En este nuevo aniversario de la Universidad Nacional de Lanús (UNLa), desde el Centro de Estudios de Integración Latinoamericana “Manuel Ugarte” queremos recuperar los principales hitos que durante un cuarto de siglo han jalonado la relación entre nuestra casa de estudios y la lucha por la integración de América Latina y el Caribe.

El 4 de junio de 1997, la Universidad Nacional de Lanús se puso en funcionamiento. La institución se encontraba en una etapa de organización desde 1995, pero fue ese día cuando la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) y el Ministerio de Educación de la Nación autorizaron su funcionamiento oficial.

En un contexto signado por el neoliberalismo en toda la región, junto a un grupo de hombres y mujeres que a lo largo de muchos años habían vivido y militado en distintos rincones de la Patria Grande, Ana Jaramillo emprendió la tarea de fundar una universidad popular y latinoamericanista. Tal como ella rememora: “Cuando me encomendaron crear la Universidad recordé las palabras de José Vasconcelos al asumir como Rector de la UNAM: ´No vengo a trabajar para la Universidad. Vengo a pedirle a la Universidad que trabaje para el pueblo´. Pensé en él, y en poder honrar la memoria de Puiggrós”. Aquella generación que en los años setenta había sufrido la persecución y el exilio, retomaba las banderas de las luchas históricas, ahora con la posibilidad de desplegarlas en una institución de educación superior.

El decidido compromiso con la integración latinoamericana de los fundadores y las fundadoras de la Universidad, se plasmó en el documento fundacional de nuestra casa de estudios. Tal como puede leerse en el artículo 3 de su estatuto, la UNLa incluye entre sus fines: “Favorecer la integración latinoamericana mediante actividades culturales, educativas, artísticas y científicas”. Pero eso no es todo: en la enumeración de estos propósitos se observan otras dos huellas del perfil regionalista, tanto cuando se refiere a la realización de “actividades que tiendan a la creación, preservación y difusión de la cultura nacional y latinoamericana” como cuando fija la promoción de la “memoria activa y cultural sobre los pensadores y artistas nacionales y latinoamericanos mediante su inclusión en los diseños curriculares, y a través de seminarios, homenajes, talleres, premios, concursos, y toda otra acción capaz de contribuir a este objetivo”.

Por la integración

Desde sus diversas funciones —investigación, docencia, cooperación— la comunidad universitaria ha ido corroborando una noción fundamental: la integración de esta parte del mundo, antes que en la esfera de la de la diplomacia, podrá dar con sus cimientos más firmes en la acción política y cultural de los pueblos latinoamericanos. El acercamiento en estos constituye, con toda seguridad, el supuesto básico de cualquier intento por hermanar a nuestros países bajo un trazado común; uno que les permita intervenir con voz propia en el diseño del mundo venidero y no quedar en un margen, relegados a ser mero “coro de la historia”, como advertía el argentino oriental Alberto Methol Ferré.

Si bien la historia, la cultura y las dificultades compartidas son un terreno fértil para el enraizamiento de un proyecto unionista y de liberación, a menudo los centros de poder mundial y sus socios locales —dotados con los numerosos instrumentos de la colonización pedagógica— se encargan de ensimismar a nuestros pueblos, ponerlos de espaldas, acentuando lo que los separa y ocultando todo aquello que los une. La desintegración regional deviene así en una de las principales garantías de nuestro sometimiento al interés extranjero.

Atendiendo a este desafiante escenario, la UNLa le ha conferido a la cuestión latinoamericana un lugar primordial no solo en su diseño institucional y curricular sino también en la toponimia de los espacios donde transcurre la vida cotidiana universitaria.

En otras palabras, la Universidad ha decidido recoger el guante y asumir el reto al que convocaba José Martí cuando se preguntaba “¿Cómo han de salir de las universidades los gobernantes, si no hay universidad en América donde se enseñe lo rudimentario del arte del gobierno, que es el análisis de los elementos peculiares de los pueblos de América?”; o cuando afirmaba que había llegado “la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes”.

Guiada por este espíritu, desde sus inicios la institución ubicada en la zona sur del conurbano bonaerense ha procurado reconstruir la historia nuestroamericana; producir y divulgar conocimientos alrededor de sus particularidades y de sus problemáticas; articular políticas y agendas en foros o congresos regionales; aproximar miradas sobre los desafíos comunes; en suma, aportar elementos para el reconocimiento mutuo y la edificación de un proyecto integrador que afirme nuestras posibilidades de ser una región libre y soberana.

De esta manera, la UNLa —que a la vez se postula como una Universidad Urbana Comprometida, hondamente enraizada en el suelo que habita— concibe su domicilio en un sentido amplio, esto es, como la articulación de un conjunto de niveles que van desde el territorio más inmediato hasta el mismísimo subcontinente latinoamericano. Este compromiso por la integración regional, lejos de agotarse en una difusa retórica latinoamericanista, busca estar presente en cada una de las acciones y propuestas que desarrolla.

Una currícula situada

Desde su fundación, la UNLa se propuso organizar su oferta académica alrededor de campos problemáticos y no de disciplinas. Frente a la perspectiva positivista que aún perdura en la enseñanza del nivel superior, uno de los objetivos consistió en proponer herramientas de análisis que aportaran a la descolonización cultural y pedagógica. Con este fin se decidió incorporar autores y autoras latinoamericanos/as en cada una de las carreras presentadas; también se dictaron cursos para la comunidad y para los/as trabajadores/as sobre diversos pensadores/as nacionales. Este proceso desembocó en una experiencia particular e inédita: la creación, en 2012, del Seminario de Pensamiento Nacional y Latinoamericano, establecido como un requisito de egreso transversal a todas las carreras. El seminario busca fomentar el conocimiento del pensamiento sobre la unidad latinoamericana y las tradiciones y corrientes de ideas desde las que se pensó América Latina. Más allá del campo en el cual los/as graduados/as se vayan a desempeñar, formar profesionales para la resolución de los problemas nacionales implica brindar herramientas que permitan reflexionar sobre las perspectivas epistémicas en las cuales nos educamos y contraponer un pensar situado desde y para la periferia.

Por otro lado, a partir del año 2018 la UNLa incluyó en su oferta académica de posgrado la Especialización en Pensamiento Nacional y Latinoamericano del siglo XX, única en la región, la cual “aporta herramientas conceptuales y metodológicas para el crecimiento profesional en el marco del desarrollo del conocimiento de lo nacional y de lo latinoamericano”, generando un espacio de investigación y  producción de conocimiento que pueda desarrollar una corriente inusual dentro del sistema científico argentino.

Difundir el conocimiento alrededor de la cuestión latinoamericana es, para la UNLa, tan importante como producirlo. El saber —y más tratándose de una cuestión urgente e irrenunciable como esta— no se realiza si no encuentra instancias de circulación y debate. Es por ello que, adicionalmente, nuestra institución ha impulsado el dictado de los seminarios optativosManuel Ugarte: Pensador de la nación latinoamericana” (2020) y “Unidad latinoamericana y descolonización” (2021).

La oferta académica sobre historia, geografía, cultura y pensamiento latinoamericano también alcanza a diversos actores de la comunidad. En el marco del Programa permanente de Cooperación “Educar para la Patria Grande” del CEIL,  docentes de distintos niveles educativos —inicial, primario y secundario— han sido destinatarios de los cursos de capacitación «Dilemas de América Latina: La Integración Regional en Claves Histórica y Geográfica» (2018), «Repensar los actos escolares: ¿Qué historia enseñamos?» (2019) y “América Latina: la integración de los pueblos ayer y hoy” (2022) por parte del equipo del CEIL “Manuel Ugarte”. Sin olvidar, también, la organización de ciclos como “América Latina en la Encrucijada. Más allá -y más acá- de la Pandemia” (2021) a cargo del gremio docente de la Universidad.

En paralelo, la UNLa ha celebrado múltiples encuentros culturales apuntados al fortalecimiento de la conciencia regional: entre ellos se destacan las jornadas “Canto Popular de las Comidas: Nutrición, gastronomía y literatura”, el Concurso Audiovisual Un Minuto: “América Latina, nuestro estar en el mundo” (2019) —que tuvo como protagonistas a jóvenes estudiantes, quienes “plasmaron en un minuto preguntas, inquietudes, reflexiones, vivencias, experiencias vinculadas a nuestro estar latinoamericano”—, ADN Árboles de Nuestra América, el ciclo de “Cine y elecciones en América Latina”, y numerosas presentaciones de libros y muestras artísticas de temáticas afines.

Robustecer lo que nos une

Hacia el año 2014, la UNLa institucionalizó su labor y compromiso con la unidad de América Latina a través de la creación del Centro de Estudios de Integración Latinoamericana Manuel Ugarte, un espacio formado “en el marco del estudio y la puesta en cuestión del colonialismo y su vigencia en la vida cultural, social, económica y política” de nuestros pueblos, con el propósito de “promover el conocimiento de los procesos de integración y mestizaje vividos por los pueblos latinoamericanos en el pasado y en el presente, así como sus proyecciones posibles a futuro”. En suma, una iniciativa que se propone “contribuir al proceso de descolonización para la integración regional en tanto dimensiones inescindibles de un mismo proyecto emancipador”.

El Centro ha coordinado, compilado y/o colaborado con la publicación de numerosas obras y, desde 2018, edita la revista digital Allá Ité. Territorio y cultura en América, que apunta a la divulgación de artículos, ensayos y crónicas que —desde matrices reflexivas propias— analicen, mediten y conversen sobre la región y el mundo. Además, todos los años el CEIL lleva a cabo las Jornadas Ugarte “Legado, vigencia y porvenir”, en las que investigadores/as de diversas procedencias se reúnen para poner en común sus trabajos sobre América Latina desde los diferentes enfoques de las ciencias sociales y humanas.

Latinoamérica nos encuentra

Nuestra institución ha organizado y/o participado en decenas de encuentros, charlas, conferencias y conversatorios sobre la historia, el presente, las ideas y las problemáticas de la región en diferentes campos problemáticas. La transversalidad de la cuestión latinoamericana, dio lugar a eventos de importancia como el Primer Congreso Latinoamericano “Malvinas, una Causa de la Patria Grande” (2010); el Quinto Coloquio Internacional de Filosofía Política (organizado junto a la Asociación Iberoamericana de Filosofía Práctica, 2013); el Noveno Congreso de la Red Interuniversitaria de Latinoamérica y el Caribe sobre Discapacidad y Derechos Humanos (2017); el Congreso “Desafíos de la Educación Superior en Nuestra América: a cien años de la Reforma Universitaria” (2018); el Congreso Nacional de Filosofía (2019), que contó con la presencia de referentes de países hermanos tales como Álvaro García Linera, Piedad Córdoba, Gerardo Fernández Noroña, Carmen Bohórquez y René Ramírez Gallegos; el Tercer Congreso Latinoamericano de Justicia Restaurativa (2021); y el Primer Congreso Internacional «Arte y memoria en la historia reciente de América Latina: miradas interdisciplinarias» (2021. Cabría mencionar, asimismo, la creación del Centro Latinoamericano de Estudios de Violencia y Salud (CLAVES), un núcleo de investigación creado por el Instituto de Salud Colectiva de la UNLa en asociación con otras instituciones de la región.

Por supuesto, esta es apenas una pequeña parte del extenso inventario de actividades latinoamericanas desarrolladas por las distintas áreas de nuestra universidad. Pretende dar cuenta, simplemente, de la multitud de ángulos desde los cuales la UNLa intenta tematizar, reflexionar, debatir y accionar en torno a América Latina.

América en el paisaje cotidiano

La impronta latinoamericanista que venimos describiendo se encuentra plasmada en el predio de la Universidad, dando allí con su rastro más inmediato y palpable. Inaugurado durante 2016 y en permanente crecimiento, la UNLa cuenta con el imponente “Parque Escultórico Nuestra América” donde pueden apreciarse las esculturas en hierro de José de San Martín, Simón Bolívar, Augusto C. Sandino, Emiliano Zapata, José G. Artigas y Ernesto Guevara. Al mismo tiempo, una de las calles que cruza el campus fue bautizada como “Paseo de la Unidad Latinoamericana”, instalándose a sus lados mástiles con todas las enseñas patrias de América Latina, a fin de que la comunidad educativa y los vecinos/as conozcan y se familiaricen con las mismas. Sabemos que la forma en la cual nominamos los espacios transitados presenta una forma de ver el mundo, define quiénes son los hombres y mujeres que rescatamos del olvido y consideramos ejemplos que nos convocan a continuar su camino.

América en los libros

Desde su fundación, la política editorial ha sido uno de los cauces por los que ha discurrido el trabajo de nuestra casa de estudios acerca de la región, proponiéndose como objetivo no solo producir nuevas obras, sino también reeditar clásicos del pensamiento latinoamericano. A través de las publicaciones de la Cooperativa EdUnla, decenas de producciones han salido a la luz y se han multiplicado en las manos de lectores y lectoras.

Una de esas producciones es el monumental Atlas Histórico de América Latina y el Caribe (2016-2017), «una herramienta pedagógica que permite recorrer la historia de América Latina desde una perspectiva crítica y comprometida, orientada a desarmar la colonización cultural y aproximar a nuestros pueblos en pos de la integración, la emancipación y la justicia social». El Atlas, resultado de una investigación dirigida por la Dra. Ana Jaramillo y presentado en tres tomos, es una de las obras insignia de nuestra universidad, un material amplio y riguroso que recorre la historia regional desde el poblamiento hasta nuestros días, repleto de insumos para docentes e investigadores/as.

Otras de las obras de la UNLa que se inscriben en el sendero de conocer y comprender Nuestra América son: Las Islas Malvinas y la unión latinoamericana. Grandes poetas para la Patria Grande (2010); Manuel Ugarte. Pasión Latinoamericana (2015); Manuel Ugarte. Legado, vigencia y porvenir (2019); Una hora americana. La reforma universitaria desde el Pensamiento Nacional y Latinoamericano (2019); la colección «Educar para la Patria Grande«: (1) «Historias con historia«, (2) «Juana Azurduy. Una mujer que no cabe en el olvido«, (3) «Manuel Belgrano, el pedagogo de la revolución» y (4) «José de San Martín: abriendo caminos«; Pensamientos nuestroamericanos en el siglo XXI. Aportes para la descolonización epistémica (2020); y El legado de Belgrano (2020).

A este compendio —no exhaustivo— de títulos, se agregan las reediciones de grandes pensadores latinoamericanos, con el objeto de rescatar obras que corren el riesgo de quedar en el olvido por no caber entre las prioridades del mercado editorial. Ejemplos de esto son la reedición de “Bolivarismo y monroísmo. Temas iberoamericanos” (2014) de José Vasconcelos (1882-1959) y las “Obras selectas” (2014) de José María Rosa (1906-1991).

América en la web

En una era en la que gran parte del conocimiento y la información circulan por Internet y por las redes sociales, la UNLa considera vital utilizar esas nuevas herramientas digitales a favor de nuestros pueblos.

Por eso, desde hace algunos años el CEIL Manuel Ugarte ha ordenado y sistematizado sus producciones en la plataforma de contenidos de Nuestra América. La misma “reúne instrumentos pedagógicos y de difusión que, desde diversos ángulos y textualidades, permiten recorrer las dimensiones históricas, simbólicas y materiales de la cuestión nacional latinoamericana”.

En idéntico sentido, el Centro se abocó a la elaboración del portal Geopolítica de los Recursos Estratégicos, «una herramienta multimedial que aborda la actual valorización, explotación y apropiación de los recursos estratégicos nuestroamericanos a través de imágenes, mapas, textos, videos, infografías, cuadros y gráficos integrados». El portal parte de la premisa de que «la afirmación de la soberanía cultural y material de nuestros pueblos, en el marco de las encrucijadas geopolíticas actuales, tiene como una de sus condiciones primordiales el autoconocimiento».

América en el aire

Resultado del esfuerzo conjunto de Radio Megafón y del CEIL “Manuel Ugarte”, la emisora de nuestra universidad ofrece semanalmente, desde hace cuatro temporadas, el programa Esquina América, un ciclo para informar, compartir y reflexionar sobre la Patria Grande que recorre distintos puntos del mapa de Nuestra América para conocer más sobre su historia, su música, sus fiestas populares, sus sonidos y, sobre todo, la coyuntura política, económica y social, con el horizonte de aportar a la construcción de la identidad latinoamericana y la integración regional.

Unidos para la unidad

La causa de la Patria Grande ha favorecido la articulación institucional y la realización de actividades conjuntas con diferentes espacios y organizaciones que persiguen el mismo anhelo integracionista que la UNLa. Entre estos se cuentan la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (COPPPAL), el Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, la Universidad Federal de Integración Latinoamericana (Foz de Iguazú, Brasil), la Universidad de Brasilia (Brasil), la Red Universitaria para el Cuidado de la Casa Común y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), y el Centro de Investigaciones Sociales (CIS) de la Vicepresidencia del Estado Plurinacional de Bolivia, entro otras tantas instituciones.

Maestros y maestras de Nuestra América

Con el cambio de siglo se abrieron nuevos ciclos populares en Latinoamérica. El recorrido de la UNLa, su biografía institucional, la llevó a comprometerse con cada uno de estos procesos. Desde su lugar —la educación, la cooperación y la investigación para el autoconocimiento— los acompañó, promovió y, cuando se vieron en peligro, los defendió.

A raíz de esa estrecha sintonía, nuestra casa de estudios decidió reconocer a muchas y muchos de los protagonistas de aquellos procesos que expresaron un relanzamiento del proyecto de la Patria Grande. Así, hizo entrega del título de Doctor/a Honoris Causa a los ex mandatarios José “Pepe” Mujica (2011), Evo Morales (2013), Luis Inácio “Lula” da Silva (2013), Fidel Castro (2014), Rafael Correa (2014) y Cristina Fernández de Kirchner (2014).

Bajo el mismo espíritu, fueron distinguidas con el título de Profesoras Honorarias las luchadoras por los derechos humanos y emblemas de la democracia en la región y en el mundo, tales como Estela de Carlotto (2014) y Hebe de Bonafini (2019), como así también los referentes político-intelectuales Fernando “Pino” Solanas (Profesor Honorario, 2019), Norberto Galasso (Profesor Honorario, 2011), Paulo Freire (Doctor Honoris Causa post mortem, 2014), Gustavo Petro (Profesor Honorario, 2018),  Álvaro García Linera (Profesor Honorario, 2019), Miguel Ángel Estrella (Doctor Honoris Causa, 2013), entre muchos/as otros/as.

El pasado es un prólogo

A lo largo de los últimos 25 años, la vasta constelación de propuestas y acciones que hemos descrito fue consolidando en nuestra comunidad educativa una intensa vocación de aportar a la construcción de la Patria Grande y, por esa vía, a la materialización del anhelo emancipatorio que une a nuestros pueblos desde sus orígenes. Esta esmerada búsqueda y este compromiso ya son parte inquebrantable del ADN de la Universidad Nacional de Lanús y, sin atisbo de dudas, seguirán delineando su curso en el futuro. La conciencia de pertenecer a una nación desmembrada que necesita mancomunarse para restituir su destino y su dignidad, no solo ha tomado cuerpo en el indiferente papel, sino también y sobre todo en la actividad cotidiana de sus estudiantes, docentes y no docentes, que saben propia —y mantienen con vida— la causa de nuestras/os Libertadores.

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