Este 16 de septiembre, se cumple el 44º aniversario de La Noche de los Lápices. Desde Viento Sur recordamos la crónica publicada en 2011 cuando nuestra universidad organizó un homenaje a María Claudia Falcone e inauguró una escultura en su nombre.

35 años después

El viernes 16 de septiembre a las 18 se realizó un pequeño homenaje a María Claudia Falcone, una de las jóvenes que tan dolorosamente protagonizaron la llamada «Noche de los Lápices». El acto tuvo lugar junto a la casa de los estudiantes «Claudia Falcone» y contó con la presencia de la rectora Ana Jaramillo, el vicerrector Nerio Neirotti, además de una nutrida concurrencia de docentes, estudiantes y personal no docente.

En la oportunidad habló la Rectora- quien anunció la denominación de «22 de noviembre» para la nueva plaza del campus universitario de Lanús- y se inauguró una escultura realizada por Daniel López, sobre un durmiente encontrado en los terrenos de la Universidad. La escultura expresa la tortura y el sufrimiento de Claudia en la parte superior, y en el centro lleva la imagen de su cara tatuada sobre la madera: «Era tan joven y tan bonita que quise tatuarla como haría un novio con su novia», explicó López, emocionado.

La Noche de los Lápices

El 16 de septiembre de 1976 diez estudiantes secundarios de La Plata fueron secuestrados. Las versiones posteriores señalaban que la causa había sido su participación en la campaña por la recuperación del boleto estudiantil secundario: a 35 aós de la barbarie, se reivindica su militancia en organizaciones de la juventud, principalmente la UES- Unión de Estudiantes Secundarios. Los jóvenes eran Daniel Alberto Racero (18 años), María Clara Ciocchini (18 años), Francisco López Muntaner (16 años), Claudio de Acha (17 años), Horacio Ungaro (17 años), María Claudia Falcone (16 años), Pablo Díaz (18 años), Gustaco Calotti (18 años), Emilce Moler (17 años), y Patricia Miranda (17 años). Solo Díaz, Calotti, Moler y Miranda vivieron.

El operativo fue realizado por el Batallón 601 del Servicio de Inteligencia del Ejército y la Policía de la provincia de Buenos Aires, entonces dirigida por el general Ramón Camps, quien calificó al suceso como «lucha contra el accionar subversivo en las escuelas».

En 2006, bajo la Presidencia de Néstor Kirchner, se instituyó el 16 de septiembre como el «Día Nacional de la Juventud», con el objetivo de «reivindicar la militancia y el compromiso de aquellos jóvenes que fueron desaparecidos en la última dictadura militar argentina». Lamentablemente, los chicos de la Noche de los Lápices no fueron los únicos: durante la dictadura «desaparecieron» más de 2000 adolescentes, entre los que se contaban más de dos centenas de estudiantes secundarios.

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