El 11 de diciembre de 2020 lxs Diputadxs de la Nación dieron media sanción a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo: como en 2018, la marea verde realizó una vigilia fuera del congreso. Cuando se conocieron los resultados de la votación la tierra volvió a temblar con los festejos, abrazos, lágrimas, risas y cantos.

Mucho ha sucedido desde aquel 2018 en el cual, por primera vez, luego de años de lucha feminista en los cuales el derecho al aborto legal, seguro y gratuito fue uno de los reclamos permanentes, el proyecto logró media sanción.

Desde el 2018 uno de los mayores logros fue hablar del aborto, hablar con nuestras abuelas, hablar con nuestras compañeras, hablar en las escuelas, en las universidades, en los trabajos, en las clases, en los medios. La “despenalización social”, como la han llamado algunas referentas feministas.

En 2020 fueron 22 horas de sesión en el Congreso acompañadas por miles de personas afuera del edificio y por compañeras históricas de la Campaña en los palcos junto a la primera Ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad.

El proceso que se vivió en 2018 continuó avanzando, la marea verde tiñó todos los espacios, incluso las universidades.

En 2018 la UNLa vivió un proceso significativo de movilización y organización feminista. Unidxs contra la clandestinidad, la desigualdad y la penalización. Unidxs por la justicia social, por la igualdad, por derechos humanos para todxs, en 2018 nos organizamos, nos articulamos entre los diversos claustros, estudiantes, no docentes, docentes y graduadxs, espacios institucionales y feminismos locales para visibilizar nuestra adhesión y apoyo al tratamiento y aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Previo a la votación en Diputadxs firmamos la Carta Abierta para solicitar que lxs Diputadxs aprobaran el proyecto presentado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, en el marco de la convocatoria «Universitarixs e investigadorxs por la legalización y despenalización del aborto».

Casi 200 personas de la comunidad universitaria nos encontramos en la Plaza de la Democracia mirando hacia el edificio José Hernández: rodeadxs de vías y trenes, cercanas a la Plaza de los Derechos Humanos, firmamos la Carta de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito dirigida a Senadorxs para pedir que aprobaran la IVE y levantamos nuestros pañuelos verdes uniéndonos a un gran pañuelazo que hizo historia.

Nos encontramos en conversatorios junto con históricas de la Campaña y referentas de la misma en zona sur. Hablamos de aborto en las aulas, en encuentros, en las oficinas, en los pasillos, en todo el campus.

Nos dimos cita en la Sala de Profesorxs para seguir juntxs el debate en Diputadxs y luego nos fuimos para Congreso. La Universidad no contabilizó las ausencias, como lo hace habitualmente para apoyar y acompañar nuestras luchas.

Luego de los festejos no dimos cita nuevamente para apoyar el tratamiento y aprobación en Senadorxs. Nuevamente en la Plaza de la Democracia, porque el derecho al aborto es una deuda de la Democracia con las mujeres y personas gestantes y vulnera nuestros derechos humanos.

En 2018 también a nivel nacional los feminismos de las universidades organizados por medio de la Red por la Igualdad de Género y contra las violencias manifestamos nuestra adhesión al tratamiento y aprobación de la Ley. En el comunicado la Red señalaba que

“Ya varias universidades se han pronunciado en apoyo a este proyecto. Rectoras y Rectores integrantes del CIN se han expresado a favor del proyecto de Ley de IVE. Este paso es el resultado de un proceso de lucha y transformación de un sistema universitario gobernado por un 90 por ciento de varones. El debate generado en universidades y facultades en sus órganos de co-gobierno ha generado una profunda toma de conciencia del tema como problema social del que la universidad no está exenta, ya que afecta directamente a quienes la transitan desde cualquiera de los claustros. Los posicionamientos de las UUNN no solo repercutirán en el acompañamiento social para la aprobación de la despenalización y legalización del aborto, sino que hacia adentro de las instituciones generarán más investigación, más formación y mejores políticas de género”[1].

El debate 2020

En ese caminar las Universidades Nacionales, como instituciones que deben estar atravesadas por las perspectivas de género y los derechos humanos, en este 2020 manifestamos nuevamente nuestro apoyo y compromiso.

Desde el Consejo Interuniversitario Nacional, en una fecha tan significativa como lo es el 10 de diciembre,  las Rectoras y los Rectores de las instituciones universitarias allí nucleadas, entre las cuales se encuentra la UNLa, volvieron a  expresar su apoyo al tratamiento y  aprobación del “Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo”, en una declaración firmada por  la Prof. Sandra D. Torlucci, Rectora Coordinadora de la RED RUGE.

En la UNLa, desde el Programa por la Igualdad de Género seguimos este año hablamos de interrupción voluntaria de embarazo, a pesar de la imposibilidad de encontrarnos en las plazas de la Universidad: hablamos de salud feminista,  de derechos, de deseo y de las redes que nos sostienen. Hablamos de aborto en nuestra columna de radio y en nuestras redes sociales. Y es urgente seguir hablando la interrupción voluntaria del embarazo, hasta que se Ley y luego también. Es urgente hablar de deseo, porque como nos dijo esta semana Estefanía Cioffi, médica, parte de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir en nuestra columna de radio semanal en Megafón: “Es importante hablar de deseo porque es el eje central de todo este debate”. 

Algunos discursos que venimos escuchando desde antes del 2018, en el fondo lo que sostienen es construir a la maternidad como castigo anulando el deseo de las personas gestantes. Lo profundamente revolucionario de que salga la Ley es cuestionar las formar de maternar que nos imponen, poner en duda un mandato socialmente construido como natural: ahora nos preguntamos ¿queremos gestar? ¿cómo y cuándo?

En este sentido y en relación también al debate de los cuidados queremos que haya maternidades deseadas que el Estado acompañe con proyectos como el de los 1000 días. Dicho proyecto tiene por objetivo reducir la mortalidad, malnutrición y desnutrición, prevenir la violencia, cuidar el desarrollo emocional y físico y la salud de manera integral de las personas gestantes y de sus hijes hasta los 3 años de vida. Establece: una nueva asignación por cuidado integral, extensión de la Asignación Universal por hijo (pasa de seis a nueve meses), amplía el pago por nacimiento y por adopción a las personas beneficiarias de la AUE (que estaban hasta ahora excluidas), garantiza la provisión pública y gratuita de insumos esenciales (vacunas, leche, alimentos), crea un sistema de alerta temprana de nacimientos y certificados de hechos vitales para garantizar el derecho a la identidad de niñes, se crea una Unidad de Coordinación en el Ministerio de Salud para el cuidado integral de la salud de las personas gestantes y sus hijes hasta los tres años.

Hace tiempo los feminismos en cada uno de los espacios que ocupamos en el barrio, en las escuelas, en las universidades, venimos construyendo el derecho al deseo sosteniendo la educación sexual integral, los derechos sexuales y reproductivos aun cuando el neoliberalismo venía a arrasar con esos derechos en forma colectiva para que cada persona pueda decidir de manera informada y escuchando su deseo.

Por eso creemos que es urgente seguir hablando de despenalización y legalización, porque en la Argentina se realizan entre 350.000 y 522.000 abortos inseguros por año. Porque la clandestinidad mata. Por eso esperamos que el Senado entienda que ES AHORA.

¡Que sea Ley!


[1] Pronunciamiento completo en https://una.edu.ar/noticias/pronunciamiento-de-la-red-interuniversitaria-por-la-igualdad-de-genero-y-contra-las-violencias_21522

Vallejos: Trabajadora Social. Especialista en Políticas Públicas y Justicia de Género. Coordinadora del Programa por la Igualdad de Género de la Secretaria de Bienestar y Compromiso Universitario- UNLa.
Cordones: Lic. en Sociología. Diplomada en formación en Educación Sexual Integral. Integrante del Programa por la Igualdad de Género de la Secretaría de Bienestar y Compromiso Universitario-UNLa.

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