sica contemporánea en la UNLa

Hacia fines del siglo pasado, cuando la Universidad Nacional de Lanús comienza a pensar en la organización de un festival internacional dedicado a las diversas expresiones de la música creada con tecnología y al videoarte, el principal impulso para concretar esa idea era la carencia de iniciativas de ese tipo en nuestro país y en Latinoamérica con la excepción de aquellos eventos dedicados a la música de consumo masivo. Recuerdo aquellas reuniones hacia fines del ’98 con Susana Espinosa en las que surgió la idea de organizar un evento de esas características bajo un formato que denominamos “concierto audiovisual”, pensado como un evento tanto artístico como académico, que incluiría además seminarios o talleres sobre temas específicos relacionados con los diferentes ejes temáticos de la Licenciatura en Audiovisión. Los eventos de este tipo estaban por aquel entonces en nuestro medio reservados a algunos círculos de conocedores y a un público pequeño, una situación de élite intelectual que incitaba a hacer algo al respecto. Esta propuesta, que pasó a integrar el proyecto de la UNLa, literalmente buscaba empoderarse de estas artes para llevarlas a la Universidad Pública y por lo tanto ponerlas a disposición del pueblo, promoviendo la participación de artistas-investigadores nacionales e internacionales.

Susana Espinosa era por entonces Directora y yo docente de la Licenciatura en Audiovisión. Susana era una conocedora de las tendencias estéticas contemporáneas y no solo fue la clave para que esa idea se transformara en realidad, sino que aportó el nombre del evento y una vez aprobada la iniciativa propuso esperar para lanzarla en un momento oportuno y efectivo, como lo fue agosto del 2000, coincidiendo con la visita a nuestra casa del teórico francés Michel Chion, creador de la idea de Audiovisión, autor del libro que lleva ese nombre y referente fundamental para la carrera.

Puesta en marcha

La Licenciatura en Audiovisión de la UNLa fue un espacio ideal para poner en marcha un proyecto de estas características. La idea misma de la Audiovisión refiere a un lenguaje de síntesis entre sonido puro e imagen. Chion integró el grupo de artistas-investigadores de Pierre Schaeffer, quien a fines de los ’40 presentó en Francia la Música Concreta y propuso más adelante llamarla Acusmática; esta palabra deriva del griego acusma que significa “oculto”, porque no muestra al oyente la fuente de los sonidos que se escuchan y es creada a partir de la transformación de todo elemento sonoro del entorno y presentada en concierto a través de múltiples altoparlantes, por lo que algunos autores la denominan “cine para el oído”. Nuestro país participó en la creación de esta escuela dado que en aquel grupo fundacional ya había dos argentinos: Edgardo Cantón y Beatriz Ferreyra, quien puede ser considerada como la primera compositora de música acusmática en el mundo. Sonoimágenes intentó también reivindicar ese carácter pionero en la materia que tiene la Argentina, que tal vez explique además el reconocimiento que los compositores acusmáticos argentinos suelen tener a nivel regional a internacional.

Hacia fines del siglo XX no existía en nuestra región ningún evento similar organizado por una universidad pública. Esta situación es en cierta forma paradójica si consideramos que el desarrollo de estas expresiones estéticas es casi simultáneo entre Latinoamérica y Europa. Como prueba de esto y completando la breve referencia histórica del párrafo anterior, resta decir que a la creación de la Música Concreta en 1948 por Schaeffer, basada en la escucha atenta, grabación y transformación de todos los sonidos existentes, siguió poco después en Alemania la Música Electrónica definida por Karlheinz Stockhausen en 1951, que propone la creación y utilización de sonidos artificiales o sintéticos. Más adelante ambas escuelas confluirán en lo que se conoce hoy como Música Electroacústica.

Mientras tanto, en la Argentina Mauricio Kagel compone Música para la Torre, la primera obra electroacústica latinoamericana compuesta en 1953-54 para l Feria de América que tuvo lugar en Mendoza. Por el lado del Video-Arte, la idea de transversalidad planteada por Chion también evoluciona en nuestro medio tan fuertemente como en las metrópolis y tal como ocurre con la música, con un lenguaje propio de notable originalidad.

Organización y dirección

Durante sus primeras ediciones anuales, Sonoimágenes fue organizado en forma directa por la Licenciatura en Audiovisión, y a partir de la edición 2009 pasó a estar a cargo del por entonces recientemente creado Centro de Estudios y Producción Sonora y Audiovisual (CEPSA) del departamento de Humanidades y Artes de la UNLa. Todas las actividades de Sonoimágenes fueron siempre abiertas a la comunidad, con entrada libre y gratuita. Con respecto a la dirección artística, desde un primer momento consideramos el armado de un equipo integrado por Susana Espinosa, Daniel Schachter, Raúl Minsburg y Luis Pietragala quien tuvo a su cargo el área de imagen e integró el staff del festival hasta 2006. Por su parte Susana Espinosa dejó su co-dirección a partir de 2009. Gustavo Souto se encargó de la dirección técnica entre 2000 y 2004, la que luego fue continuada por Esteban Bernal y Marcelo Le Rose. Es necesario destacar la permanente y muy destacada participación del equipo de asistentes técnicos de Audiovisión que ha sido fundamental para el traslado, instalación y manejo del equipamiento necesario. Entre 2009 y 2011 la coordinación de programación estuvo a cargo de Juan Manuel Cáseres y a partir de 2012 esta tarea fue continuada por Alejandro Brianza, quien tomó a su cargo la organización de los ensayos, la difusión en las redes sociales y las convocatorias a estudiantes de la Licenciatura en Audiovisión para participar activamente como asistentes técnicos junto a los de la carrera, e ideó la figura de los asistentes de producción, lo que agilizó mucho el contacto entre los artistas participantes y la organización del festival.

Presencia local, regional e internacional

Siguiendo la idea de afirmar y mantener nuestros lazos de pertenencia con nuestra zona de influencia geográfica y territorial, pero asimismo la de difundir la presencia de nuestra universidad más allá del ámbito local, a partir de 2001 el festival presentó una parte de sus actividades dentro de la UNLa y otra fuera de su sede académica. Sonoimágenes permitió además afianzar la senda de la colaboración a nivel regional y fue el punto de partida para la concurrencia de muchos artistas sonoros y audiovisuales latinoamericanos que mostraron su producción. Así, pasaron por el festival una gran cantidad de creadores de la Patria Grande como así también muchos provenientes de otros países, no solo participando como invitados especiales sino también enviando sus obras a cada una de las convocatorias anuales abiertas: al ser seleccionados sus trabajos, los creadores gestionaron sus viajes o se hicieron cargo del costo de concurrir, incluyendo entre sus actividades la realización de clases magistrales, seminarios o talleres siempre orientados a la formación de nuestros estudiantes. De esta forma entre 2000 y 2007 recibimos la visita de un total de 62 artistas-investigadores entre compositores y realizadores: 30 argentinos residentes en el país, 7 argentinos radicados en el exterior, 11 latinoamericanos y 14 de naciones fuera de la Patria Grande.

Así nuestro festival fue en cierto modo un modelo de iniciativa que fue seguido por otros eventos similares en Latinoamérica, tales como el Ai-Maako de Chile que tuvo su primera edición en 2001; el Visiones Sonoras de México que comenzó en 2005, luego de la visita a Sonoimágenes de su director Rodrigo Sigal en 2002 y 2003; el EIMAS de la Universidad de Juiz de Fora en Brasil, que hizo su aparición en 2010; y, más allá de nuestra región, también por el EMUFest del Conservatorio Santa Cecilia de Roma, Italia, que comenzó en 2008, precisamente un año después de que nos visitara por primera vez su creador Giorgio Nottoli.

De 2000 a 2014

Luego de la primera edición en 2000, con una duración de dos días y la presencia de Riccardo Bianchini (Italia) y Orlando Jacinto García (EE.UU.) como primeros invitados extranjeros, la segunda edición de Sonoimágenes en 2001 se extendió excepcionalmente a seis días y tuvo lugar en cuatro sedes diferentes: la UNLa, el Centro Cultural Recoleta, el Centro Cultural Español y el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. A partir de 2002 nuestro festival tomó el formato de cuatro días que se mantuvo a lo largo de seis ediciones. Entre 2002 y 2004 se realizó en la UNLa y en el Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET). Vale destacar que en 2003 se llevó a cabo en forma conjunta con la Universidad Nacional de Tres de Febrero y ese año una de las jornadas tuvo lugar en el Centro Cultural Borges de Buenos Aires. En 2005 se realizó en la UNLa y el Centro Cultural Recoleta, y en 2006-2007 en la UNLa y en la Escuela de Arte Multimedial Da Vinci donde varios graduados de la UNLa se desempeñaban como docentes y/o responsables de las instalaciones tecnológicas.

Para su edición 2008 el festival se llevó a cabo bajo una modalidad diferente. Se dividió en dos partes, la primera en la UNLa íntegramente dedicada a la visita de Francis Dhomont, compositor francés residente en Canadá y uno de los pioneros de la Música Electroacústica, y la segunda tuvo lugar en la ciudad de Morelia (México) como parte del “XX Festival Internacional de Música de Morelia”, donde Sonoimágenes fue invitado a presentar un concierto acusmático y uno audiovisual.

A partir de 2009 nuestro evento modificó su estructura para adecuarse a la crisis internacional que nos llevaba a avizorar una reducción de artistas visitantes de otras latitudes. Para ello se creó la figura del “artista invitado especial”, intentando asegurar tres presencias de primer nivel y buscando que en todos los casos uno de ellos fuera argentino. A estos invitados especiales se les ofreció un espacio exclusivo en concierto al que denominamos “Espacio Retrato” para programar sus obras, con el compromiso de ofrecer un seminario o taller sobre temas relativos a la relación entre tecnología, sonido e imagen, siempre especialmente pensado para los estudiantes de Audiovisión. El festival mantuvo la convocatoria abierta a la que llegaron a presentarse cerca de 200 obras por año, pero entre 2009 y 2012 se notó una merma en la concurrencia de los artistas cuyos trabajos eran seleccionados. Bajo esta nueva modalidad, la 10ª edición 2009 se llevó a cabo íntegramente en la UNLa y fueron invitados especiales Ake Parmerud (Suecia) y Elsa Justel (Argentina), para volver en 2010 a compartir espacios con el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires con el compositor Robert Normandeau (Canadá), la violinista Anna Zielinska (Polonia) y el violoncelista Martín Devoto (Argentina) como invitados especiales. Un año después, Sonoimágenes se desarrolló con un formato de ciclo de cuatro jornadas que permitió adaptarse a las fechas en las que nos visitaron Rodrigo Sigal y Francisco Colasanto, del Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras (mayo-junio de 2011) y a la gira argentina del Conservatorio Santa Cecilia de Roma en agosto de ese año, con la presencia de los compositores Giorgio Nottoli, Gustavo Delgado, el saxofonista Enzo Filipetti y el violista Luca Sanzò. Como siempre, los invitados presentaron seminarios y conciertos, en esta oportunidad en la UNLa y en la Alianza Francesa de Buenos Aires.

La 13ª edición del festival, en 2012, estuvo especialmente dedicada a Latinoamérica, con la presencia de destacados compositores-investigadores de nuestra región y se llevó a cabo en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires con la participación especial de los compositores Rajmil Fischman (Perú), Mirtru Escalona-Mijares (Venezuela) y el realizador audiovisual Nicolás Testoni (Argentina). Un año después, la 14ª edición 2013 fue íntegramente realizada en la ciudad de Rosario como resultado de un acuerdo entre nuestro CEPSA y el CEMyT —Centro de Estudios en Música y Tecnología— de la UNR. En esa oportunidad Sonimágenes estuvo dedicado a la presentación de artistas-investigadores argentinos y la UNR tomó a su cargo la responsabilidad de las instalaciones tecnológicas. Los invitados especiales fueron los compositores Ulises Labaronnie, Ricardo de Armas, y el flautista Saúl Martín.

Finalmente, en septiembre de 2014 se llevó a cabo la 15ª edición, realizada íntegramente en la UNLa, con tres conciertos en el Aula Magna Bicentenario a los que concurrió mucho público y seminarios en el Espacio de Audiovisión del edificio José Hernández de nuestra casa. Pensamos que la mejor forma de celebrar los 15 años de Sonoimágenes era precisamente hacer todas las actividades en nuestro campus. Los invitados especiales fueron Iñigo Ibaibarriaga y Carlos Perales, compositores e instrumentistas, ambos integrantes del Laboratorio de Electroacústica Musical KLEM de Bilbao, España; el compositor chileno Alejandro Albornoz y el músico y realizador argentino Leonello Zambón. La participación de los estudiantes fue muy activa y la mejor prueba de su interés por el evento fue su respuesta a la convocatoria para la selección de asistentes técnicos y de producción, que en la edición 2014 dio como resultado el invalorable aporte de cinco asistentes técnicos y 27 asistentes de producción.

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