Amanece, que no es poco

En este diciembre 2020 los proyectos creativos siguen emergiendo como lucecitas que alumbran los últimos días de un año francamente complicado. El primer disco de “La Tierrita” es uno de ellos: folclore nuevo y del bueno, en un camino que se propone renovar el género sin traicionar sus raíces más profundas.

Curiosamente el nombre del disco surgió después de grabarlo, pero antes de la pandemia. Hoy “Amanece” es un deseo y una esperanza, en la forma de una opera prima que vale la pena conocer.

¿Qué es “La Tierrita”, cuándo nació, quiénes forman el grupo?

“La Tierrita” es un cuarteto de folclore que versiona temas clásicos y del nuevo repertorio folclórico argentino con una mirada amplia y arreglos originales. Nació hace 10 años como trío (sin percusión) y desde hace unos 4 años “La Tierrita” está formado por Antonia en voz, Sebastian Jakimczuk en piano, Carlos Molinero en guitarra y Osky Grela en percusión.

¿Cómo enfocan el folclore, con qué idea, con qué concepto?

Cuando decimos «folclore» extendemos un abanico que va desde la música que nutre las peñas, bailable y centrada en la reunión social, hasta aquellas músicas más intelectuales y con un público más restringido. Nuestra propuesta intenta ser un puente entre ambas expresiones, proponiendo arreglos originales en base a una cuidadosa selección de repertorio.

¿Consideran que vienen a cortar con algunas tradiciones, o se inscriben en la línea de algún/os otro/s nombre/s del folclore argentino?

Más bien creemos que venimos a continuar un camino disruptivo que ya iniciaron otros pero que todavía tiene mucho por recorrer. El «corte» lo generaron algunos referentes que sí se atrevieron a poner en evidencia una necesidad de renovar el género en su momento, como el «Chango» Farías Gómez y MPA (Músicos Populares Argentinos). Luego vinieron otros referentes que fueron ampliando ese camino, como Carlos Aguirre, Jorge Fandermole. De todos ellos recibimos grandes influencias.

¿Cuáles son los temas de este primer disco? ¿Hay temas propios?

En este primer disco no hay temas propios. Consideramos que en el cancionero argentino hay tanto material de altísima calidad disponible que no era necesario aportar composiciones propias. De hecho, son tantos los temas que nos gusta tocar y nos hubiese encantado incluir en este disco, que fue un gran desafío elegir solamente 12. Ya vendrán otros discos y seguramente nos aparezca la necesidad de profundizar en composiciones propias.

¿Cómo llegaron a recibir el apoyo del Instituto Nacional de la Música?

Nos enteramos de la convocatoria a través de redes sociales. Una vez inscripto y registrado el grupo decidimos presentarnos para el subsidio del soporte físico. Hoy en día es uno de los eslabones débiles en la cadena de editar un disco por el esfuerzo económico que conlleva, sobre todo porque se puede evitar lanzándolo solo de manera digital. Luego solo fue cuestión de esperar y de recibir la buena noticia.

¿Por qué “habría” que escuchar “Amanece”? ¿Con qué vamos a encontrarnos?

Se van a encontrar con un disco que mantiene un criterio estético homogéneo, con el cual nos identificamos. Si te interesa la música argentina, y querés encontrar en un disco algo que no hayas escuchado antes, tenés que escucharlo. “Amanece” representa nuestras influencias, nuestros gustos. Invita al baile y a la escucha. Para compartirlo con amigos o en soledad. Se van a encontrar con canciones, quizás no tan conocidas, pero que harán propias muy rápidamente.

Entiendo que lo están ofreciendo a un precio acorde a bolsillos pandémicos, ¿es así?

Exacto. No podríamos salir a vender un disco como si nada hubiera pasado en el país y en el mundo, desconectados de la realidad. No solamente por cuestiones económicas, sino porque caeríamos en una falta de empatía con nuestro entorno, y en una actividad como la nuestra que requiere tanta sensibilidad realmente estaría muy mal. Además el empujón hacia adelante del INAMU fue de gran ayuda para lanzarlo. Entonces, si nosotros recibimos ayuda para editarlo, sentimos que ahora nos toca ayudar para que la gente lo pueda tener de manera accesible. Una especie de «cadena de favores».