hace muchos años. Vamos a ir hasta la Segunda Guerra Mundial y el papel que tuvieron los medios en manos de Goebbels: ¿cómo entre el terrorismo que aplicaron ellos mismos, que incendiaban cosas, acosaban a los subversivos, a los comunistas, a los judíos, cómo pudo un hombre convencer a mucha gente del pueblo de que ellos estaban en lo justo con lo que hacían, que era terrible, siniestro? Desde entonces, todas las intervenciones que se han hecho se han hecho con los medios por delante: la intervención a Guatemala, los golpes de Estado. Siempre. Pero, ¿qué pasa ahora? Que desde el tiempo que ellos cambian estas teorías de la contrainsurgencia les ponen un lugar clave a los medios, a la guerra psicológica, que hace que durante los procesos de las dictaduras primero y el neoliberalismo después, ellos se apoderen de un montón de medios. Logran pactar con los patrones de los medios porque la SIP, la Sociedad Interamericana de Prensa, es la Sociedad Interamericana de Patrones de Medios. La propaganda, la publicidad, los entretenimientos, la desinformación, la manipulación: todos esos elementos, los empiezan a manejar masivamente. Hoy en día salta porque hemos visto por ejemplo que lo de Venezuela fue un golpe mediático como lo denunciaba Chávez: mediático porque empezó en los medios, porque se fabricó incluso: ya estaban preparados en los medios los discursos que se iban a decir una vez que cayera Chávez; habían adelantado que un grupo de militares denunciara que habían matado gente y no había ningún muerto todavía.
Los medios toman su nivel de importancia cuando ellos empiezan con el esquema de guerra de baja intensidad. Necesitan los medios sobre todo después de Vietnam, cuando dan el gran salto hacia lo mediático porque se dan cuenta de que por los medios el pueblo norteamericano se enteró de lo que estaban haciendo en Vietnam y reaccionó. Entonces dijeron “nosotros tenemos que ganar las mentes y los corazones”. Eso está escrito en sus propios discursos. Ganar mentes y corazones es la guerra psicológica, es ganar cómo te introducís en las poblaciones, cómo te introducís en los pueblos, cómo te introducís en las universidades: en todas partes. Hoy ellos –el Imperio con todos sus asociados- manejan el 95% de las noticias que circulan por el mundo. Y la noticia, los medios, hoy son un arma de guerra.
-¿Cómo se enfrenta todo este poder mediático?
-Se enfrenta primero con mucha inteligencia y con mucha voluntad. Desde el 94 hay tantas discusiones sobre medios, y yo siempre tenía mis peleas en las mesas de discusión porque decía “bueno, nosotros estamos como el médico que va a ver un enfermo terminal. Y le dice usted tiene esto, tiene esto otro, y se va. La enfermedad no se cura”. Nosotros hicimos muy poco por aprovechar ese período que teníamos. Por eso el presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías pensaba las cosas y las hacía de inmediato, porque decía “no nos van a dar tiempo para consolidarnos”. Cuando ellos en el 2011 vieron esta cosa consolidada de la integración, dijeron “es la hora de volver a nuestro patio trasero y ponerlo en orden”. Y bueno, ya lo están poniendo en orden desde el 2002, el 2007, el 2008, el 2010, con todos los golpes que hicieron, los que intentaron y los que ganaron. Para eso necesitaron los medios. Tendieron a crear grandes monopolios mediáticos asociados, como los terroristas cubanos de Miami que manejaron fibra óptica asociados con Clarín. Todo esto vino escalonadamente. Y sembraron lo de las fundaciones, uno de cuyos deberes era entregar dinero, comprar periodistas, comprar diputados, comprar todo lo que fuera comprable. Y esa es la forma en que se han infiltrado.
-A pesar de los triunfos que logra ese modelo de batalla mediática, hay grandes sectores que han dejado de creer en esas mentiras, que son los grandes sectores movilizados.
-Lo que se ganó en América Latina en los últimos tiempos siempre se ganó contra los medios. Los medios le hicieron una guerra terrible durante mucho tiempo a Evo Morales y en la última gran elección –no estoy hablando del plebiscito para la reforma-, obtuvo el 67%, casi el 70% con todos los medios en contra. Pero sí, Evo tenía Telesur, que sale en todo Bolivia. Y él hizo medios en todas las lenguas originarias. Entonces te das cuenta de que hay formas de pelear que te sirven para instalarte más. Es mucho más difícil hacerlo en los grandes países como Argentina, como Brasil. Brasil es la novena potencia del mundo; además coexisten dentro de Brasil como cuatro Estados. Es una gran potencia, entonces manejar esa misma situación en esa gran potencia fue muy difícil, pero además esas fueron pequeñas debilidades. Porque a estos gobiernos no los tumban por sus errores. Lo que nosotros reclamamos como errores -que no fueron tan hondo en tal cosa o tal otra, por ejemplo- no es el problema para ellos: al contrario, cuanto más hondo fuéramos más nos iban a atacar. Los gobiernos no cayeron, no fueron ocupados por sus errores sino por lo que hicieron bien.
Estamos en el proyecto de re-colonización del continente, y para re-colonizar el continente tenés que manejar estos monopolios mediáticos y ponerlos a trabajar masivamente. No solo eso: está también el problema del entretenimiento. Cuando ustedes estudien el trasfondo de lo que es un entretenimiento como “Bailando por un sueño”, un entretenimiento como “Gran hermano”, cuando ustedes estudien la base del chimento… ¿Cómo desconcientizaron al pueblo estadounidense? Con esos programas de chismes, esos programas a los que van las mujeres y acusan a los maridos; todo eso va destruyendo el tejido social de una manera que no te podés imaginar. Eso, más la mentira. Cada paso dado en la información o la desinformación está pensado por una nube de sociólogos y psicólogos, es como los experimentos que hacen con los prisioneros de Guantánamo. Así llevaron adelante las guerras de este siglo: como invasiones humanitarias e invasiones democráticas. Imaginate ponerles ese nombre a guerras coloniales típicas, con invasión, matanza de la población, apropiación del territorio y destrucción de todo lo cultural. En Irak destruyeron la Biblioteca de Bagdad. Todo lo que eran valores universales pero valores también intrínsecos para esa población, lo destruyeron. Eso es lo que estamos viviendo. Un proyecto que se trazó Estados Unidos de expansión global. De controlar el mundo. Dijeron “no tenemos ningún contrincante enfrente, entonces es la hora de llevar nuestra democracia a todos los lugares del mundo”. Entonces empezaron las invasiones donde tenían necesidad de invadir: invadieron rápida y furiosamente Afganistán, invadieron Irak, invadieron Libia, invadieron las repúblicas centroamericanas, etcétera. Y la gente clama por las muertes, pero ellos lo que quieren es el territorio lo más vacío posible, y de posibles resistentes.
En nuestro caso vienen ahora, pero después de habernos invadido con las fundaciones. Evo se ha salvado mucho porque se sacó a las fundaciones de encima, pero era clarísimo que aunque lo hiciera ellos iban a entrar por donde fuera. Ahora se metieron con las cooperativas mineras, y ya viste la tragedia. En Brasil pasó un poco lo mismo, aunque ahora la pregunta es: en Brasil, ¿a 20 millones de personas las van a hacer retroceder a la pobreza y van a aceptar después que han conocido que podían vivir de otra manera? Acá mismo, ¿qué está pasando acá? Hay muchos escépticos, y yo no soy escéptica: yo creo que hay mucho y que la América Latina desde hace 200 años viene resistiendo golpe tras golpe, resucitando, siguiendo adelante; venció al neoliberalismo que no es poca cosa, el neoliberalismo que entró a Europa caminando del brazo y por la calle aquí no pasó por decisión popular, porque estos gobiernos los parieron los pueblos que le habían ganado la guerra al neoliberalismo. No va a ser fácil volver atrás, va a haber lucha y va a haber resistencia, que tiene que ser muy inteligente. Lo que los pierde a ellos es el hecho de sentirse seguros, en la impunidad total. Con esa impunidad total que sienten están tomando medidas que son suicidas para ellos mismos.
-¿Cuáles, por ejemplo?
-Las medidas que se tomaron acá contra la población: el hecho de que el Presidente vaya a decir que estamos todos mejor, la poderosa inflación, las importaciones, se está destruyendo el trabajo, se está destruyendo la vida, se están destruyendo los programas sociales, se está destruyendo todo. Y no fueron dos años, fueron doce años de esto. Quizás estando en el gobierno vos decís “bueno, ya estoy manejando esto”; y te olvidaste del trabajo de masas, de bases, que es indispensable. Eso tenía Chávez. A Chávez le decían “están diciendo esto”, y el decía “toquen puerta por puerta”, “vayan a esto”, “creen la misión tal”. Hay que tener una audacia revolucionaria para dar pasos gigantes. El día que Evo sacó a la DEA, el día que Evo sacó a la CIA… eso es gigantesco. ¿Y por qué está mejor parado Evo que otros? O, ¿por qué ha resistido Venezuela? Porque lo que no le dicen a la gente es que Venezuela tiene muchos muertos: cada intento golpista dejó 70 muertos o más, además de la destrucción: en el 14, en el 15, le destruyeron tres universidades. Quemadas. Han matado militares, han matado policías, han matado campesinos, han matado diputados. Están también los paramilitares colombianos: ahora detuvieron 97 con un montón de armas; iban a hacer líos en esa manifestación. Pero actuó la inteligencia. No solo tiene que actuar la inteligencia militar, la inteligencia de seguridad de un país, sino que nosotros también tenemos que actuar con mucha inteligencia en cada paso que damos. Pero entender una cosa: si nosotros no paramos a esta gente antes de que se consolide, va a ser muy difícil sacarlos después. Vamos a tener tropas y los acuerdos de seguridad. Un trabajo que acá no se hace, es obligar a que el Congreso tenga en sus manos qué acuerdos de seguridad se firmaron. Porque son acuerdos de seguridad que nos van a llevar al mismo punto: por los votos a las botas.
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