“Una nación en guerra debe rodearse de una guardia de mentiras” 

Winston Churchill

El arte de la guerra (si así podemos definirlo) está basado en el engaño. Se trata de fingir incapacidad siendo capaz, inactividad estando activo, proximidad estando lejos, lejanía estando cerca (Tzu, 2003). La propaganda en contexto de guerra es un factor de gran importancia para elevar la moral de las fuerzas propias, debilitar la moral del adversario y lograr el apoyo de la propia población y de países externos al conflicto (Pizarroso Quintero, 2005).

Durante la guerra de Malvinas, entre las múltiples operaciones de acción psicológica hubo dos que tuvieron a la radio como protagonista: una por parte de Argentina y la otra por parte de Gran Bretaña. Se trata de la creación de emisoras de radio negras destinadas al adversario para afectar su moral: Radio Liberty desde el lado argentino, y Radio Atlántico del Sur desde el lado británico. Una radio negra transmite sin develar quién está detrás; simulan ser iniciativas ajenas al Estado. Pero son implementadas por el Estado.

Radio Liberty

Al iniciarse el conflicto armado en 1982 la Argentina se encontró ante la necesidad de confrontar las operaciones de acción psicológica de un país que contaba con un importante aparato de comunicación social dedicado a difundir sus ideas y modo de vida hacia territorios extranjeros, y una importante experiencia en este tipo de operaciones (Comisión de Análisis y Evaluación de las Responsabilidades del Conflicto del Atlántico Sur, 1983). Ante la prestigiosa BBC, la Argentina debía contraponer el servicio de Radiodifusión Argentina al Exterior (RAE), basado en Radio Nacional, y algunos esfuerzos modestos llevados adelante en provincias lindantes con países vecinos. Dado el contexto, se consideró que se necesitaba sumar una opción de radiotransmisión alternativa. Los objetivos políticos del proyecto fueron definidos en los siguientes términos:

a. CONTRARRESTAR LA ACCIÓN PSICOLÓGICA QUE REALIZA LA GRAN BRETAÑA, A FIN DE QUE EL CONJUNTO DE LAS NACIONES COMPRENDA LA DECISIÓN DE LA ARGENTINA DE MANTENER SU HONOR Y DIGNIDAD NACIONAL.

b. MOSTRAR AL MUNDO UNA ARGENTINA DISPUESTA A PRESENTAR BATALLA EN TODOS LOS FRENTES, INCLUIDO EL DE LAS TRANSMISIONES RADIALES INTERNACIONALES, A FIN DE PONER DE MANIFIESTO SU ELEVADO NIVEL PROFESIONAL Y TÉCNICO. (Comisión de Análisis y Evaluación de las Responsabilidades del Conflicto del Atlántico Sur, 1983, pág. 1093)

Se tomó entonces la decisión de establecer una emisora negra desde donde la República Argentina daría al mundo su versión de los hechos y las razones que la asistían en sus reclamos. Dado que tanto “república” como “Argentina” son palabras del género femenino se decidió que debía utilizarse una voz de mujer. Las audiencias hacia las cuales se dirigirían las transmisiones eran las naciones de habla inglesa de Gran Bretaña, Europa, Estados Unidos y Sudáfrica. Por lo tanto los contenidos debían emitirse en idioma inglés.

Los objetivos comunicacionales del proyecto fueron los siguientes:

  1. PROCURAR INCIDIR SOBRE LA MORAL DE LA OPINIÓN PÚBLICA DE HABLA INGLESA, A FIN DE REAFIRMAR NUESTRO OBJETIVOS SOBERANOS.
  2. INTERESAR A LA OPINIÓN PÚBLICA DE HABLA INGLESA, EN EL PLANO INTERNACIONAL, ESTABLECIENDO UNA NOVEDOSA MODALIDAD DE EMISIONES A FIN DE LOGRAR UNA MAYOR PENETRACIÓN DE LOS MENSAJES ESCLARECEDORES DE LA POSICIÓN ARGENTINA (Comisión de Análisis y Evaluación de las Responsabilidades del Conflicto del Atlántico Sur, 1983, pág. 1996)

Cada programa fue concebido como una propuesta de entretenimiento, no como un informativo, en donde se realizaría una interpretación condicionada de la información. El contenido estaba compuesto por bloques locutados de no más de cinco minutos y pausas musicales. Cada programa duraba 45 minutos, se emitirían por primera vez a las 15.00 hs y se repetirían cada dos horas. Se evitaría aludir a aspectos macabros: el tono de la radio debía apuntar hacia la nostalgia, la justicia y la verdad histórica. El modo de hablar de la locutora debía ser insinuante. Cada comentario debía estar dirigido a una persona en particular: Tommy, Mr. Gibson, etc. Como cortina musical de apertura y cierre se eligió una versión instrumental del tema Yesterday de Los Beatles, con la intención de insinuar que la actitud británica estaba fuera de época (Comisión de Análisis y Evaluación de las Responsabilidades del Conflicto del Atlántico Sur, 1983). En su emisión inaugural Radio Liberty comenzó diciendo: “Hola, soy Libertad. He decidido mostrarme al mundo, desde una tierra muy lejana para ustedes y muy cercana para nosotros. Yo soy las islas Malvinas, Sandwich y Georgias del Sur. Yo soy una voz, un espíritu, un país. Soy quien con orgullo puede hoy decir que cuando Argentina habla el mundo escucha” (Ulanovsky, 2017).

La voz de Liberty estuvo a cargo de la periodista del canal televisivo ATC Silvia Fernández Barrio, los libretos eran redactados por el humorista Juan Carlos Mesa, la musicalización y dirección artística estuvo a cargo del locutor y conductor Enrique Alejandro Mancini, y la línea editorial era definida por el coronel Alberto Benard, del Servicio de Inteligencia del Ejército (Ulanovsky, 2017).

Radio Liberty emitió 69 programas sin que Gran Bretaña pudiera interferir las emisiones; la calidad de los programas cumplió con el objetivo de estar a la altura de la BBC y se logró repercusión en el hemisferio norte, a tal punto que Gran Bretaña se vio en la necesidad de responder con la creación de Radio Atlántico del Sur (Comisión de Análisis y Evaluación de las Responsabilidades del Conflicto del Atlántico Sur, 1983). 

Radio Atlántico del Sur

Si bien el Reino Unido contaba con el poder de la BBC para influir en la opinión pública internacional, esta emisora estaba imposibilitada de realizar ciertas operaciones de propaganda sin poner en riesgo su imagen de seriedad y objetividad informativa. Para competir con Liberty se necesitaba una emisora negra. El objetivo de esta emisora fue descripto en los siguientes términos:

“El objetivo general de este proyecto para el propósito de este informe se asume como puramente militar. Se define como ´Maximizar el uso de la radio para persuadir a las tropas argentinas (principalmente a los conscriptos) que ocupan las Falkland Islands de rendirse con un mínimo de resistencia en el momento en que tropas británicas desembarquen para re-ocupar las islas. Este informe apunta a este único objetivo. No se toman en cuenta presentes o potenciales objetivos secundarios.´ (Ministry of Defense, 1982) La traducción es propia.

El contenido estaría dirigido a la guarnición argentina en las islas y en segundo término a las tropas instaladas en el territorio continental. Radio Atlántico del Sur apuntaba principalmente a los soldados conscriptos. Se utilizarían voces que dominaran el español, su estilo debía ser relajado y los programas serían producidos en Londres.

La emisora debía mostrarse creíble, por lo tanto se emitirían noticias 100% verdaderas. Se procuraría un reporte inmediato y certero de eventos no-políticos, por ejemplo, informar los resultados del fútbol argentino antes que las emisoras argentinas y apelar a la nostalgia de los soldados, hablando de sus lugares de origen y sus costumbres.

La operación estaría compuesta por dos fases: pre-desembarco y desembarco. Cada una de ellas con sus objetivos específicos.

Objetivos de la etapa pre-desembarco:

  1. Establecer la credibilidad de la estación
  2. Lograr el máximo de audiencia en el área
  3. Acrecentar la sensación de aislamiento de la audiencia objetivo

Objetivos de la etapa desembarco:

El principal objetivo de la segunda fase era utilizar la credibilidad y confianza logradas en la primera fase para persuadir a las tropas argentinas de:

  1. Dudar antes de disparar sobre tropas británicas
  2. Considerar de manera positiva los beneficios de rendirse

Radio Atlántico del Sur transmitió entre el 19 de mayo y el 15 de junio de 1982 durante cuatro horas diarias.

Un informe del Registro Central del Ministerio de Defensa británico con fecha 4 de octubre de 1982 (Ministry of Defense, 1982), presenta la declaración de un teniente coronel británico llamado Héctor Arias, quien afirma haber escuchado Radio Atlántico del Sur en una ocasión; la producción era deficiente, con locutores que no hablaban un español como el de los argentinos y que le había parecido una radio muy amateur. Esto aparece confirmado en el Informe Rattenbach, en donde se califica a la emisora de “mamarracho” (Comisión de Análisis y Evaluación de las Responsabilidades del Conflicto del Atlántico Sur, 1983). Efectivamente las voces sonaban centroamericanas, chilenas o de algún otro lugar que no era la Argentina. En algunos casos los locutores parecían imitar el acento argentino, mezclando el “yeísmo” del español del Río de la Plata, pero olvidando el “voseo” y utilizando un tratamiento de “tú”. Por otra parte las posibilidades que tenían los soldados argentinos de escuchar radio eran limitadas, tenían muy pocos receptores y, por lo general, sintonizaban radios uruguayas, ya que desconfiaban de las emisoras argentinas.

Sir Frank Cooper, subsecretario permanente del Ministerio de Defensa, señaló que la llegada de Radio Atlántico del Sur a las tropas argentinas en las islas fue limitada; sin embargo tuvo una mejor llegada a la Argentina continental, a pesar de que ese no era el público objetivo principal. También destacó que su experiencia durante la guerra de Malvinas le dejó un aprendizaje respecto a la acción psicológica: “… what a very powerful instrument it is, more much powerful than I think any of us ever supposed” (Ministry of Defense, 1982) (…es un instrumento muy poderoso, mucho más poderoso, creo yo, de lo que cualquiera de nosotros supuso [la traducción es propia]).

Una vez finalizada la guerra, los prisioneros argentinos fueron interrogados, y entre las preguntas que se les hacía estaba si alguna vez habían escuchado Radio Atlántico del Sur. Alrededor de cincuenta dijeron haberla escuchado.


Referencias

Comisión de Análisis y Evaluación de las Responsabilidades del Conflicto del Atlántico Sur. (1983) Informe Final. Buenos Aires.

Ministry of Defense (1982). Operation Corporate (Falklands conflict): psychological warfare and deception. Londres: The National Archives. Kew. Ministry of Defense. Referencia DEFE 24/2254.

Pizarroso Quintero, A. (2005). Nuevas guerras, vieja propaganda. De Vietnam a Irak. Madrid: Cátedra.

Tzu, S. (2003). Biblioteca virtual universal. Recuperado el 23 de octubre de 2022, de https://biblioteca.org.ar/libros/656228.pdf

Ulanovsky, C. (15 de mayo de 2017). Malvinas: cuando la radio ataca. Buenos Aires, Argentina.


Fabián Maison dirige la carrera de Licenciatura en Publicidad en la UADE y es licenciado en publicidad por la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Este artículo forma parte de su investigación en curso para el Doctorado en Comunicación de la Universidad Nacional de La Plata.

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