“La música es el arte más directo, entra por el oído y va al corazón”

Astor Piazzolla

Con homenajes en distintas ciudades del mundo, este 11 de marzo se conmemora el primer centenario del nacimiento de Astor Piazzolla, bandoneonista, compositor y autor de inolvidables tangos como Adiós Nonino, Oblivion, Libertango y Balada para un Loco, entre otros.

Su estilo único permitió que el tango pudiera ser escuchado en lugares totalmente remotos e insospechados para la época. Sin embargo, esto también le valió algunas rispideces con sus contemporáneos.

“Piazzolla arrancó en la orquesta de Aníbal Troilo como bandoneonista y terminó siendo el arreglador. En el ‘46 Troilo le dijo que tenía que formar su propia orquesta y lo hizo, pero no interpretaba el tango de la manera más tradicional. El tango antiguo o de la guardia vieja se tocaba en 2X4, pero el que todos conocemos del 1915 para acá se toca en 4X4 y Piazzolla lo hizo en 4X8, o sea que introdujo un cambio sustancial. Por eso les parecía raro y lo criticaban. Él, además, tenía la ambición de ser reconocido como un músico académico que es algo que lo torturó durante mucho tiempo. No creo que fuera algo personal, aunque Astor era bastante mala onda y eso colaboraba con que no lo quisieran, era muy chúcaro” cuenta Oscar Conde, miembro titular de la Academia Porteña del Lunfardo y de la Academia Nacional del Tango, y docente de nuestra universidad.

Al respecto, Julio Coviello -bandoneonista, compositor, docente e integrante del Cuarteto Cedrón- asegura que por un lado está el arte de Piazzolla y por otro la persona.

“La obra de Piazzolla es impresionante porque llevó todo ese patrimonio cultural que tenía el tango a las salas de conciertos y se concentró en hacer una música para escuchar sin tener tanto en cuenta el ritual de la danza. Les dio prestigio a los músicos y al tango, que antes eran mal vistos porque eran característicos de los bailongos. Todo esto es indudable. Pero también basó su carrera descalificando a sus colegas y diciendo que lo que tocaban era algo menor o poco artístico. Era muy confrontativo. Además, tuvo algunas declaraciones a favor de la última dictadura y por eso fue interpelado durante un concierto en París”.[1]

¿Cuál sería el legado, entonces, de este artista?

Conde: Creo que contribuyó a romper las barreras con otros géneros. Él tocaba por la noche. Se acostaba de madrugada y al otro día se pasaba toda la mañana mirando ensayos en el teatro Colón de lo que hubiera y tomando nota de lo que escuchaba, de los sonidos, los arreglos. A él le preocupaba la música clásica, pero no pudo escapar del tango. Entonces los fusionó, junto con el jazz, el swing, etc. Para mí es un genio, que logró por sí solo hacer conocer el tango en el mundo entero y eso es mucho más de lo que hicieron los bailarines o los espectáculos porque es más perdurable.

Coviello: Considero que hizo vanguardia, con una propuesta muy original para la época. Su música une la identidad del tango con la melodía, y por eso tuvo gran repercusión y fue tan  interpretada por músicos de la academia en todo el mundo. En mi opinión, puso al tango en el lugar que le corresponde.


[1] Sobre este tema se puede consultar http://w.cedinpe.unsam.edu.ar/content/cristia-moira-el-drama-argentino-en-una-capital-de-los-derechos-humanos-articulaciones-de

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