[dropcap size=big]H[/dropcap]ace cinco años un grupo de investigadores e investigadoras de la licenciatura en Enfermería de la UNLa comenzó a trabajar en las teorías y modelos de cuidado; inicialmente eran trece docentes investigadores y docentes investigadoras, número que en la actualidad aumentó a quince. En aquel momento la dirección de la carrera y también del proyecto de investigación estaba a cargo de Ramón Álvarez, hoy Director del Departamento de Salud Comunitaria de la UNLa. “Hacía años que veníamos diciendo ‘hay que cambiar la perspectiva con la que se cuida’ -dice Silvia Cárcamo, actual directora de la licenciatura y del proyecto de investigación- pero no desde la intuición sino desde la convicción teórica de qué es lo que se debe hacer para cuidar mejor y para respetar determinados valores”.

La primera etapa se concentró en el análisis de las teorías de las que se han derivado tradicionalmente la enseñanza y la práctica de la Enfermería: teorías estadounidenses nacidas en los años 50, 60 y 70 en un contexto sociohistórico completamente diferente del nuestro, ajenas a las realidades latinoamericanas y con perspectivas muy diferentes de las que sustenta tanto la carrera como el grupo de investigación. “Nosotros, cuando hablamos de cuidado, no hablamos de cuidado de enfermos solamente, sino que hablamos de cuidado de la salud –dice Cárcamo-. Ahi es donde aparecen las distintas perspectivas”.

“El conocimiento en Enfermería se puede clasificar en metaparadigma, filosofías, modelos, teorías e indicadores. Lo que hicimos fue analizar todas las teorías, una por una, para ver si se condecían con la realidad –dice Daniel Álvarez, uno de los investigadores- y también los textos de autores latinoamericanos con el objetivo de redefinir el metaparadigma de la Enfermería, formado por cuatro conceptos: ambiente, salud, enfermería y persona”.

En cuanto a las teorías estadounidenses analizadas, la directora Cárcamo señala su evidente individualismo. “Todo esto que le criticamos al neoliberalismo estaba en esas teorías: el individualismo se traduce en todo lo que expresan. Si lo leés sin estar advertida todo aparece como respetuoso y amoroso porque todo es para bien, pero para bien de los individuos, aspirando a cuestiones de éxito individual en el proceso de cuidados. No aparecen ni la cuestión de la comunidad ni los procesos grupales. Si bien en varias de las definiciones de la bibliografía analizada aparece la palabra ‘política’, no se plantea ninguna cuestión de poder ni de políticas públicas; no hay definiciones del rol del Estado frente a la intervención sobre las cuestiones de la salud”.

“Tal como lo pensábamos –dice Cárcamo- estábamos tratando de asimilar nuestra forma de cuidado a un modelo que no tenía nada que ver con nuestra perspectiva latinoamericana, no por cómo quisiéramos ser sino por cómo somos. Por menos teoría que despleguemos de nuestras acciones, cuanta más realidad haya, más se va a diferenciar de las concepciones norteamericanas. A veces se trata de forzar el acto de cuidar y el informe que se haga de ese cuidado para ajustarse a esos patrones establecidos”.

“Cuando discutíamos con nuestros estudiantes el modelo de ejecución en esa tarea de cuidado -dice Tamara Ferrero, una de las investigadoras- necesariamente nos recostábamos en un instrumento construido en base a esas teorías. De modo que además de la formación académica, esta perspectiva se vuelca en el trabajo concreto en el ámbito asistencial”.

“Nosotros no pensamos el cuidado de la Enfermería como el cuidado de los enfermos sino como el cuidado de la salud de la comunidad -dice Silvia Cárcamo-. A veces toca la enfermedad o el hospital, pero la perspectiva que hemos defendido siempre en esta carrera es la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud. También está toda esa cuestión de ¿cuándo estás enfermo: cuando el médico te dice que estás enfermo, o cuando vos te sentís enfermo?”

Segunda etapa

En el segundo proyecto de investigación se definieron conceptos en base a teóricos de la medicina, el sanitarismo, la psicología, el pensamiento nacional y latinoamericano, con una concepción política: algunos de esos autores fueron Ramón Carrillo, Mario Róvere, Mario Testa, Floreal Ferrara, Juan Samaja. La idea era tratar de analizar en profundidad lo que se define como “cuidado”. Se arribó así a nuevas definiciones del metaparadigma de Enfermería.

“Los cuatro conceptos son Ambiente, Salud, Persona y Cuidados de Enfermería -dice Daniel Álvarez-. Definimos el Ambiente como ‘contexto y circunstancias en un momento histórico dentro de un territorio donde están las personas manteniendo una relación parte-todo, en la que el todo regula o determina las partes’. Salud responde a ‘las determinaciones biológicas, sociales y económicas que actúan sobre persona, familia y sociedad. La salud es un proceso histórico-social y por lo tanto una totalidad incluida en la del conflicto y su accionar para su transformación’. Persona es ‘sujeto histórico, ético e independiente, individuo, familias y comunidades, portador de derechos y necesidades determinados histórica y socialmente’. La definición de Cuidados de Enfermería establece que “promueven la vida de las personas considerando los determinantes ambientales, sociales y económicos, promueven las capacidades y habilidades para ejercer la libertad, refuerzan los vínculos y el autocentramiento en todos los niveles de atención y en todos los ciclos de la vida’”.

“Hay ahí un concepto, el de ‘autocentramiento’ –dice Cárcamo- que está relacionado con la soberanía, al que consideramos como su sinónimo. La soberanía inclusive de una comunidad dentro del país, que puede tener la posibilidad de autodeterminarse según su propia identidad, según sus propias necesidades, como pasa con las comunidades que tienen características culturales diferentes de la generalidad del territorio en donde viven. “Cuando definimos territorio no hablamos de límites geográficos, hablamos de territorio desde una concepción política. En nuestra elaboración aparecen definiciones pensadas desde todas las ciencias de la salud, psicológicas, biológicas, sociales, políticas, inclusive el concepto de la informática”.

Tercera etapa

La tercera etapa del proyecto en la cual el grupo de investigación está trabajando actualmente es llamada “Cuidados del Buen Vivir y el Bienestar”, dos conceptos en los que confluye la diversidad. Esta etapa se concentra exclusivamente en la exploración de los autores que trabajan el buen vivir y el bienestar, y contempla la posibilidad de redefinir las definiciones previas alcanzadas.

“Países como Bolivia, Ecuador, Perú, han trabajado con el concepto del Buen Vivir porque rescatan estas concepciones ancestrales –dice Cárcamo-. Y acá se pone en paralelo con el concepto de Bienestar, que según algunos autores sitúa al hombre por encima de los seres vivos. El Buen Vivir pone en igualdad de condiciones al hombre y a la naturaleza, concepto que nosotros traducimos en que el hombre es parte de un todo y ese todo lo condiciona: estamos condicionados y determinados por el clima, por el espacio geográfico, por el territorio desde el punto de vista político, por las normas, por las leyes, por la informática, por todo. Algunos autores que hablan del Buen Vivir plantean que está bien que el concepto vaya junto al de Bienestar en comunidades como la nuestra, perteneciente al llamado Tercer Mundo, donde el hombre no vive en las mejores condiciones. Aquí es muy importante la idea de interculturalidad: hemos trabajado intercambiando aprendizajes con grupos indígenas, y para el posgrado (ver recuadro) vamos a ofrecer un primer seminario con una especialista que se formó en una universidad intercultural de Nicaragua”.

Buen Vivir, Bienestar y modelo médico hegemónico

A la pregunta de cómo se articula la teoría de cuidados que están elaborando con el modelo médico hegemónico, Silvia Cárcamo responde que “en general, en los equipos de salud es histórico que Enfermería esté a la vanguardia de las concepciones. Si bien el modelo médico hegemónico nos atraviesa a todos, a los enfermeros y enfermeras nos atraviesa menos. Nuestra formación tiene en cuenta aspectos sociales desde el inicio. En los 70, cuando Mario Testa era decano de la facultad de Medicina de la UBA, nos formamos una generación de enfermeros y enfermeras que le ponía una capa más de visión social a la que ya tenía la Enfermería. Una visión comunitaria. En general el campo social y comunitario no era tomado por ninguna de las disciplinas como espacio de trabajo: sí por la Enfermería, pero cuando iniciamos el trabajo en la comunidad no teníamos quién nos acompañara. Esto también nos dio la oportunidad de ir construyendo una forma de trabajo que, al no implicar un lugar de poder, nos permitió desarrollarnos más ampliamente.

“Todo esto tiene su expresión en la atención cotidiana de las personas y de las familias –dice Tamara Ferrero-. Se corresponde con un modelo asistencial que después nos genera espacios de participación e involucramiento en el mismo desarrollo de las comunidades”.

La carrera de Enfermería de la UNLa tiene una gran cantidad de materias en las cuales se trabaja en la comunidad y, cuando las políticas públicas lo hacen posible, se generan numerosos proyectos de trabajo comunitario.

“La Enfermería que nosotros defendemos, y no porque no estemos de acuerdo en cuidar bien dentro del hospital, es la que apunta al trabajo en la comunidad -cierra Silvia Cárcamo-. El lema que planteamos para Enfermería es decir no solo que defendemos los derechos de los enfermeros y enfermeras sino que trabajamos en ese espacio por la salud del pueblo. Queremos lograr que a través de nosotros y nosotras y de las mejoras en la Enfermería, la salud del pueblo sea mejor”.

Investigación y proyección
Mientras los contenidos y resultados de la investigación son transmitidos a los estudiantes de grado en la materia Epistemología del Cuidado, la carrera en Enfermería está diseñando una formación de posgrado enfocada a la transmisión de estas nuevas concepciones en el cuidado de la salud comunitaria. Al mismo tiempo la Teoría de Cuidados ha sido presentada en diversos ámbitos nacionales e internacionales con muy buena recepción: congresos de salud comunitaria en Uruguay y en Brasil, conferencias, congresos de investigación cualitativa. En Murcia, España, a partir del conocimiento de la Teoría en un congreso de la Asociación de Enfermería Comunitaria nació la idea de realizar un posgrado conjunto con la Universidad de Alicante. En el país algunos de los integrantes del equipo forman parte del Frente Ciudadano por la Salud articulado con el Instituto Patria, donde introdujeron el concepto del Buen Vivir y el Bienestar como una nueva perspectiva para trabajar la salud; una edición completa de la revista Soberanía Sanitaria está dedicada a los cuidados para el Buen Vivir y el Bienestar. El equipo está conformado por: Silvia Cárcamo (directora) / Federico Parma / Tamara Ferrero / María del Carmen Alcaraz / Zully Camandulli / Stella Maris Sosa García / María Isabel Di Rado / Daniel Odilio Álvarez / Augusto Rosas / Ester Elisa Armand Ugon / Fernanda Loray / Mabel Fortunato / María Fiumara / Mónica Schanz / Ramón Alvarez
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