YO CUENTO es un taller gratuito dirigido a adultos y adultas mayores, que se desarrolla desde el año 2004 en nuestra Universidad. En la actualidad lo coordina Soledad Cagnoni, actriz egresada del Conservatorio de Arte Dramático y especialista en Literatura Juvenil e Infantil por la Universidad Nacional de San Martín.

“Trabajamos en el pasaje del texto literario escrito hacia la oralidad. Pero, ¿todos los cuentos son narrables? Así, nos metemos a explorar las características de los textos y a pensar ¿qué quiero contar? ¿cómo le agrego a un cuento mi voz? ¿cómo lo intervengo a partir de silencios, música y gestos para que el texto funcione? Todo eso lo trabajamos, mientras vamos narrando y narrando” nos dijo Soledad Cagnoni en el marco de un encuentro del Jardín Azucena Villaflor (UNLa), en el cual cerca de quince narradoras compartieron historias con los niños, niñas, docentes y familias.

Soledad Cagnoni

La palabra, un acto vivo

La narración es un arte social que requiere del encuentro entre un narrador/a y un público, y lo hace a partir de un acto de comunicación y de comunión. La puesta en acto de una narración implica necesariamente, desde sus condiciones de producción, una experiencia de investigación, de recolección y apropiación de textos literarios anónimos o de autor y que permite a su vez volver las miradas sobre distintos textos literarios. Por ello, YO CUENTOcomo taller desarrolla la lectura y la narración de cuentos como una forma de recuperar la tradición oral, de conocer estilos y autores y, sobre todo, de constituir una manera de acercamiento al libro y a la lectura.

Las clases del taller son encuentros presenciales de dos horas, con una frecuencia semanal. Durante el primer cuatrimestre, abre sus puertas YO CUENTO I para principiantes mientras que en el segundo cuatrimestre lo hace YO CUENTO II, en el que pueden continuar cursando quienes hicieron el taller I y todas aquellas personas que hayan participado en años anteriores. En ambos cuatrimestres el trabajo se centra fundamentalmente en prácticas continuas del acto de narrar.

Un crecimiento activo y saludable

El taller está especialmente dirigido a personas mayores de cincuenta y cinco años. Desde el punto de vista pedagógico, aporta al fortalecimiento y desarrollo de aspectos específicos:

  • Favorece los procesos de comprensión lectora, análisis y construcción textual.
  • Agiliza la memoria, la atención, la concentración y el lenguaje.
  • Estimula la escucha y el descubrimiento de sensaciones a través del arte.
  • Incentiva el disfrute y la autoafirmación en el uso de la palabra, del gesto y de la memoria.
  • Impacta positivamente en los estados de ánimo a través de la creatividad a la hora de narrar.
  • Promueve la construcción de vínculos afectivos, ampliando las redes de apoyo.
  • Impulsa hábitos de atención, imaginación y pensamiento creativo.
  • Desde la actividad lúdica, empodera a través del aprendizaje de nuevos lenguajes y la interrelación de lenguajes artísticos.
  • Visibiliza un enfoque que pone de relieve la biografía individual.

“Este taller tiene una alta concurrencia y recurrencia. Las personas vienen con muchísimo entusiasmo y muchas ya hicieron red. Incluso, se han formado grupos de narradoras que ya trabajan en el oficio. Muchas son docentes jubiladas, ex directoras de escuelas que, como tienen muchos contactos con las organizaciones, son llamadas para narrar en los actos de las escuelas, en bibliotecas o directamente en el aula. Así, siempre las motivo a que salgan afuera a poner en práctica eso que trabajamos en el taller”, sostuvo Cagnoni.

Las narradoras comparten sus experiencias de taller

María Teresa Soldano: “Me sumé en el 2022 vía web. Soy docente jubilada, profesora del nivel inicial y de jardín maternal. Mi fuerte en el jardín era la narración. Siempre me gustó, pero una cosa es narrar por cuenta propia y otra cosa bien distinta es aprender a narrar con una profesora. Ahora cuando narro se pone en marcha toda mi creatividad. Eso hace volar la imaginación, tanto de las infancias como de los grandes y de quien esté siendo parte de la recepción.  Narrar es mostrar algo y hacerse para ello del cuerpo, de la voz, de los gestos. Me sirvo de los recursos que sean. Cuando narro, siento que en el público aflora el niño, la niña interior. Hoy, que narramos en el jardín de la UNLa, siento que el público se fue lleno de amor”.

Silvia Donet: “Empecé el taller este año durante el primer cuatrimestre. Soy docente, pero en este momento estoy trabajando en el nivel terciario. Para mí era un desafío la experiencia de narrar sin leer, sin tener como soporte del libro. Pero me animé porque quería tener esa experiencia en primera persona y estoy muy contenta”.

Valentina Podio: “Empecé el taller en la pandemia vía internet y después empezó presencial. Tengo 73 años y me acerqué al taller porque, como tengo un programa de radio, me viene muy bien saber narrar y desarrollarme. En el taller encontré muchas herramientas y unas compañeras fabulosas. Y a la hora de narrar me gusta disfrazarme y utilizar todos los recursos que encuentro. Me divierto, narro con tanto amor que eso se pega, se traslada al público”.

La Rana que Narra[1]

Mirta Bidegain, Susana López, Liliana Espinosa y Ester Chacón son las cuatro integrantes de este colectivo de narración oral que nació al calor del taller en 2018. Docentes, bibliotecarias, jubiladas o simplemente vecinas que ahora narran no solo para las infancias, sino también para mayores. Y lo hacen en escuelas, casas de té, bibliotecas. De hecho, el 1º de diciembre se presentaron en una casa de la cultura del barrio de San Telmo junto con una cantante, en el espectáculo “El movimiento continuo”, que dialoga con un libro del mismo nombre editado por Enero Editorial.

Cuando les consultamos por recomendaciones para iniciar a niñas y niños de la edad escolar en la lectura, rápido nos compartieron los nombres de Ema Wolf, Luis Pescetti, Elsa Bornemann, Graciela Montes, Ricardo Mariño, Liliana Cinetto, entre otras y otros.

Para cerrar y como escribe en Fundación la poeta Susana Thénon, quizás estas narradoras y el taller nos hacen un guiño, una invitación, para que nos sumemos a un espacio de puertas abiertas para jugar, interactuar y resistir cuando la vida cruje.

Fundación (Susana Thénon)

Como quien dice: anhelo,
vivo, amo,
inventemos palabras,
nuevas luces y juegos,
nuevas noches
que se plieguen
a las nuevas palabras.
Hagamos
otros dioses
menos grandes,
menos lejanos,
más breves y primarios.
Otros sexos
hagamos
y otras imperiosas necesidades
nuestras,
otros sueños
sin dolor y sin muerte.
Como quien dice: nazco,
duermo, río,
inventemos la vida
nuevamente.

Para más información consultar en la Secretaría de Cooperación, Dirección de Educación Permanente, Área de Educación Permanente de Adultos (EPA): https://www.unla.edu.ar/secretarias/cooperacion/direccion-de-educacion-permanente

[1] La Rana que Narra en redes: instagram: @laranaquenarra; Facebook: La Rana que Narra

Artículos Relacionados

Hacer Comentario