La inteligencia artificial (IA) se cuela en los discursos políticos, en las crónicas periodísticas y hasta en las canciones que escuchamos todos los días. Tal es así, que hace unas semanas Paul McCartney anunció que se lanzaría una última canción de The Beatles, trabajada a partir de una vieja grabación de John Lennon en conjunto con softwares de IA. En esa línea, otros artistas han reconocido el uso de esta tecnología en sus composiciones, como The Weekend y Grimes.

Pero no todo es color de rosa. El célebre cantante Sting aseguró en una entrevista otorgada a la BBC que habrá “una batalla” en la que se tendrá que “defender el capital humano frente a la IA”. Asimismo, desde los Grammy informaron que en los próximos premios no podrá participar ninguna canción creada ciento por ciento con IA.

Para profundizar sobre las consecuencias de la llegada de la IA a la música, charlamos con Andrés Bugallo, cantante y director de orquestas y coros, como el de nuestra universidad.

¿Cómo ves la llegada de la IA?

Me parece que es una herramienta interesante, hay que darle tiempo para ver qué alcance puede llegar a tener y qué se puede lograr. Para mí, no es ni buena ni mala, es algo muy nuevo y hay que analizar tanto los aspectos positivos como los negativos.

¿Cuáles son las aplicaciones?

Lo que hoy se hace es incursionar con IA recreando e imitando cosas hechas por manos reales, es decir, algo artificial frente a lo real. Es sabido que la IA puede llegar a aprender como lo hace el cerebro humano y en la música está toda la parte técnica que se puede imitar desde una máquina. Pero en aspectos tales como la creatividad, el arrebato emocional y muchos otros puntos que tienen que ver con los sentimientos me parece imposible encontrar una “humanidad artificial”. No se va a poder lograr esa situación electroquímica y del sentimiento que pasa dentro de cada uno de nosotros cuando escuchamos música, eso está por fuera de lo que la tecnología puede hacer.

¿Creés que se viene una batalla como anunció Sting?

Lo que dice Sting en algunos puntos puede ser, porque hay muchas máquinas y programas de IA que imitan casi a la perfección los instrumentos y parecen tocados por personas. De hecho yo los uso mucho para hacer grabaciones por mi cuenta, reemplazo los instrumentos que no tengo con un programa que los hace sonar como si estuvieran ahí con resultados increíbles. Realmente, parece una orquesta o un grupo instrumental real. En ese punto puede llegar a haber una batalla, pero a la hora de presentar la música, de grabarla, el ser humano tiene ese toque que no tiene la máquina, por mucho que se le pueda enseñar. Por el momento es así, pero sí puede llegar a darles muchos dolores de cabeza a los músicos sesionistas porque son casi iguales, pero la emoción y el sentimiento del músico están por fuera de la tecnología.

Eso significa que la mano humana sigue siendo indispensable…

Claro, porque la música no es solamente la combinación de notas, armonía, etc., es algo más. Sí se puede, por ejemplo, imitar y lograr algunas cosas, como las voces, las formas de composición, los elementos, pero finalmente es una imitación. La novedad siempre va a venir de las personas. Estoy convencido de que las artes provienen de un soplo netamente humano y la tecnología puede ser un gran aliado, para ver cómo suena, para chequear si los arreglos son buenos, pero no es lo mismo. La persona es perfectamente imperfecta.

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