El 13 de noviembre se conmemora el Día del Pensamiento Nacional en homenaje al nacimiento de Arturo Jauretche, uno de los pensadores nacionales más importantes de la región tanto por sus numerosos escritos como por su militancia política, primero en las filas yrigoyenistas y luego en el peronismo.  

El Seminario de Pensamiento Nacional y Latinoamericano de la Universidad Nacional de Lanús desarrolla algunas de sus obras y muchos de sus conceptos. Entre los libros que se abordan figura el “Manual de Zonceras Argentinas” y, fundamentalmente, la considerada como “zoncera madre”, que parió a todas las demás: la de “civilización y barbarie”, que toma del “Facundo” de Domingo Faustino Sarmiento y la usa para poner en evidencia que esa concepción constituye uno de los desastres más funestos de la historia de nuestras ideas y de la historia práctica de nuestra Patria. 

Tal como señala Fermín Chávez, la falsa dicotomía “civilización o barbarie”, implicaría  en el Río de la Plata trastornos sociológicos funestos. ¿A qué se refiere con esto? A consideración del equipo que dirige Norberto Galasso, al triple genocidio en el siglo XIX en la región: el genocidio paraguayo a través de la Guerra de la Triple Alianza, que en realidad constituyó una “Triple Infamia”; las masacres de las montoneras federales, y la llamada “Conquista del Desierto”, un auténtico etnocidio de pueblos originarios en una acción en la que, también, murieron gran cantidad de afroamericanos, incorporados a través de levas a las filas del roquismo.  

El autor, entre medio centenar de obras tales como “Perón y el peronismo en la historia contemporánea”, cuestionará —al igual que Jauretche— el esquema sarmientino de “civilización y barbarie” al que califica de “panfleto antirrosista”. No es casual que el sanjuanino considerado como el “padre de la educación” por la mirada liberal de la historia, tenga como blanco a Juan Manuel de Rosas quien, con su Ley de Aduanas y a través de jornadas tales como las de la Vuelta de Obligado, bregó por la independencia de la Nación impidiendo su entrega a Francia o a Inglaterra.  

A raíz de esto es que Jauretche escribe el “Manual de Zonceras”, y pone al frente de todas ellas aquella visión tan errónea como racista y antipatriótica. Recupera ideas de otro de sus libros, “Los profetas del Odio y la Yapa”, para señalar que Inglaterra, tanto como las oligarquías nativas y su aparato cultural —al que denomina “intelligentzia”—, intentaron evitar el desarrollo de una “América según América, incorporando los elementos de la civilización moderna; enriquecer la cultura propia con el aporte externo asimilado, como quien abona el terreno donde crece el árbol”. Por el contrario, bregaron por crear una “Europa en América, transplantando el árbol y destruyendo lo indígena, que podía ser obstáculo” para el “crecimiento según Europa y no según América”.  

El pensador nacional señala también que “Todo hecho propio, por serlo, era bárbaro y todo hecho ajeno, importado, por serlo, era civilizado. Civilizar, pues, consistió en desnacionalizar, —si Nación y realidad son inseparables—.” 

Estas citas fueron y son elegidas por docentes y estudiantes para definir y explicar los conceptos de “civilización y barbarie” y constituyen una acción política de denuncia, no solo de la colonización española sobre Nuestramérica sino, y sobre todo, una expresión destinada a revelar la semicolonialidad que ejerció Inglaterra sobre la región latinoamericana de nuestro continente a través del comercio y de sus ideas, después de no haber logrado su ocupación territorial por las armas como consecuencia de la resistencia popular, por ejemplo, durante las Invasiones Inglesas. 

Al decir de nuestra Rectora, Ana Jaramillo, el conocimiento se construye colectivamente, no queda enclaustrado entre las paredes de un sector privilegiado y portador exclusivo de supuestos saberes: se construye en el ir y venir entre docentes, estudiantes y, sobre todo, la comunidad, que es la que instala la agenda de los temas a investigar, las prácticas a realizar y el tipo de soluciones necesarias. Por eso la función principal de la universidad es la descolonización y la sustitución de importación de ideas, como pregona de manera permanente nuestra institución.  

Al responderse sobre la problemática de la colonización, uno de los grupos del Seminario de Pensamiento Nacional y Latinoamericano afirma que “la noción de civilización se asocia al progreso importado, queriendo sacar de raíz todos los árboles nativos, que identificarían a nuestra cultura, para implantar árboles exóticos, que representarían la cultura europeizada”. 

Otro grupo de estudiantes retomó la idea brindada por Mario Oporto sobre el desprendimiento de prejuicios como uno de los objetivos centrales de nuestro seminario (prejuicios tales como “el boliviano me saca el trabajo”, “el peruano es un negro de m…”, gentilicios despectivos tales como los de “bolita” o “brasuca” y otras actitudes y juicios negativos). Con respecto a esto, los y las estudiantes consideraron que “La idea de civilización sostiene el accionar de desplazar las ideas, valores, costumbres y por ende la cultura propia que se tiene como pueblo, para implementar ideas extranjeras. Funciona como una doctrina de prejuicios porque se ‘zonceaba’ que lo civilizado es lo europeo y lo que atrasa es lo nuestro: el gaucho, el indio, eso es lo que atrasa, y responde a intereses económicos y culturales de un grupo minúsculo local, entrelazado con el imperialismo dominante”. 

El prólogo del Atlas Latinoamericano de la UNla escrito por Ana Jaramillo, cita a Benedetto Croce y su expresión de “Sufran ustedes también, como aquellos que fueron jóvenes antes que ustedes, y gánense su verdad. Nosotros se la quisiéramos dar, pero no podemos: la verdad en el pasaje de nuestras manos a las suyas se vuelve ramas secas, y está solo en ustedes el poder de hacerlas reverdecer”.  

Los y las estudiantes son quienes se encargan de hacer reverdecer las ramas secas que fueron transferidas de docentes a estudiantes. Es el pedido de la Universidad Nacional de Lanús, al que chicas y chicos responden de manera positiva: el conocimiento se construye en forma colectiva con el fin de descolonizarnos culturalmente.

Esa es nuestra función, y la estamos llevando a cabo.  

Bibliografía:  

Centro Cultural Enrique Santos Discépolo (2010) Las dos rutas de Mayo. Documento interno del Seminario.  

Chávez, Fermín (2012) La epistemología de la periferia. Lanús, EdUNLa.  

Jauretche, Arturo (2012) Manual de zonceras argentinas. Buenos Aires, Corregidor. 

Jaramillo, A. (2003) La universidad frente a los problemas nacionales. Buenos Aires, EdUNLa. 

Jaramillo, A. (2016) Atlas Histórico de América Latina y el Caribe. Lanús, EdUNLa. Ver en línea: http://atlaslatinoamericano.unla.edu.ar/assets/pdf/tomo2.pdf 

Artículos Relacionados

Hacer Comentario